Narra Cole
Los días seguían pasando y los médicos seguían con el mismo diagnóstico, cada día después de ir a visitarla y quedarme con ella me decían que Hanna no iba a despertar, me había dolido más que todo
Ahora cada noche dormía en el hospital junto a ella, por las mañanas iba al departamento a ducharme y luego salía al trabajo, cada día estaba menos en el departamento. Ahora solo me dedicaba a mi hija y a Hanna
Había hablado con Evelin un par de veces donde ella lloraba la mayor parte del tiempo de la llamada y yo intentaba hacerme fuerte para que ella no se rompiera más aunque cada que colgaba el teléfono yo rompiera en llanto
Rosse no era mi novia y podía decir que tampoco era mi amiga solo teníamos sexo ocasionalmente nada importante para mi, y aunque la mayor parte del tiempo se lo recordaba creía que ella se iba encariñando más conmigo, no lo entendía y había llegado a un punto en mi vida donde ya no quería seguir desgastándome con ella, le había repetido innumerable de veces que entre ella y yo no pasaría nada más que sexo pero parecía que no me escuchaba, sin embargo había decidido alejarme completamente de ella, ya no estaba en el departamento y cuando estaba la evitaba a toda costa.
Me levante de la silla donde estaba sentado desde hace 5 horas mientras acomodaba los papeles de la oficina, el trabajo seguía igual solo que ahora se me hacía un poco más pesado que antes, ahora todo era más pesado que antes.
Acomode los últimos papeles de mi escritorio y cerré el pequeño portafolio que había traído, caminé por toda la habitación y apagué las luces para salir
—¿Ya te vas?- pregunto frank frente a mi
—Es muy tarde y todavía tengo que pasar al departamento
—No crees que ya es muy malo que sigas durmiendo en el hospital, deberías volver al departamento
—Estoy mejor así, no pienso separarme de hanna ningún momento
—Deberías de considerarlo, ya no rindes lo mismo en el trabajo
—Eres ni jefe, puedes correrme cuando creas que ya no es suficiente mi trabajo
Soltó una carcajada seca—No seas tonto Cole, solo considera descansar más—dijo mientras salía del pasillo
Suspire, no sabía que había pasado exactamente con Frank que había cambiado tan abruptamente su actitud conmigo, sin embargo era algo que no me quitaba el sueño
Maneje durante varios minutos hasta que llegue al departamento, sabía que debía de moverme rápido para así poder recoger algo de ropa y poder ducharme
Abrí la puerta del departamento y un olor a fresas inundó mis rosas nasales
Me adentré sin perder tiempo y empecé a sacar la ropa que tendría que ponerme y me metí a la ducha. Sentí el agua caer por todo mi cuerpo y al mismo tiempo me inundaban recuerdos de cuando hanna se metía a bañar o viceversa y alguno de los dos se quedaba afuera y le contaba alguna historia loca al otro, eran risas y al mismo tiempo caricias pero todo eso había desaparecido
Escuché como se recorría la puerta de baño y al instante supe quien era
—Quiero que salgas en este instante—dije tratando de mantener la calma
—Me reconoces muy bien cariño, vamos déjame entrar ahí—dijo mientras hablaba con su intento de voz seductora
—No lo voy a repetir dos veces, lárgate—dije empezando a enojarme
Guardo silencio por algunos segundos y lo siguiente que sentí fueron sus manos al rededor de mi espalda
—Te extrañe—dijo acariciando mi pecho
—Te dije que te largarás—le grite esta vez mientras quitaba sus manos de encima mío y la tomaba por las muñecas empujándola fuera de la ducha
—No te lo voy a repetir otra vez Rosse, te quiero lejos de mi—Dije mientras veía como se levantaba del piso donde hace unos momentos la había dejado
—Te vas a arrepentir—dijo envolviendo su cuerpo desnudo en una toalla y saliendo de ahí
Mi respiración era agitada y un ardor de recorría mis venas, yo había hablado con ella infinidad de veces y parecía que no entendía, las mujeres fáciles eran solo eso y no iba a querer alguien así en mi vida
Termine de ducharme y salí directo a vestirme, me puse lo más cómodo para poder dormir bien en el hospital. Escuché como se estrellaba algo en el suelo y suspire una vez más, definitivamente ya no podía seguir viviendo con esta mujer
Salí de la habitación más furioso que antes y al ver como la loca de Rosse tirara a al suelo las fotos de hanna había hecho que el nivel de enojo que tenía fuera el triple
La tomé de las muñecas una vez más y esta vez sin esperar más la aventé hasta el sillón
—Quiero que entiendas una maldita cosa puta—dije lleno de odio—Quiero que no vuelvas a poner tus sucias manos de prostituta en las fotos de mi Hanna, no quiero que las toques si quiera. Y entiende algo de una vez, tú nunca le vas a llegar a lo talones si quiera, y quiero que te largues ¿entendiste?
Esperaba su respuesta cuando mi móvil comenzó a sonar, la solté rápido y lo tomé en mis manos
Evelin llamaba
Le di una última mirada a Rosse mientras contestaba el teléfono y me disponía a tomar las fotos que había roto y las llevaba a la habitación de la pequeña Nina
—Hola ¿cómo estás pequeña?—Dije mientras trataba de regular mi respiración
—Cole por Dios ¿por qué no contestas mis llamadas? Olvídalo necesito hablar urgentemente contigo—dijo Evelin nerviosa
Dejé las fotos en el estante
—Necesito que vengas por mi al aeropuerto lo más rápido que puedas
—¿Estas aquí? ¿Que te pasa? ¿Sucede algo malo?
—No quiero asustarte pero descubrí algo y tengo las horas contadas si no me ayudas
—¿Que es lo que estás tratando de decir?—dije ahora más nervioso aún
—Se quien provocó el accidente que por poco mata a hanna y a tu bebe
En el momento que dijo esas palabras me había quedado en blanco, había sentido como algo dentro de mi se había roto
Salí de la habitación corriendo y me dispuse a manejar, lo malo era que había olvidado cerrar la habitación con llave
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Sin segundas oportunidades.
Teen FictionCuesta comprender que todas las promesas y todos los sueños que habíamos dicho ya no serían, que se habían desvanecido aquel frío 28 de enero y se habían resbalado de mis manos como se me resbalaba tu sangre. Cuesta comprender que nos habíamos pasa...