DÍA 25

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Chat Noir merch

(Mercancía de Chat Noir)

Marinette se encontraba en su habitación dando los últimos toques a su nueva creación que había trabajado hace una semana atrás. Quería terminar su nuevo proyecto antes de irse a acostar. Mientras completaba la pequeña pata, ella no podía evitar de sonreír haciendo que su rostro se le iluminara por su trabajo.

Un golpe suave se escuchó tras el cristal de la ventana de su habitación, desvió su vista hasta encontrarse con ciertos ojos esmeraldas que estos mostraban alegría.

– Está abierto. – avisó ella.

La cabeza de Chat se asomó primero antes de que el resto de su cuerpo también lo hiciera mientras entraba por el tragaluz.

– ¿Deseas algo de ayuda, Mari?

– No de todo gatito. Ya casi termino con esto. – ella le dedicó una sonrisa mientras él terminaba de descender hasta su habitación y acercarse hacia a ella.

Marinette lo sintió acomodarse en el chaise-longue detrás de su silla aunque no hizo ningún movimiento para molestarla. Chat Noir sabía muy bien que él debía guardar silencio y respetar el horario de trabajo de su Princesa; esa era una regla de oro que debía siempre respetar cada vez que él la visitaba. Y por supuesto eso lo disfrutaba, hasta cabe decir que siempre se le escapaba una sonrisa al ver el rostro tranquilo y sereno reflejado en la chica. Y eso que él y ella eran novios.

Pocos minutos habían pasado antes de que se levantara con una enorme sonrisa en su rostro.

– Terminado. – dijo con orgullo.

Chat Noir la miró y vio su triunfante sonrisa. Él sonrió graciosamente mientras le preguntaba.

– ¿Qué es lo que tenía a mi Princesa tan enfocada esta tarde?

Marinette se sonrojo mientras ella se debatía con mostrarle lo que hacía, esperanzada que a él no le importara la idea sobre su trabajo. Con sus manos temblorosas, ella se giró para tomar su nueva creación así para que él pudiera verlo por sí mismo. Ella descubrió que no podía mirarlo a los ojos mientras esperaba su criterio.

– ¿Es eso un collar de Chat Noir? – preguntó incrédulo.

Ella se sobresaltó mientras realizaba que tan cerca se encontraba él sin siquiera escucharlo. Sus manos tocaron las suyas mientras tocaba la tela

– Sí. Decidí en crear una línea de mercancía basada en tu traje. – confesó ella a su novio mientras las mejillas de la chica adquirieron un sonrojo intenso.

Los ojos esmeraldas se enfocaron con los ojos azules de su novia, tratando de leer algo en ellos.

El corazón de Marinette no dejaba de palpitarle con ganas, ella sabía muy bien a lo que su novio estaba haciendo; y eso siempre la ponía nerviosa y ansiosa a la vez.

– ¿Hay más de estos? – aquella pregunta la sorprendió. La azabache asintió y se giró para enseñarle a su novio más de sus otros productos que ella lentamente hacia para su tienda en línea para hombre y mujer.

La pequeña caja donde guardaba todo los productos tenía una combinación de estuches de lápices en forma de bastones, llaveros con el rostro de Chat, llaveras de botas negras y más.

– Estoy impurrresionado. Eres una Princesa muy inteligente y talentosa. Y estoy de feliz de lo que seas.

– Chat, no me hagas arrepentirme de esta decisión con tus juegos de palabras, gatito. – ella rodo sus ojos pero no dejaba de sonreír, aunque no quisiera admitirlo ella siempre le gustaba escuchar por parte de su novio aquellos chistes malos de gatos.

Chat se sentó en el borde del escritorio y jalo gentilmente a su novia hasta abrazarla alrededor de su cintura. Le quitó la caja de aquella mercancía mientras la dejaba sobre el mueble, dirigió su mirada con la de ella mientras miraba fijamente; perdiéndose en ese color como el mar que lo hacía sentir tranquilo. Con su mano enguantada acarició y jugó con algunos de los mechones de ella, no dejaba de sonreírle mientras que ella agachó su mirada y con el rostro sonrojado.

– ¿Qué produjo esta inspiración Mari?

Sus ojos se encontraron con los de él por un breve momento mientras que el sonrojo se intensifico por todo su rostro.

Cuando Marinette finalmente habló, sus palabras se clavaron directamente en el corazón de su novio haciendo que se preguntara qué tan asombrosa seguía siendo su hermosa novia.

– Bueno, todo comenzó cuando vi que otra línea de moda de Ladybug estaba promocionando sus productos hace unos meses, pero lamentablemente, nada mencionó sobre ti. También eso siempre sucede, y la verdad es que me cansé de esto, de que Ladybug; es decir mi otro yo; obtenga toda la gloria cuando eres su compañero, ¿Sabes? Las personas también deberían disfrutar de cosas hechas que se basen en ti. Así que... pensé que yo también haría una línea de productos por mi cuenta.

Ella comenzó a juguetear con su cascabel, entre tanto Chat Noir suspiro y le dedico una tierna sonrisa.

– No tenías que hacer eso. Estoy acostumbrado a que las personas crean que sólo sea un asistente para Ladybug, Mari. Yo tomó los golpes y Ladybug salva a todos. Así es como se trabaja para nosotros yacía unos pocos años ahora. – ahora era él quien había bajado la mirada mientras hablaba, sabiendo de lo que él decía no era cierto.

Le encantaba lo que Marinette quería hacer, pero no sabía cuánto ganaría ella con sus productos basados en él. No quería que su Princesa desperdiciara su tiempo en tales esfuerzos cuando tenía tanto talento para hacer grandes cosas.

– ¿Pero qué dices gato estúpido? No puedo creer lo que estoy escuchando de ti. ¿Cómo puedes decir semejante estupidez? En vez de alegrarte por esto, todo es lo contrario. Ya he vendido varios productos en mi sitio web, Chat. No eres ningún asistente para mí o para ninguno de ellos, mi amor. Y al ser Ladybug jamás pensaría de esa manera. En efecto, creo que te golpearía ahora mismo en tu trasero por decir cosas desagradables de ti mismo. – ella tomó con firmeza el rostro de su novio mientras lo miraba con seriedad y autoridad, su corazón latía de la furia.

La sonrisa de Chat Noir se volvió genuina mientras observaba su vehemencia y firme postura sobre su posición dentro del dúo de superhéroes.

– Me disculpo por eso, Princesa. – él retiró con suavidad la mano de ella mientras le plantó un beso en su dorso, retiró sus labios de la mano y después los selló junto con los de ella. Plantándole un dulce y casto beso. Se retiró de su novia y le dijo con una voz suave y cariñosa. – Eres increíble Mari. ¿Sabías eso? Es por eso que te adoro y te amo a la vez. Gracias por ser parte de mi vida y estar siempre ahí cuando más lo necesito. Sin ti estaría perdido.

– De nada, gatito. – ella beso de pico los labios de su novio, robándole a él alegres sonrisas. – Ahora, ¿Qué quieres hacer? ¿Ver películas o jugar videojuegos?

– Es tu elección, mi Lady.

May MarichatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora