Es cierto ese dicho de que el tiempo lo cura todo, sin embargo, me pregunto: ¿quién cura el tiempo? el tiempo perdido, el tiempo que pasa.
El tiempo en que no nos damos cuentas de cuando pasamos de tener sonrisas en nuestra cara por recibir nuestro juguete favorito a tener arrugas en nuestra cara, por sentarnos en el mismo asiento de todos los días, de todas las semanas, de todos los años, y así sucesivamente, lo peor es saber que la única que puede detener aquello, es la tan temible muerte.
El tiempo es imprescindible, es el mismo tiempo el que nos cura y el que nos daña a la misma vez.
