La sangre me hervía y los nervios me carcomían a cada paso que daba, aceleraba a cada momento más porque ahora llegar hasta el aeropuerto por Evelin era una de mis grande prioridades. Las palabras que habían sonado a través de mi móvil me habían dejado pasmado y no podía más con las ansias de saber quien había sido el mal nacido que por poco me quita a mis dos grandes amores, lo mataría sin duda alguna porque meterlo tras las rejas no era algo muy viable
Estacione el auto fuera del aeropuerto lo más rápido que pude ganándome algunos insultos de varias personas, baje corriendo y fui en busca de Evelin
La vi a lo lejos y vi como se acercó corriendo
—Anda muévete Cole, no es momento de charlas ahora
—Sube al auto
Asintió y corrimos de vuelta al auto para así conducir
—Necesito que me lo digas ya—dije nervioso despegando la mirada del camino
—Los ojos en el camino genio, llegando a tu casa te contaré todo
—¿Mi casa? No creo que podamos ir ahí
—¿Que? Estás loco, tenemos que hablar algo muy importante Cole, vamos a tu casa en estos momentos
Asentí y me dirigí a la mayor velocidad que pude hasta el departamento, llegamos a los pocos minutos y sin dejar minutos pasar, ella bajo rápidamente mientras yo la guiaba
—Robert llegará en unas horas, es crucial que esté aquí
—Todos reunidos de nuevo he!
Me dio una mirada despectiva y siguió su camino
—Es aquí, puedes pasar
Asintió mientras pasaba
Unos sollozos llegaron a mis oídos de inmediato, frote mis manos sobre mi cara
—Creo que debemos ir a otro lado—dije con nerviosismo
—Por supuesto que no, siéntate—dijo mientras que de la pequeña mochila sacaba algunos papeles
Suspire esperando a que a Rosse no se lo ocurriera arruinar esto, pero parecía que mis palabras la habían llamado
—¡¿COMO PUDISTE?!—la escuché gritar a mis espaldas
—Rosse este no es buen momento—dije tratando de calmarla
Hizo caso omiso a mis palabras en cambio se le quedó viendo fijamente a Evelin la cual la veía con cara de asombro
—¿TU ERES OTRA DE SUS CONQUISTAS?—dijo apuntándola con un dedo—¿PORQUE LA TRAES A NUESTRA CASA?—volvió a gritar
Me quede pasmado y la rabia había aumentado al doscientos porciento ahora
—¿NUESTRA CASA?—Solté una risa amarga—¿ERES UNA ESTUPIDA O QUE?
—NO ME INSULTES—grito acercándose más a mi
—ESTÁ CASA NO ES TUYA, ES MÍA Y DE MI FUTURA ESPOSA, A TI SOLO TE LA RENTO
—¡¿FUTURA ESPOSA?! ¿ACASO ME HAS ESTADO MINTIENDO?
—NO TENGO QUE DARTE EXPLICACIONES
—SOY UNA ESTUPIDA, TODO EL TIEMPO ESTUVISTE ENGAÑÁNDOME ¿POR ESO SIEMPRE MANTENÍAS CON LLAVE AQUEL CUARTO? ¿TIENES UN HIJO Y NO ME LO CONTASTE?
—¿Cole que está pasando aquí?—pregunto Evelin a mi lado muy confundía—¿Quien es ella?
Iba a responder cuando Rosse me interrumpió de nuevo con sus gritos
—SOY LA MUJER CON LA QUE HACE ELAMOR CADA NOCHE, ME HACE SUYA DE FORMAS ESPECTACULARES
Iba a decir algo para que Rosse no pensara mal pero ella alzó su mano en forma de silencio
—¿Pensé que eras diferente? Cole pensé que habías cambiado—Dijo acusándome con su dedo—Pensé que si amabas a Hanna y no puedo creer que le estés haciendo esto
—Evelin espera un momento, te lo explicaré todo—Dije mientras trataba de impedir que se fuera
—No tienes nada que decirme a mi porque eso se lo dirás a hanna cuando despierte, ahora entiendo que Josh estaba en lo correcto, nunca debimos de creerte—dijo eso y sin más salió de ahí
—Evelin espera—dije tratando de alcanzarla pero unas manos me detuvieron
—LA AMAS TANTO QUE TE ACUESTAS CONMIGO ¿VERDAD?—grito y luego soltó una carcajada
La sangre me ardió aún más y sin pensarlo y aún sintiendo que mi sangre corría deprisa y de pronto lo hice
—CÁLLATE MALDITA ZORRA—grite mientras le daba una fuerte cachetada a la pelirroja
Nunca había tocado a una mujer esa forma, pero ella me había sacado de mi, la miré con arrepentimiento y quise ayudarla a levantarse del suelo donde El Fuerte golpe la había dejado
—Per-perdón, yo no quise—traté de decir pero ella me interrumpió
—Así me gustas más—dijo sonriendo cínicamente
En definitiva esta mujer era una loca!!!
Le di una última mirada y salí en busca de Evelin, yo necesitaba saber muchas cosas y darle una explicación
Llame su número y al segundo timbrazo contesto
—Tienes 15 minutos para llegar al aeropuerto, estoy esperando a Robert. Te diremos todo y después de eso quiero que te alejes de nosotros
Asentí tontamente ya que no podía verme
—Estoy ahí en 10—dije y colgué
Maneje lo más rápido que pude aún con los interminables nervios que me acosaban en estos momentos, quise idear alguna excusa para negar que me había acostado con Rosse pero sabía que Evelin no era tonta y ella ni nadie merecía mas mentiras
Aparqué el auto en el estacionamiento y me dirigí en busca de ella
La device en una pequeña cafetería junto a un moreno alto con abundante cabellera
Le di una mirada cuando llegue y me apresure a saludar a Robert
—¿Cono has estado amigo?—dije tratando de ser amable y aligerar la tensión—¿Que tal tu enfermedad?
Solo me miró serio y no respondió a mis preguntas, sabía que Evelin ya le había dicho todo
—Vine con la mejor actitud del mundo, pero me acabo de enterar de que eres un maldito patan, pero no pienso discutir eso ahora
—Después de esto quiero que te alejes de nosotros y por tu bien también de hanna—dijo Evelin sin ánimo
—¿De hanna? Por supuesto que no, no lo voy a hacer nunca
—Lo harás ¿que no ves que la estás lastimando? La traicionaste cuando ella más te necesitaba, no la mereces ni mereces a tu hija
Sentí un golpe seco en el fondo de mi alma, todo lo que decía era verdad y en estos momentos me sentía como el peor patan del mundo
—Está bien—dije sin ánimos
Recibí una mirada de parte de los dos y después los vi asentir
—Vamos a ser directos, desde qué pasó el accidente nosotros nos quedamos muy preocupados y empezamos a descubrir todo—dijo Evelin
—Josh, fue Josh el que causo todo—dijo finalmente Robert frente a mi
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La recta final está aquí, estamos a pocos capítulos de que acabe esto, y trataré de actualizar lo más rápido posible
Espero que disfruten su lectura y que tengan un buen día❤️
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Sin segundas oportunidades.
Ficção AdolescenteCuesta comprender que todas las promesas y todos los sueños que habíamos dicho ya no serían, que se habían desvanecido aquel frío 28 de enero y se habían resbalado de mis manos como se me resbalaba tu sangre. Cuesta comprender que nos habíamos pasa...