Día 115

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El almirante Jhon Snake me acogió como si de una hija se tratara, tenía una casa bastante humilde para haber sido un Almirante. En la ciudad era bastante respetado, pero le tomaban por un viejo gruñón que vivía en el pasado. En el tiempo que estuve viviendo con él. Me contaba historias sobre sus aventuras como marine, le entusiasmaba contarlas, algunas las repetía, pero yo no le decía nada y le dejaba que me las contara. En una ocasión se me ocurrió preguntarle cómo podía ser que un almirante fuera amigo de un pirata.

Recuerdo muy bien ese día, el día que me contó aquella historia. Posó sus ojos sobre el fuego de la chimenea, como si eso le ayudara a recordar, y con la mirada perdida comenzó a contarme una historia que relataré con sus propias palabras e Intentaré recordarlo todo...

—Conocí al joven Jack en Inglaterra, todavía era almirante por esa época. Sus padres eran amigos míos desde hace mucho tiempo, pero murieron cuando fueron asaltados por piratas o eso pensaba yo. A pesar de ello siempre tuvo un gran afán por la piratería, era un joven muy enérgico y siempre estaba en la calle buscándose la vida. Robando, estafando... Tenía un gran talento para el crimen. En el fondo sabía que era buena persona, haber presenciado la muerte de sus padres pudo haber influido en sus hábitos criminales. No soportaba verlo mendigando y robando, así que decidí adoptarlo. Cuando se hizo mayor entabló una relación con mi hija.

Esa parte le afectaba bastante, ya que dio un pequeño descanso para coger fuerzas y seguir contando...

—Aceptaba aquella relación, lo único que no me gustaba era que Jack ganara dinero de una manera tan deshonrosa, así que decidí ofrecerle un puesto en la marina. ¡Ese cabezón lo rechazo! seguía queriendo ser pirata, tenía un odio inexplicable hacia el gobierno y la marina que más tarde descubrí.

Jhon se levantó del sillón y se marchó a su cuarto. Removió los cajones hasta que encontró lo que buscaba. Volvió con un papel con algo escrito en su dorso y siguió contándome la historia sin enseñarme su contenido.

—Un día, me encontraba en el cuartel general. Registraba los archivos de la marina para rellenar unos papeles, cuando vi este informe —dijo entregándome el papel.

En él ponía: expediente Rackham.

<<No me suena ese documento>>.

Pues ese documento existía y recuerdo muy bien lo que decía:

Año 1682

Almirante de la flota Williams. La muerte de la familia Rackham no debió suceder.

Pero todo fue por el bien del gobierno, aquellos piratas los habían secuestrado y el barco iba a escapar con unos documentos militares muy importantes.

Por ello, decidimos actuar. Ordene disparar los cañones, ese maldito barco se hundió en el fondo del mar junto con esos piratas.

De la familia Rackham solo sobrevivió su único hijo. Jack, lo acogimos en el barco, pero se escapó al volver a puerto.

Cambiamos las vidas de sus padres por el bien del gobierno, pero no me arrepiento de nada.

Después de leerlo siguió contándome la historia.

—No me lo podía creer, fui a hablar con mis superiores, pero me lo negaron todo, decían que ese documento no era oficial y que eso no ocurrió nunca. Haré una notificación al gobierno les dije.

Me arrepentí de haber dicho aquellas palabras. Debí callarme y renunciar a la marina.

Cuando llegue a mi casa, estaba envuelta en llamas. lo primero que pensé fue en que Clarisse y Jack podrían estar dentro.

Entre PiratasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora