New King / ChenMin

Una par de semanas.

—Ya par de tortolos —SeHun pasó a su lado riendo haciendo sonrojar aún más a MinSeok.

—Es solo un arreglo de cuentas, si puedo regresar antes, lo haré —beso su frente y dejo otro corto beso en sus labios.

El príncipe Kim partió con un pequeño escuadrón de soldados detrás, y su mano derecha, el príncipe SeHun.

—¿MinSeok? —la princesa tomó su brazo —¿Gustas ayudar en la cocina? Sé que te gusta cocinar.

—Dae no me deja cocinar desde que incendie el horno al tratar de preparar pastel de queso —sus tripas gruñeron.

—Pero Dae no está aquí —sonrieron cómplices y fueron a la cocina.

—¿Qué se siente que una rata te gane el lugar que siempre quisiste?

—Cierra la maldita boca —bajó del candelabro y se adentro al jardín trasero.

—Si que eres estúpida —le siguió la otra chica —Has tenido tantas oportunidades de matar a "Minnie", pero tú amor por el imbécil del príncipe es mayor.

—Si solo venías a recordarme mi desgracia, ahorra tú maldita saliva y lárgate.

—Ay nena, esto del amor te está afectando pues siempre que venía me recibias con un afectuoso "¡Qué bueno que viniste, Seulgi preciosa!".

—Nunca te he dicho preciosa —se rió un poco.

—Sabes qué por más que trates de salvarlo, solo esa persona puede ayudarlo.

—¿Cuánto tiempo más me dio el señor?

—Solo un par de semanas más —asintió ayudando una rosa a florecer la cual se desvaneció en instantes —Fuimos entrenadas para destrucción, más no para salvación.

—Dile al señor que —dio un largo suspiro —Una vez JongDae regresé del viaje, el trabajo estará hecho.

🏰

—¿Mami? —la reina retiró rápidamente sus lágrimas al ver a su hijo en la puerta de su habitación.

—¿Qué pasa mi príncipe?

—¿Podemos leer o cantar? —ella sonrió enternecida la ver el libro qué llevaba en sus manos.

—Mi príncipe me temo que no podremos hacer eso en estos momentos.

—¿Porque?

—Está todo listo mi reina —hablaron desde el pasillo.

—Ven aquí mi príncipe —ella palmeó sus piernas en dónde el pequeño príncipe Kim se sentó —Eres el príncipe más valiente que he conocido ¿lo sabes?

—¡Ya duermo con la luz apagada!

—Lo sé —ambos sonrieron —Quiero pedirte un favor muy, pero muy grande ¿lo harías?

—Si mami —respiro hondo y habló.

—Nunca lo entregues, si no lo sientes necesario en verdad —tocó con su mano su pecho.

—Mi reina, el tiempo corre —dijeron de nuevo detrás de la puerta.

—¿Te irás?

—Pronto nos encontraremos de nuevo, príncipe —besó su frente y salió de la habitación sin saber qué sería la última vez que estarían juntos en ese gran castillo.