Capitulo 1

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Sentía una terrible punzada en la cabeza, intenté alzar la mano para tocarme donde me dolía pero había sentido un dolor agudo en la mano como un pinchazo intenté ver mi brazo pero veía todo borroso, alguien se acercó a mi.

--Anna querida, no te muevas, ¿Cómo estás?-- No reconocía la voz de quien me hablaba y no podía ver bien, noté que me estaba tomando de la mano, la solté para ponerme mi mano en la cabeza no soportaba el dolor.

Entraron más personas, solo alcanzaba a ver siluetas.

--¿Te duele mucho la cabeza?-- Asentí y fue un dolor terrible --Déjame ver tus pupilas, me acercó una luz y cerré los ojos, me agarró el ojo y lo mantuvo abierto con la luz de frente --¿Puedes decirnos como te llamas?--

Intenté contestar correctamente pero la voz me había salido como lenta, no era mi voz y no había dicho nada legible.

--Vamos a dejar que el dolor de cabeza remita, es una reacción normal por el tiempo que estuvo sin oxigenación el cerebro, ya veremos como sigue-- Sentí mucho sueño y me dormí.

Cuando desperté sentía la boca muy seca, alguien me puso la mano en el hombro y me dijo:

--Hola bonita, ¿Quieres beber agua?--

Afirmé, después de tomarme el agua le dije:

--Gracias-- En ese momento iban entrando mi suegra y un doctor.

--Anna-- Se acercó a abrazarme la mamá de Mateo, la separé preocupada y le pregunté:

--¿Cómo está Mateo?, ¿Dónde está?-- Mi suegra volteó a ver al doctor buscando la respuesta.

-- No debes preocuparte por Mateo deja primero te reviso y en cuanto te de el alta podras irlo a ver, pero necesito hacerte todos los análisis y si todo sale bien mañana mismo podrías dejar el hospital--

A pesar de las palabras del doctor algo en la cara de la mamá de Mateo no me dejaba tranquila, sentía que algo me estaba ocultando se le notaba preocupación pero tal vez solo era por mi. El doctor me estaba explicando que había estado muerta tres minutos que era el límite para evitar daños por falta de oxigenación al cerebro y quería comprobar que no tuviera consecuencias. Me hicieron toda clase de pruebas incluidas una tomografía y muchas psicomotoras.

En la noche que regresé a mi habitación estaba muy cansada casi no comí nada el papá de Mateo dijo que se iba a quedar conmigo yo solo quería dormir.

Cuando desperté me lleve la desilusión de no sentir a Mateo a mi lado y en cuanto abrí los ojos recordé el porque.

--¿A qué hora nos podemos ir?-- No entendía porque Mateo no había ido a verme tal vez se había fracturado algo con la caída o estaba muy adolorido, por lo que fuera a mi me urgia salir para poder estar con él.

--Deja le pregunto al doctor-- Me dijo Tomás.

Llegó el doctor a mi habitación.

--Anna eres increíblemente afortunada a pesar de tu caída y del tiempo que estuviste sin la correcta oxigenación todo esta bien en ti, deja empiezo el papeleo y a medio día ya te puedes ir, ahorita va a venir una enfermera para ayudarte a bañarte y que estes lista a esa hora--

Llegó la enfermera y me ayudó a bañarme, a pesar de no tener nada grave me dolía el cuerpo tenía varios moretones, me dieron de desayunar algo ligero y a las 11:30 ya solo me quedaba esperar.

Llegó Claudia.

--Hola hermanita-- Me abrazó y empezó a llorar --Tenía tanto miedo de que te fueras, estaba tan asustada cuando no reaccionabas, gracias por luchar por seguir aquí con nosotros--

Tu oscuridad es mi felicidad 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora