Claudia escuchó en las noticias que un satélite ruso iba a caer en la tierra y debido a su antigüedad, ya no había forma de controlar su trayectoria. Al principio no le dio mucha importancia y siguió leyendo su libro, mientras daba un sorbo a su café matutino, pero levantó la vista al escuchar que dentro de las posibilidades de la llegada inesperada del aparato espacial, era precisamente en Chile.
Trató de no pensar en eso durante el día, pero estaba en todos lados. En Twitter ya era trending topic con el hashtag #CuandoElSatéliteCaigaYo en donde habían varios comentarios jocosos al respecto, y ya había #PartyChilensisSatélite en donde los memes apocalípticos y de basura espacial cayendo sobre políticos no se hicieron esperar.
Le preocupaba la total indiferencia al tema y se lo comentó a Jorge. Éste, conociendo el fatalismo de ella, le alimentó sus ideas, contándole casos de personas que murieron inesperadamente al caerles partes de estaciones espaciales del cielo.
Los días pasaron y se hablaba poco y nada del satélite, pero Jorge no dejaba de reportarle a Claudia noticias de la trayectoria y nuevas teorías de dónde caería. Incluso encontró un sitio web en donde podía ver su avance en vivo. Al parecer a nadie más que a ellos le importaba (y seguramente a la Agencia Espacial Federal Rusa).
Ahora Claudia caminaba por las calles con cuidado, mirando de reojo siempre hacia el cielo y más de alguna vez se vio con sobresaltos al encontrarse con algún objeto sobre su cabeza, que generalmente era algún avión o paloma que pasaba.
Jorge seguía obsesionado por el satélite, no sabía si era por molestar a Claudia o porque le había contagiado la paranoia. Encontró una cuenta de Twitter llamada @CayóElSatélite? A lo que constantemente respondía "No." en su timeline, lo que generaba unos 300 retweets cada vez que publicaba. Por supuesto que él también lo hizo y mencionó la cuenta de Claudia para que lo viera. Ella de inmediato pensó que había sido él el creador de esa cuenta, pero nunca pudo comprobarlo.
Un viernes, Claudia estaba vistiéndose para ir a su trabajo sin pensar en más que su reunión de la tarde. Hacía días que no sabía de Jorge, ni del satélite, por lo que rezaba que hubiera caído en el desierto o se desintegrara en el espacio. (El aparato, no Jorge).
Se disponía a salir de su departamento cuando le llegó una notificación a su celular. Lo sacó de inmediato de la cartera para ver de qué se trataba. Un mensaje de Whatsapp. Era jorge: "Hoy cae el satélite. No salgas de tu casa. :).
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Cuentos Aleatorios
Short StoryCuentos sin conexión más que las ansiedades, las angustias y los sueños. Foto portada: Extraído del extinto Boletín de Contrapsicología El Rayo que no Cesa. (vía : https://primeravocal.org/mujer-y-locura-de-conchi-san-martin/)