Capitulo 12

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No sabía por que le había dicho así, pero escuché su sopresa.

--Que significa que te llame así--

--No es que tenga un significado exacto es solo que así me decías antes, en realidad no se por que--

--Porque.... pues en verdad no lo se, pero es como algo muy tierno algo muy lindo, y así es como siento que eres--

--O sea que estas diciendo que solo soy tierna y linda-- Me dijo mientras empezaba a desabrocharme la camisa, aún no podía dejar de asombrarme la forma en la que me tocaba, nadie nunca lo había hecho así con esa mezcla exacta entre pasión y amor, entre sensualidad y ternura, Anna era increíble.

Después de quitarme la camisa, empezó a desabrocharme el pantaón, yo no podía moverme sus manos eran magicas, sentí el momento en el que dejo caer mi pantalón, estaba nervioso yo solo estaba de pie y ella seguía desvistiéndome, cuando me quedé totalmente desnudo una sensación de inseguridad me asalto, ¿Y si no era lo suficientemente bueno para ella?

--Eres el hombre más sexi que he conocido, eres guapísimo y estas buenísimo-- Me dijo mientras con besos llegaba hasta el centro de mi extasis, sabía que estaba haciendo sin poder evitarlo había agrarrado su cabello, pero no era lo mismo sin ver, la última vez que una mujer había hecho lo mismo lo que más me había excitado había sido verla.

--Anna, no continues por favor--

--¿Hice algo mal?-- Dijo ella muy soprendida.

--No, eres maravillosa, es solo que.. quiero abrazarte--

--Mateo ya te dije que se cuando mientes, sino quieres que haga algo solo dímelo pero no me mientas por favor--

--Eres la mujer más sexy del mundo eso lo se porque soñé con estar así contigo cuando te veía en el poster, pero no puedo verte--

--Dame tus manos--

Me hizo que pasara mis manos por su cara, y después continuó haciendo lo mismo, me hizo sentir en lugar de poner mis manos en su cabello pasaba mis manos por la escena que ella estaba haciendo, era increíblemente sexy sentir la forma en la que tenía la boca abierta y como se movia después de unos momentos cerré los ojos y recordé que no necesitaba ver, había tenido sexo muchas veces y la mayoría lo había hecho con los ojos cerrados.

Las otras veces que lo habíamos hecho había sido por un impulso, esa vez quería hacerlo, pero quería apreciarla, quería sentir su piel redescubrir esos lugares que sabía que la excitaban.

Escuchaba la respiración entrecortada de Anna y sabía que se aproximaba al orgasmo, puse mis manos en su cara y sentí el momento en el que tuvo el orgasmo, sentí su expresión de placer, poder sentir la tensión de sus músculos y los sonidos que hacían era increíble, no necesitaba ver para disfrutar hacer el amor con mi novia, además había hecho el amor, verdaderamente eso era hacer el amor.

--Me encanta el placer que me produces-- Me dijo antes de pararse de la cama, era difícil relacionar a la tierna Anna con la mujer tan sensual que podía ser.

--Me encantas muñequita traviesa--

--Vamos a comer muero de hambre--

--¿Por qué tu estomago no sonó?--

--Me encanta saber que estabas verdaderamente concentrado, sonó en el momento menos oportuno-- Me dijo y después de pensarlo un poco entendí a que se refería.

Nos vestimos y fuimos a un restaurante, cuando llegamos la muchacha que nos atendió gritaba mucho y hablaba despacio, suponía que tendría algún problema por lo que no dije nada.

Tu oscuridad es mi felicidad 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora