DÍA 18

2K 166 15
                                    

Bodyguard

(Guardaespaldas)

Desde que las redes sociales informaron sobre el supuesto noviazgo de la joven azabache y del superhéroe. Marinette siempre era perseguida por los paparazis, reporteros e incluso hasta las fans de Chat Noir con tan sólo el único propósito de sacarle respuestas sobre su vida amorosa con el joven héroe.

Marinette siempre ha tenido dificultades para poder salir de su casa sin que ningún alíen quisiera interrogarla incómodamente. La chica dio un largo suspiro cansado y frustrado, toda semana tenía que esquivar a cualquier reportero o periodista que quisiera sacarle información personal.

– ¿Pasa algo Princesa? – la voz de Chat Noir la saco de sus pensamientos

– Nada. No me pasa nada Chat. – respondió rápidamente la chica.

– ¿Estás segura? Te veo distraída más de lo que aparentas serlo. – un rubor intenso se había apoderado en las mejillas de la joven por dos obvias razones; la primera porque su novio la conocía perfectamente y la segunda era porque él se encontraba muy pero muy cerca de ella que hasta podía sentir su cálido aliento chocando contra su rostro. – ¿Estás segura que no te pasa nada Marinette?

Oh, maldita sea a quién engaño. Maldito y sensual Chat Noir. Y maldito su instinto. – maldijo apenada Marinette quien desvió su mirada con la de su novio.

– ¿Marinette? – la vio preocupado desde hacía días atrás que ella comportaba extraña y cómo no desde que él vio en las redes sociales sobre su relación con la chica los paparazis y los noticieros siempre trataban de molestarlos con sus preguntas acerca de su noviazgo.

– Últimamente he estado siendo acosada por todo París, me han estado molestando haciendo preguntas sobre nosotros dos, y lo que más me duele es que tengo que mentirle a todo el mundo que no somos nada cuando en realidad si lo estamos. – la voz de Marinette sonaba cansada.

Chat Noir sentía enfado, sabía perfectamente lo que era sentirse acosado por todos los fans en su forma civil; es más; hasta le recordó cierto punto en que a él una vez lo persiguieron junto a Marinette por todo París confundiéndolos como un par de enamorados. Pero ahora era diferente, Marinette, su Princesa, era quien estaba siendo acosada por todo París y todo por su culpa.

– ¿Chat? ¿Te encuentras bien? – preguntó ella confundida por la repentina expresión de su novio.

– Te prometo que haré lo posible para protegerte de todo esto Marinette. – dijo con decisión el héroe.

– ¿Cómo?

– Ya lo sabrás. Es más, mañana estará todo listo para que nadie más te acose. – aquello la dejo sorprendida y curiosa a Marinette.

– ¿Chat qué intentas hacer?

– Sorpresa. – canturreó el felino.

– Chat Noir dímelo ya. – ordenó la azabache. – Conozco muy bien esa mirada tuya, gato callejero.

– Te veo mañana Princesa, y ya no te preocupes más por esos paparazis y reporteros.

Marinette trato de sacarle respuesta a su novio pero éste salió rápidamente del balcón ignorando los gritos de su novia.

A la mañana siguiente...

Marinette se preparaba para ir a la escuela, con mucha cautela ella reviso por todos lados si no hubiese ningún paparazi o reportero escondido para acecharla con sus preguntas. Pero grande había sido su sorpresa cuando vio a Adrien junto a su guardaespaldas fuera de la panadería.

– ¡Adrien! ¿Qué estás haciendo aquí? – preguntó la chica confundida por la aparición de su compañero.

– Vine a escoltarte a la escuela Marinette. – respondió Adrien a su novia, o más bien la novia de su alter-ego, mientras que sus empezaron a ruborizarse.

Sí Marinette escuchará aquellas palabras del rubio ella inmediatamente caería al borde del desmayo de su enamoramiento, pero ahora era completamente diferente, ella sólo se sorprendió por el humilde y noble detalle de su compañero.

– ¿Por qué?

– Uh... bueno... c-como ya sabrás eres toda la sensación de París. Eres la novia de Chat Noir. – replicó el rubio nervioso mientras que su rubor se extendía por todo su rostro.

– Él... él y yo no somos novios. – para ambos jóvenes sintieron en ese momento un dolor tan punzante en sus pechos; Marinette y Chat Noir se habían jurado que nada ni nadie supiera de su relación hasta previo aviso.

– Entiendo. Pero aun así quiero ayudar a una amiga con sus problemas. Si eso es lo que quieres Marinette.

La Dupain-Cheng lo medito por unos segundos, pero luego al recordar lo que Chat le había dicho ayer hizo concluir todo.

Chat Noir busco a Adrien para que él le ayudará a Marinette con este problema del acoso que siempre tenía con los medios de comunicación, y como ella y Adrien estudian en la misma escuela se le hizo fácil de convencer a su compañero de ayudarla hasta que se calmaran las cosas con su relación.

– Eres un gran amigo Adrien, y sí, acepto tu ayuda y compañía... ¿Pero no le molestaría eso a tu guardaespaldas? – ella miró a Gorila quien buscaba con la mirada algún individuo quien quisiera acercarse a la azabache o al modelo.

– Por supuesto que no, es más, a Gorila le agradas Marinette. – Adrien le dedicó una sonrisa sincera a la vez que guiñó su ojo divertidamente.

– ¿Enserio? – él asintió.

– ¿Me permite escoltarla señorita a la escuela? – Adrien hizo una leve reverencia hacia su novia mientras que ella reía divertida por la tremenda ocurrencia del rubio.

– Acepto su oferta joven. – le siguió la corriente a su compañero haciendo que su corazón se acelerara a mil por horas.

Por una vez en la vida Marinette sabía que Chat Noir era un gran novio pero pedirle a Adrien que le ayudara y a su vez que le prestara a su guardaespaldas era la cosa más tonta y tierna que había visto.

May MarichatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora