Cuarta parte de la serie 'La hora de las brujas'
Traducción del fic de webspinner2
Alguien del pasado de Magnus ha vuelto para perseguirlo, y es alguien a quien siempre quiso mantener lejos de Alec. Puedes elegir a tus amigos...
Esta es la cuarta parte de la serie 'La Hora de las Brujas - The Witching Hour' de webspinner2 y aquí está el link al original https://archiveofourown.org/works/12362643/chapters/28120464
La primera parte es un fragmento del fic anterior Vudú, por si no recuerdan en que terminamos 😅
Esta historia tiene la llegada de una persona cercana a Magnus y una promesa que él debe cumplir...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los hombres más listos, más perspicaces, a menudo tienen una ilusión sobre las mujeres... su mujer buena es una idea extraña, mitad muñeca, mitad ángel; su mujer mala casi siempre un demonio.
- Charlotte Bronte
.
.
.
Asilo de Renwick...
.
.
.
Era alta y delgada, con el cabello color castaño largo y rizado, enmarcando su rostro pálido antes de caer en cascada hasta su pequeña cintura. El cuello de encaje profundo de su vestido se había desintegrado al punto que parecía estar hecho de las telarañas más frágiles en lugar de hilos de algodón. Las mangas divididas y el corpiño ajustado del vestido eran de un color morado oscuro y fuertemente decorados con bordados de oro. La falda larga hecha jirones en el dobladillo había tenido alguna vez un borde profundo del mismo opulento dorado. Brillantes chispas azules de poder parecían destellar al azar de las puntas de sus dedos como si tuviera un exceso de energía y ningún otro medio para descargarla.
-"¿Q–qué? ¿Quién eres tú?"- tartamudeó el joven hechicero dando un paso atrás.
La chica pareció notarlo entonces y concentró toda su atención en él. Una pequeña y cruel sonrisa revoloteó sobre su hermoso rostro, sus ojos verdes se iluminaron de rojo cuando pareció mirar su propia alma. Ella dio un paso hacia él, llegando al borde del pentagrama que había dibujado.
-"Yo– te llamé, no puedes abandonar los confines del pentagrama"- exclamó con voz ronca de miedo aunque intentaba recuperar el control de la situación. De repente escuchó una carcajada casi infantil proveniente de la chica mientras salía del pentagrama y se acercaba a él. El joven hechicero se congeló al ver el antiguo mal que bailaba en sus ojos, tan en desacuerdo con su hermoso rostro y el infantil sonido de su voz.
