Trastorno

ANSIEDAD

Solté el lápiz dejándolo caer en medio de mis ideas desordenadas en un pedazo de papel, ¿Qué me está pasando?, mi corazón acelera los latidos, me duele el pecho, las manos me tiemblan, siento que mi cabeza explotará en cualquier instante, todo el cuerpo se me escarapela, ¿me estaré volviendo loco?, mi angustia aumenta cada vez más, el pulso me golpea varias veces, solo escucho el eco que produce dentro de mí.

Trato de tranquilizarme, tomo una pastilla que me recetó el psiquiatra y me quedo profundamente dormido.

Ya no lo aguanto, no soporto estas crisis, pero sé que todo está en mi mente, esta enfermedad no tiene cura y deberé aprender a vivir con este "monstruo" que vive en mí, controlándolo antes que estalle junto con mis nervios.

Escucho ecos profundos de gritos hirientes, de aquellos tiempos de escuela, insultos que aun no quiero recordar.

Estoy tan consciente mientras pierdo la cordura, me doy cuenta de todo, mientras todo se vuelve confuso. Tengo un amigo dentro de mí, aunque me cause daño, sé que es bueno, solo debo hacer caso a su consejo.

Emocionado despierto, es una linda mañana, llevo en mis manos un detalle bien preparado, sé que a mis compañeros del instituto les gustará.

Abro la puerta de par en par, veo miradas curiosas tratando de adivinar qué escondo tras de mí, es un momento incómodo, un lapso silencioso que es interrumpido por un estruendoso disparo.

Todos gritan "alegres", se protegen bajo los pupitres, otros se ponen de rodillas a mis pies, no escucho cual es su petición. Pero sé que lo están "disfrutando", uno a uno voy disparando, no deseo dejar a ninguno sin su pequeño regalo.

¿Qué es lo que escucho?, ¿serán tal vez?, ¡no!, ¡imposible!, no creo que mis amigos me hayan traicionado, ¿o sí?, siento una furia descomunal, lanzo alaridos, maldigo a cada uno de los cadáveres que me manchan las botas con sangre.

Busco un rincón, coloco las manos en mi nuca, repito una y otra vez:"no quise hacerlo", aunque sé que es mentira. Las sirenas se dejan escuchar cada vez más cerca, no soporto esta ansiedad, no soporto la espera.

También sé que solohay una solución, aterrorizado escucho un destello fulminante en el oídoizquierdo, es entonces cuando caigo y me doy cuenta que en todo lo que sabía,estaba equivocado.