Golpeé la puerta de la sala de conferencias y espere a que me abriera la puerta (¿Qué sentido tiene poner puerta con llave si el lugar es todo de vidrio?), me senté en el gran mesa de roble oscura ubicada en medio de esta habitación transparente, por primera vez en mi vida vi a Mark alterado y por unos segundos me genero cierta satisfacción, pero en cuanto vi la cara de temor de mis compañeros esa emoción se evaporo, de pronto fui consciente de que todos me miraban con expectativa, como si yo estuviera por revelarles un secreto.
-¿Alguien podría hacerme el favor de explicarle a Emma, la que llega cuando quiere, que es lo que esta pasando mientras yo redacto un informe?.
-Yo lo haré señor- Dice Sophi, mi mejor amiga, dentro y fuera del trabajo.
-Adelante, rápido por favor, en lo posible antes de que venga la policía y nos saque a patadas en el culo de acá- Agrega Mark con su tono exasperante de siempre.
-Emma, no se si estas al tanto de la ultima conferencia del presidennte, pero por el momento todos los empleados, sean públicos o privados, debemos dejar de venir a trabajar, mas que nada por una cuestión de seguridad.
-¿Dejar de trabajar? ¿Qué carajo esta pasando?- Mis ojos se salían de orbita, no entendía nada de lo que me estaban contando.
-No sabemos mas que eso Emma, Mark nos enviara un correo con el trabajo adjunto y lo haremos desde casa hasta que se solucione todo, anoche el presidente dijo que lo están amenazando y que debemos desalojar todo edificio por miedo a un ataque terrorista.
¿Quién podría hacer eso? En las ultimas elecciones presidenciales Joan había sido elegido por un porcentaje muy alto, su aspecto de señor mayor (aunque solo tuviese 55 años), su sonrisa calida y su peinado para atrás nos habían inspirado confianza, sobretodo después de enterarnos la cantidad de trabajos a donoren que hizo en su juventud para evitar la imparable contaminación que nos esta matando poco a poco, el fue el único que se atrevió a hablarnos con sinceridad sobre la reducción de años de vida en la población de clase media, el bajo índice de natalidad, la cantidad de tóxicos que había en el aire e incluso los problemas que esto podría traer a largo plazo, su relación con otras republicas es excelente e incluso prestamos ayuda a países poco desarrollados. ¿Quién amenazaría al presidente? La cabeza me da vueltas, pero un gran golpe me saca de mi estado pensativo.
-Acaba de llegar la policía, piden el desalojo del lugar, nos dan media hora para recoger nuestras pertenencias- Dijo Alicia, la recepcionista, con cara de terror.
-Perfecto, ya voy yo a hablar con ellos, los demás vayan a sus despachos y agarren todo lo necesario para trabajar desde sus hogares, y háganlo rápido.- Grito Mark con una expresión que desconozco.
Exactamente eso hicimos todos, me dirigí a mi despacho, nunca el ascensor estuvo tan silencioso, todos nos limitamos a mirar por las paredes transparentes sin encontrar mucho mas que niebla. Al llegar a mi oficina, guarde mi tablet, algunos discos externos, el portarretratos digital que reproducía en loop mis ultimas vacaciones en la playa con Christopher y un cuadro con la ultima foto que me tome con mi padre antes de que muriera en el año 2048, cerré la puerta, puse la contraseña en el pequeño tablero de la derecha, y esta quedo cerrada automáticamente, emprendí mi retirada en total silencio al igual que todos los otros empleados.
Metros antes de salir escoltada por un oficial de la policía escucho unos tacones que se acercan corriendo hacia mi, era Sophie
-Emma, me podes alcanzar en tu auto? No hay transporte publico y tardaría mil años en llegar a casa en un taxi- Dice ella poniendo las manos como si fuese a rezar.
-Tengo una idea mejor, si tu hija sigue en la casa de tu ex podes venir a cenar a casa, le voy a decir a Mila que prepare los ravioles que te gustan tanto- Me esforcé por esbozar una media sonrisa intentando quitarme el sabor amargo del día.
-Hecho, nos va a ser bien despejarnos un poco, espero que a Chris no le moleste- Concluyo Sophie.
De mi boca salio una especie de chasquido acompañado de un gesto con la mano, un intento fallido de decir ''para nada, no hay problema'' de forma alegre y normal, dentro mio se encontraba una montaña rusa de sentimientos y seguramente el temor y la incertidumbre iban en los primeros asientos.
Poco a poco fuimos desalojando el lugar, en orden y sin exabruptos, primero los trabajadores de planta baja, luego nosotros y por ultimo las empleadas mas mayores junto a policías que ayudaban a llevar sus cajas cargadas de pertenencias y reliquias luego de estar media vida trabajando para la empresa.
Hasta hoy el ''trabajo en casa'' era una bendición, pronto rogaría volver a la normalidad y a los maltratos de Mark.
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E.C.O.
Fiksi IlmiahEn un futuro no muy lejano y bastante probable las cosas comienzan a cambiar, el mundo como lo conocemos no da para mas, un nuevo comienzo se acerca, pero no será agradable.