6° Libre
Cuando trajeron algo de comida para ambos hombres, Kellan le proporcionó casi la mayor parte de lo suyo al menor quien se le quedó viendo por un momento y después devolvió lo que le había dado eso.
–Parece que estamos jugando con la comida, eso no se hace. Anda, come tu parte, quien lo necesita más eres tú. – El rubio no se pudo negar ante su protegido y solo aceptó lo que dijo comenzando a comer, pero su mirada se posó por sus heridas las cuales ya comenzaban a verse mejor, aun faltaría un tiempo para que éstas ya no estuvieran tan moradas ni hinchadas.
El chico que estaba frente de si comía sin ningún problema, e incluso se dio un momento para poder degustar de la misma aunque a éstas alturas ya sentían ese sabor insípido que tenía.
Su mirada descendió hasta el anillo que colgaba en su desnudo pecho, Seth no quería utilizar la misma ropa ensangrentada, tenía una sensación extraña. Aunque la mayoría no era su sangre.
–Si lo quieres de vuelta solo tienes que decirlo, no mirarme tanto. – Seth se alejó un poco de la mesa y pronto se quitó el collar con el anillo, lo vio por un momento y soltó un suspiro dándole una suave caricia sobre el reluciente objeto y pronto se lo tendió a su protector. –Aunque es tuyo después de todo. –
Kellan se quedó con la comida a medio camino y dejó el cubierto viendo su anillo de casado balancearse.
–Primero lo llevó la persona que más amaba, ahora lo llevará alguien a quien tengo que cuidar y a quien aprecio mucho. –
Qué raro. Esas palabras dolieron más de lo que el menor se lo hubiera pensado. "Apreciar mucho" no era igual a "amar". No podía hacerse falsas ilusiones, no ahora que estaban a un paso de salir de aquel lugar. Tenía que reprimir todo lo que sentía. –Tiene que llevarlo la persona a quien amas, en éste caso, te lo doy a ti entonces. –
Todo había salido sin que su cerebro lo procesara y solo pudo dejar el anillo en medio de ambos y volvió a comer sin tener apetito o ganas para masticar. Desvió totalmente la mirada.
Kellan por su parte soltó un suspiro nuevamente sin saber que hacer o decir, el ambiente se había vuelto muy incomodo y con una clara tensión de por medio.
–Olvídalo, salió de mi sin que yo me diera cuenta o si quiera pudiera procesarlo. –
–Seth... –
–Por favor, me siento muy avergonzado ahora, no digas más sobre el tema o realmente cavaré un agujero y meteré mi cabeza ahí. – Seth no pudo verle en ningún momento a la cara por lo que se quedó viendo su plato. Su mano apretó más el cubierto mientras se reprendía en su cabeza por ser tan tonto al decir aquello.
–No creo que se pueda, es muro sólido. – Kellan intentó bromear con el menor para que el ambiente no estuviera tan tenso pero no lo logró, o por lo menos por como permanecía el lugar le daba esa impresión. –Sabes que tenemos que hablar bien del tema, y quizás sea éste el momento adecuado para hacerlo. –
–Pero yo no quiero, todo esto fue un error y ya. Me disculpé, pedí que lo olvidaras pero no lo haces, ¿Por qué? ¿Por qué lo haces más difícil para mí? Si logramos salir de aquí prometo que buscaré terapia y éste.... Síndrome de Estocolmo mal dirigido se irá, no volverá más. Tú volverás a tu vida y yo a la mía. –
–Con Alec. –
Seth quedó callado mientras sus dedos tocaban en exceso el cubierto en su diestra, quizás en todo el tiempo que había estado encerrado en ese lugar, solo pudo tener una plática sobre Alec tres o cuatro veces.
–Sé que eres gay y que Alec es más que solo un conocido o un amigo muy cercano. Cuando hablabas de él tu voz cambió. –
– ¿Y qué con eso?–
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My Protege [EmmSeth]
Hayran Kurgu¿Lo último que recuerda? Una hermosa y escultural pelirroja que de un momento a otro vio en un bar de mala muerte en México, ¿o era en Francia? Recordaba que estaban a punto de tener sexo hasta que un choque eléctrico junto a grandes cantidades de...