Tears and Petals ; Reddie [Adaptación]

F o u r

Sentirse decaído por un amor, es tonto y ridículo, pero para alguien dependiente.

Y la vida de Eddie dependía de Richie.

"Morir por amor" era un hecho completamente real.

El día de hoy no quiso presentarse a la escuela, le dio la excusa a su madre de que su cabeza dolía y ella muy feliz le dijo que se quedará, solo por cuidar a su querido retoño.

No sé presentó por el simple hecho de que no quería toparse con él, quizás el estaría junto a la pecosa y eso probablemente le haría vomitar pétalos por montón frente a toda la escuela, y eso no podía pasar.

Desayunaba junto a su madre, por que ella dijo que aunque doliera su cabeza debía alimentarse bien. El hecho de que el clima fuera oscuro y húmedo no ayudaba mucho a su estado de ánimo.

Estaban viendo televisión y justamente pasaban una película cuyo nombre no sabía, pero estaba pasando una escena romántica.

"Quiero más. 
- Ya sé lo que es querer más. Yo inventé ese concepto. La cuestión es cuánto más.
- Quiero el cuento de hadas."

Había alcanzado a oír, él también quería su cuento de hadas, pero eso no existía.  Al menos no para él.

Pensaba en aquel diálogo con tristeza, aún de igual manera se imaginaba a él y a Richie su amor no correspondido en un cuento de hadas, pero en solo eso quedaban, cuentos de hadas.

Sólo fantasías.

El castaño lo sintió, desde el fondo de su garganta a punto de salir en un estallido.

Se levantó de forma rápida y corrió al baño, vómito todo, de forma grotesca y dolorosa como aquella vez en la casa de él tartamudo.

La robusta mujer entró a su baño preocupada al oír los quejidos de dolor de su primogénito.

Eddie había olvidado el pestillo.

–¡Eddie! –Exclamó asustada Sonia– amor, ¿Qué es todo esto? – habló refiriéndose a los pétalos mientras intentaba el rostro demacrado de su hijo.

Ya no había marcha atrás, ella debía saberlo.

...

Se encontraban nuevamente en el comedor, Sonia traía las mejillas rojas al igual que Eddie traía las lágrimas marcadas en sus mejillas y ojos, su nariz estaba roja y sus labios hinchados.

–¿ Estas seguro, Eddie? – le preguntó con duda mientras Agarraba su mano y le acariciaba los dedos.

– Voy a morir de todos modos mamá. –hablo sin mirarla, le dolía tanto ella era su madre, la mujer que más lo amaba en el mundo y viceversa, no quería lastimarla, a pesar de ella tener sus actitudes ella lo hacía todo para su bien estar, y él le estaba pagando con esto.

Qué había hecho mal?

– No digas eso, Eddie.

–Yo.. –suspiro agobiado– no tengo muchas esperanzas, pero si todo s-sale mal. Por favor ten el número de ese cirujano listo.

Y se abalanzó sobre ella para abrazarla, le dolía en el pecho ver a su madre llorar, su hijo era todo para ella y lo perdería todo por ese estúpido niño lengua larga.

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