Entre Piratas

Dia 110

La bodega del Ranger era bastante grande, más que la del capitán Alan. Se extendía por casi todo el casco, por eso, cuando el Condestable bajaba para hacer recuento de la comida podía esconderme entre las cajas.

Tenía que encontrar a Anne y a Jack para que me ayudaran a recuperar el mapa. Esperé hasta la noche a que todos se durmieran y fui hasta los camarotes, subí las escaleras y abrí la puerta con cuidado, todo se veía oscuro y tarde un poco en acostumbrarme, un montón de hamacas se repartían en hilera, tuve que sacar mi acróbata interior para ir esquivando manos y piernas de piratas. Por fin, encontré la hamaca donde dormía Anne. La zarandee con cuidado para no despertar al resto.

Abrió los ojos y se dio un pequeño susto agarrándome del cuello y apretándome. Se percató de que era yo y me quitó la mano del cuello.

— ¿Qué haces aquí? —dijo en voz baja.

—Os seguí y me subí al barco. Tengo que recuperar el mapa.

Anne se levantó y se puso su sombrero.

—Está bien, despertemos a Jack.

Fuimos hasta la hamaca de Jack, Anne, le dio pequeños guantazos hasta despertarlo, este se levantó de un golpe.

— ¿Qué pasa? —dijo medio aturdido.

—Necesitamos tu ayuda, esta niña quiere recuperar el mapa.

Jack se frotó los ojos.

—Un polizón, como se entere el capitán la va a matar.

—Ya, por eso no se tiene que enterar —dijo Anne.

Jack se terminó de levantar y nos llevó de nuevo hasta la bodega. Ese lugar era seguro para hablar sobre un plan para quitarle el mapa a Vane. Jack, como empecé a creer que era costumbre. Ingenió un plan.

El capitán Vane tenía el hábito de quedarse para él un barril de vino, no le gustaba tener que ir a la bodega para echarse una copa. El plan era entregarle el barril de vino y esconderme yo dentro, para luego a la noche salir y robarle el mapa.

Al día siguiente, cuando llego la noche y tocaba entregarle a Vane su vino. Jack, me metió en un barril vació que encontró. Lo cargo como pudo y me llevo hasta el camarote del capitán, tocando a la puerta.

—Capitán, su barril de vino.

Oí como abrían la puerta del camarote.

— ¿Jack? tu entregándome el barril, que ha pasado con Tom.

—Está enfermo. Me ha pedido que le entregue yo este barril para no contagiarlo.

Se hizo un silencio incomodo

—Está bien. Dámelo.

Noté el barril moviéndose y cambiando de mano dejándome en el suelo del camarote.

Esperé a que se hiciera tarde para salir del barril. Escuché cerrarse la puerta del dormitorio del capitán. Esa era mi oportunidad, así que salí. Había estado ya en dos camarotes de capitán, y este. El tercero, era el más extravagante, las paredes estaban pintadas de un tono oscuro, tenía animales disecados y los candiles que iluminaban la habitación parecían carabelas

Rebusqué entre los cajones hasta que por fin encontré el mapa, no lo tenía cerrado con llave ya que confiaba en que ninguno de sus compañeros se atreviera a robarle, lo abrí para comprobar si no me equivocaba y entonces una sombra se cernió sobre mí.

—Pero que tenemos aquí, si es una joven rata.

Me gire para ver a Charles Vane mirándome amenazante. Me agarró del brazo y me sacó fuera llevándome a la cubierta y gritando para despertar a sus camaradas.