Narra Cole
Errores eran los que había cometido, los ojos me ardían por haber retenido tantas lágrimas pero me haría cargo de todo lo que yo mismo había provocado.
Rose sentada frente a mi sonreía abiertamente. Me había separado de mi amada y mi hija, ahora tendría un hijo con ella.
Me levante del sillón donde me encontraba, tomé mis llaves y salí de ahí
Vibró en mi pantalón mi móvil lo tomé en mis manos y el nombre de Robert apareció en la pantalla
—No necesito más insultos—dije al contestar la llamada.
—¿En serio crees que voy a dejar que hanna huya con el?
—¿A que te refieres?—pregunte deteniendo mi paso
—Querido Cole, nos hemos separado por mucho tiempo y no has sabido nada de mi, mi vida ha dado un pequeño cambio y todo ha cambiado conmigo. Hanna es mi amiga y no voy a dejar que se quede con alguien como ese tipo
—¿A que te refieres con ese tipo?
—No has investigado nada sobre el ¿cierto? Bueno, digamos que no es cien por ciento leal así que yo me voy a encargar de él, tú solo te encargarás de hanna y que vea la verdad
—Pero ahora tendré un bebé con Rose—dije lamentándome
—Eso no es un problema, yo me encargaré de todo, solo encárgate d hanna y encárgate de no hacerla sufrir más.
La línea se cortó y mis pensamientos comenzaron a volar ¿Quien era realmente Frank?
Subí a mi auto rápidamente y comencé a manejar directo a la oficina, recogería mis cosas y después buscaría un trabajo, no quería tener algo en común con Frank
Narra hanna
El camino era largo, los minutos se hacían cada vez más lentos y yo estaba queriendo morir de la emoción. Por fin tendría a mi hija en mis brazos. Por fin estaría completa.
Frank a mi lado sonreía, pero eso hacía que me sintiera incómoda ¿acaso el sonreía todo el tiempo? Decidí ignorarlo, también decidí ignorar cuando quiso tomarme de la mano y cuando quiso besarme.
Debía dejar en claro todo esto.
—Llegamos—dijo Frank levantándose de sí asiento
Sonreí con entusiasmos y lo seguí, una especie de casa hogar estaba frente a mi, Frank hablo por varios minutos con algunas personas y luego pasamos por fin
Todo era de colores y había muchos niños corriendo por los pasillos, mi corazón empezó a later a mil por hora, la cabeza me daba vueltas y sentía que devolvería todo lo que tenía en el estómago, las manos me sudaban y un cosquilleo en mi estomago me hacía querer reír aunque en mis ojos quisieran salir lágrimas
—¿Estás lista para verla?—pregunto Frank frente a mi
—He esperado mucho tiempo—dije tomando su mano que me extendía
El sonrió en respuesta y nos adentramos en una habitación amarilla con varias cunas por todos lados, nos acercamos a una específicamente y una pequeña bebe estaba dormida frente a mi
Las lágrimas empezaron a bajar por mis mejillas y las dejé salir sin problema, no podía creer que la tenía por fin frente a mi
Era hermosa, tape mi boca para que mi llanto no lograra despertarla pero fue inútil
—¿Quiere cargarla?—Me preguntó la enfermera que se encontraba a su lado
—Por supuesto que quiero—dije tratando de parar las lágrimas
La vi acercarse a la bebe y alzarla Justo cuando me la dio, la sentí en mis brazos ella abrió sus hermosos ojos
Las lágrimas siguieron bajando como si hubiera abierto una llave, sentía miles de emociones inexplicables. Me sentía feliz y plena. Ella era mi hija y era al angelito que cuidaría por el resto de mis días
Me quede observándola por mucho tiempo, intenté alimentarla pero la leche no salía así que tuve que alimentarla con un biberón.
Frank y yo firmamos algunos papeles y por fin salimos de ahí, no me despegué ni un solo segundo de mi hija, ya había perdido demasiado tiempo lejos de ella y no soportaría alejarme más
Pasamos a comer a un restaurante, y luego partimos de vuelta a Estados Unidos.
Todo era raro para mi, ella lloraba y yo no sabía como calmarla pero al fin lo había logrado, no había cruzado palabra con Frank en todo el camino pero no me importaba, solo quería admirar cada parte de mi hermosa hija, la amaba como a nadie, con ella no necesitaba a nadie más y me motivaba a seguir, a buscar una vida donde solo seamos ella y yo y nadie más
La iba a proteger hasta el fin del mundo, ahora solo seríamos ella y yo.
Cole, se parecía tanto a él.
Sería inevitable no pensar en el pero haría que no me afectara tanto como lo hacía, no quería que me siguiera lastimando tanto como lo hacía
Quería alejarme de él, quería no volver a saber de él.
Pasaron las horas hasta que por fin llegamos a la casa de Frank, todo era hermoso pero había alguien sentado en la sala que no esperaba
—Cole ¿que haces aquí?—dije parándome en seco cuando lo vi
Se quedó parado frente a mi viendo lo que traía en mis brazos, ignore eso solo quería que se fuera
—Vete por favor, Frank viene en un momento y no creo que le guste verte en su casa
—Así que ¿ya vives con el? No lo puedo creer ¿cuánto tiempo de llevo cambiarme? Espera acabas de salir de coma y ya estaba revolcándote con alguien más, mi hija no se quedará aquí, dámela—dijo acercándose a mi
Cada una de las palabras que había dicho me habían roto un poco más, no podía creer lo que estaba diciéndome
—Aléjate de mi, no tienes una maldita idea de lo que dices, ¿como te atreves? Tú fuiste el que se revolcó con otra y la dejo embarazada. Quiero que te largues en estos momentos.
—No tienes idea de quién es el hombre con el que estás, te vas a ir de aquí conmigo ahora—dijo tomándome del brazo
—Frank, ayúdame por favor—grite tratando de zafarme
Frank llegó a mi lado y le soltó un puñetazo logrando que soltara mi brazo, retrocedí un paso del susto y quise que parara
—Llévenselo—dijo Frank viendo mi expresión
La gente de seguridad que venía con el saco a rastras a colé, el gritaba que me alejaría de mi hija si yo no me alejaba de Frank
Todo se había destrozado en mi tan solo con haber escuchado esas palabras.
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Por fin capítulo, lo siento pero estoy tratando que el final lo tengan lo antes posible.
Nos leemos a la próxima.
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Sin segundas oportunidades.
Fiksi RemajaCuesta comprender que todas las promesas y todos los sueños que habíamos dicho ya no serían, que se habían desvanecido aquel frío 28 de enero y se habían resbalado de mis manos como se me resbalaba tu sangre. Cuesta comprender que nos habíamos pasa...