Esperanza Perdida

Cap. 1

Nuevo trabajo

Key .

Camino por las atestadas calles del centro de Seúl con una enorme sonrisa estampada en el rostro.
Tenía razones para estar feliz.

Lo había logrado!

Tenía un espectacular trabajo con un espectacular sueldo en un espectacular edificio!

Se detuvo en un semáforo y observó su reflejo en la vitrina de una Boutique

Tenía el cabello rubio arena algo largo pero no demasiado para parecer desaliñado, de echo él era todo menos desaliñado, su cabello estaba perfectamente ordenado a los costados e iba envuelto en un pantalón de tela entallado, llevaba una camisa color vino y su chaqueta bajo el brazo junto con maletín de charol negro y brillante, sus ojos iban perfectamente delineados y sus labios estaban naturalmente rosas.

No usaba pendientes ese día, no sabía cual era el protocolo en su nuevo empleo...

Nuevo empleo...

Era tan feliz

Había estudiado diligentemente durante años, y se había esforzado en todos sus trabajos por pequeños que fueran.

Nadie quería dar trabajos importantes a un Omega, Kibum lo sabía más que nadie. Durante su infancia había sido muy feliz, pero cuando había cumplido los 16 años había llegado su primer celo. No lo había tomado por sorpresa pero había tenido la esperanza de ser un beta y no pasar por aquellos dolorosos stigmas, sus padres habían sido comprensivos pero distantes, ellos no esperaban que su único hijo varón fuera un omega.

Sus amigos de escuela se alejaron en el mejor de los casos. Por otro lado había sido intimidado y burlado como si por ser un omega fuera una completa vergüenza ser su amigo. O peor, que por ser omega dejará de ser inteligente o competente para campos que no fueran domésticos.

Odiaba eso, odiaba sus palabras, odiaba que lo tomarán como un ingenuo y que esa estúpida rana se hubiera burlado de él.

Se fue de esa escuela, tuvo trabajos de medio tiempo que le ayudó a comprar pastillas supresoras. Sin olor no había rastros.
Estudió duramente, y decidió que le probaría a todos que no por ser un omega era menos eficiente.

Fue difícil, más de lo había pensado.

No importaba lo mucho que hiciera bien su trabajo, siempre ascendían a los alfas.

No importaba lo superior que era, nunca le aceptaban en los empleos de alta gama.

Había ingresado a la Universidad como el mejor de su generación y se había mantenido como tal, sus notas eran perfectas y sus padres por fin fueron orgullosos. Cada año sus padres estaban más orgullosos de él, dejaron de pedirle que regresará a Daeju, dejaron de decirle que fracasaria y se convirtieron en sus principales apoyos.

Ahora ellos estaban seguros que el sería alguien también .

Con un excelente currículum, dado sus muchos trabajos, había conseguido empleo en una empresa financiera un año antes de graduarse. El dueño, un canoso beta, había estado muy feliz con su desempeño, habían trabajado casi cinco años juntos.

Parte de él pensaba quedarse unos años más... aún si esa empresa no estaba en las grandes ligas.

Amaba ese empleo, pero su departamento se había vuelto pequeño, quería un coche y quería superarse como profesional.

Cuando la empresa Lee&Choi Corp. Había echo pública su convocatoria para nuevos corredores, secretarios y básicamente ayudantes con opción de ascender; supo que era su lugar.