1° ¿Quién es mi protegido?
El fuerte dolor en su cabeza le hizo quejarse mientras cada parte de su cuerpo volvía a la vida de forma tan pesada que solo hizo que se retorciera sobre aquella superficie fría y dura, en pocos minutos estuvo sentado sobre la misma superficie y comenzó a mirar todo a su alrededor, intentando saber donde estaba pero no hallaba nada conocido que le hiciera referencia. Comenzó a gritar por ayuda y que alguien le escuchase para que le sacara de ahí, estaba sin camiseta y pronto el frío comenzó a calar en sus huesos pero la adrenalina lo contrarrestaba bastante bien.
Sus manos envolvieron los fríos tubos de metal que eran las rejas intentando moverlas pero era inútil, sus gritos se hicieron más fuertes, intentando que alguien le escuchara, quien fuera.
Soltó un grito desde lo más profundo de su ser para que alguien le escuchara pero nuevamente escuchó lo mismo en respuesta.
Silencio.
Sus ojos divisaron algo por primera vez en todo ese ritual realizado para que alguien lograra escucharlo; habían cuatro grandes pantallas protegidas, y pronto colocó sus palmas sobre las mismas, quizás había alguien tras ellas y al subir la vista pudo verlo: una cámara de vigilancia.
Escuchó gritos y pronto volvió a llamar a viva voz esperando que alguien contestara.
– Shh~ no llames la atención – Una voz proveniente de no-sabía-dónde se pudo escuchar. Giró la cabeza y cuerpo bruscamente haciendo que un dolor de cabeza se diera en ese momento.
– ¿Quién está ahí?– No creía en fantasmas, pero al estar en un lugar totalmente desconocido y rodeado solo de pared, barrotes y una maldita luz cegadora, le hacía dudar.
–Por aquí. – Y entonces lo vio. En la pared había un agujero lo suficientemente grande como para poder observar. El rubio se acercó algo mareado y pronto terminó sentado en el piso pudiendo ver por aquel agujero a un hombre de rasgos asiáticos y con la mirada dura.
– ¿Dónde estoy?– Fue lo primero que preguntó, y esperaba obtener una respuesta lo antes posible.
–En el infierno. – Un frío glasear se sintió en su espalda descubierta y nuca, casi sintió un sudor frío bajar por su espalda por aquellas palabras.
Por primera vez, luego de la muerte de su esposa, su mente se puso en blanco y no logró pensar en algo más. Pasó la escasa saliva por su garganta y pronto un sonido de televisor encendiéndose hizo que volviera a girar al cabeza en dirección a aquellos cuatro monitores ahora activos.
– ¿Qué es lo que todos tenemos en común? La muerte. La única pregunta es cuando y donde la parca nos visitará. Problema del cual no tendrás que preocuparte mucho más. – El fuerte rubio se fue incorporando hasta volver a estar de pie y poco a poco acercarse a aquellos monitores, no había nada salvo una muy desprolija pared, pero pronto se vio a un encapuchado que podría parecerse a aquellos hombres encargados de quitarle la vida a personas inocentes y otras veces a personas culpables de crímenes; un Verdugo.
–De ahora en más, tu vida ya no te pertenece. Me pertenece a mí. Ya no eres Kellan McCarthy. Dejaste de existir. Tu nombre ahora es Death Dealer. Naciste para pelear. Para pelear y para morir. – En definitiva Kellan tuvo que apretar la mandíbula para no decir alguna maldición que amenazaba con salir inmediatamente para que lo sacaran de ese lugar.
– ¿Quién eres?– Pese a que su voz salió casual y nada atemorizada, por dentro estaba preocupado.
–Haz aquello para lo que naciste y tu muerte será gloriosa. Resiste, te prometo un dolor como el que jamás pudiste imaginar. – Kellan dio un paso hacia atrás y pronto observó como la cámara que estaba grabando se giró siguiendo al verdugo, y vio a un chico con la cabeza hacia adelante, probablemente inconsciente. Estaba atado a una silla y pronto un balde de agua le despertó y el rubio notó que estaba amordazado. –La gloria y el dolor irán de la mano. La gloria es la muerte y el dolor... – El verdugo tomó de los cabellos a aquel chico haciendo que soltara un gemido de dolor por la fuerza que el hombre encapuchado había utilizado. –... Es este chico. De hoy en adelante, Death Dealer, él es tu responsabilidad. Tu protegido. –
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My Protege [EmmSeth]
Fiksi Penggemar¿Lo último que recuerda? Una hermosa y escultural pelirroja que de un momento a otro vio en un bar de mala muerte en México, ¿o era en Francia? Recordaba que estaban a punto de tener sexo hasta que un choque eléctrico junto a grandes cantidades de...