Si algo tenía que agradecer a mis amigos, fue su gran esfuerzo por dejar mi casa limpia, sin pruebas notorias de que la noche anterior hubo una fiesta. Puede que se hayan quedado algunos pequeños rayones sobre los muebles, desaparecieran objetos de valor insignificante como vasos, o la ruptura de un espejo que bien podría atribuirse a un accidente.
Al llegar a casa de Hanabi luego del alta en el hospital, fui recibido con grandes sonrisas y abrazos. Los padres de ella no entendieron su gran alegría, así que explicamos con pocos detalles que era por mi cumpleaños y no dijimos más.
Mi sobredosis se quedó como un secreto para los adultos durante mucho tiempo y como un gracioso recuerdo entre los que se enteraron de lo que sucedió. Ni mis padres ni mi hermana supieron que estuve a punto de morir. Me encontraron bien, sonriente y estable.
Briana ganó segundo lugar en tres de las competiciones. Mi padre brincaba de emoción y felicidad, más que ella, la verdadera ganadora. Obviamente la felicité y la abracé, recordándole en broma que traería a Isaac pronto como premio a sus triunfos.
Sin embargo, la tranquilidad habitual de mi hogar iba a ser reemplazada muy pronto por la semana más estresante de todas. Seis días faltaban para el estreno de la obra por la que tanto me había preparado. Mi estómago sentía un cosquilleo y mis manos se entumecían cuando recordaba que el tiempo de espera era cada vez menor.
¿Qué tan listo estaba en realidad?
Isaac me había preparado muy bien para las escenas improvisadas, Matthew para desenvolverme con la parte ya escrita. Con ayuda de ambos, crecí mucho en tres meses. Tres meses que pasaron increíblemente rápido, llenos de cientos de acontecimientos turbulentos.
Presentarme ante un público muy grande provocaba que mi seguridad flaqueara. No era lo mismo actuar para tu equipo de teatro, que para una gran masa de gente con cientos de perspectivas distintas.
No obstante, el teatro no era el único tormento que esperaba enfrentar el lunes, en mi cumpleaños.
Durante la noche del domingo no pude dormir muy bien por estar sumido en el interior de mi cabeza, procesando y analizando mis más profundos pensamientos y emociones.
Si pudiera abreviar en una palabra todo lo que estaba sintiendo, fácilmente diría que "culpa".
Matthew me hizo sentir así, aunque tenía motivos. No podía dejar de pensar que nada hubiera sucedido si Keira no le hubiera dicho lo que hice, si yo no hubiera besado a Isaac, si no me hubiera embriagado y drogado sin medirme...
Hice sufrir a Matthew, lo metí en un problema por tratar de salvarme. Además, traicioné lo que éramos y no me atreví a contárselo desde el principio, a ser honesto con él. Tuvo que darse cuenta por alguien más, pero solo supo de mi error más reciente.
Porque la fiesta no fue el único sitio donde lo engañé. Y tampoco fue culpa del alcohol. Isaac me atrajo en ese momento, dentro de mi habitación, solo los dos. Pero escondí ese primer encuentro por miedo a que Matthew se enterase, por temor a que las cosas acabaran mal.
Y vaya que lo hicieron.
No esperé que reaccionara tan mal. Fue incluso aterrador y temí por un segundo a que en serio se desquitara conmigo. Quizás lo merecía, más porque a pesar de intentar remediar las cosas con él, me abstuve de contarle toda la verdad y me aferré a la idea de que seguiríamos siendo felices entre menos supiera.
Vi a Matthew dirigirse a su salón durante la mañana del lunes, pero no lo quise detener. Preferí observarlo desde la distancia, oculto tras mi casillero por temor a su rechazo o a una mala mirada que me hiciera sentir su odio.
![](https://img.wattpad.com/cover/115509113-288-k998592.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El final que deseo [COMPLETA]
General FictionCarven creyó que pasar la audición de la obra más importante del instituto sería su reto más grande, hasta que conoció a Matthew y se enamoró de él. * * * Carven y Matthew han sido elegidos para ser protagonis...