Capitulo 18

147 16 0
                                    

Ese día tenía la junta mensual en grupo AIMA, a pesar de que efectivamente las cosas habían mejorado entre Mateo y yo me sentía culpable por abandonar la empresa y aún me quedaba un poco de sensación desagradable de que él no quisiera hacerse cargo.

--Hola Isabella ya te extrañábamos mucho-- Me dijo a modo de saludo Sam.

--Hola, yo también extrañaba venir, gracias por toda la información que me mandas y por tener tan bien la empresa--

--De nada es un placer trabajar aquí--

Me quedé pensando ¿qué hubiera pasado si él no hubiera estado trabajando en grupo AIMA desde antes de la caída?, era un milagro que lo hubiéramos encontrado.

Toda la mañana estuve en juntas, después fuimos a comer, cuando sirvieron la comida, me olió un poco a apio por lo que mandé a preguntar que ingredientes contenía, cuando me confirmaron que tenía apio, pedí que me la cambiaran por alguna otra comida.

--Eres alergica al apio--

--Intolerante-- Le dije.

--Yo soy intolerante a la lactosa--

--¿En serio?--

--Si desde hace como siete años me lo descubrieron, antes de eso seguido tenía mucho dolor de estomago--

Después de pensar en eso tuve una idea, que hasta cierto punto me había dado pena no haber tomado en cuenta antes.

--Sam debemos de implementar un programa para saber si a parte de nosotros hay más personas con problemas de intolerancia y tener un menú especial, en tu caso se que hay muchos productos que son libres de lactosa, podrían preparar lo mismo del menú solo que con esos productos--

--¿En serio harías eso?-- Me dijo con un brillo de alegría en sus ojos que me hizo avergonzarme.

--Si, perdón por no haberlo considerado desde antes--

--No te preocupes muchas gracias, hay muchas veces que se me antoja mucho lo que preparan pero que no puedo comerlo, voy a mandar un mail a recursos humanos para que averigüe quien tiene alguna intolerancia o requerimiento especial y después voy a hablar con los de la cocina. Gracias Isabella eres una maravillosa jefa--

Me gustaba pasar el tiempo con Sam era muy inteligente y culto, hablábamos de arte y de historia con facilidad, además de que su entusiasmo por grupo AIMA era algo que agradecer, a pesar de que no me caía bien su novia por el solo hecho de discriminar a Mateo, le pregunté por ella.

--Estamos muy bien, todavía hay días que me cuesta trabajo creer cuanto la amo, después de mi divorcio pensé que no iba a poder volver a amar así, auque te he de confesar que a veces me da miedo, se que no podría sobrevivir sin ella, ella es mi todo, es la fuerza que me da el empuje para vivir--

No pude evitar pensar que así me había sentido con Mateo pero me dolía que ya no era así. Lo quería pero no lograba hacerme vibrar como antes, había pensado en lo que me había dicho mi mamá cuando me había preguntado por qué no le había dicho que si a Nathan para casarnos.

"El amor verdadero no existe, existe la atracción desenfrenada, esa que te hace perder la cabeza que te cambia el mundo, pero eso solo es pasajero transcurrido un tiempo se esfuma y empiezan los problemas, pero con Nathan es distinto, siempre va a estar para ti, no necesitas esas explosiones de emoción para saber que compartes tu vida con un hombre maravilloso que te quiere y te respeta, además ya pasaron por mucho como tu dices, ya se pelearon y contentaron, ya lloraron y se rieron... ya se conocen y se respetan hija, no alejes a tu mejor amigo por un cuento de hadas"

¿Y si ella había tenido razón? No es que quisiera estar casada con Nathan pero tal vez lo que habíamos tenido Mateo y yo solo había sido "atracción desenfrenada".

Tu oscuridad es mi felicidad 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora