E.C.O.

Capítulo 6

Se suele decir a menudo que ''la familia es lo que te toca, los amigos son los que se elijen'' en mi caso es diferente, mi familia me tocó por obra del destino y a la vez la elijo día a día. Éramos el reflejo perfecto de la unión familiar, las navidades multitudinarias, los cumpleaños con decenas de platos descartables porque los de cerámica no alcanzaban nunca, crecí rodeada de eso hasta que un dia, sin previo aviso, se me arrebato cruelmente, mi padre, el pilar de todos nosotros y mi gran amigo murió luego de luchar contra su enfermedad, nadie estuvo con el en ese momento, sucedió a plena luz del día, los médicos me aseguraron que no sufrió, simplemente su corazón no aguanto y se desplomo en el suelo, para cuando llegamos, unos mal nacidos habían robado el brainphone que llevaba encima y su billetera. ¿De verdad creían que la diferencia de clases era un tema resuelto? El odio y la separación entre los barrios mas carenciados y los mas ricos fue creciendo paulatinamente en los últimos cien años y cada vez es mas notable la diferencia, mientras nosotros tenemos pantallas gigantes, electrodomésticos inteligentes y la posibilidad de viajar vía aérea, ellos toman agua de ríos contaminados, comen de las sobras y todas sus tareas son manuales, no soy una estupida, los entiendo, pero eso no va a devolverme a mi papá.

Me jure cuidar a mi madre por lo que me quedara de vida, yo no tengo hermanos, la responsabilidad es toda mía, y fiel a mi promesa me desperté a las ocho de la mañana, por suerte ya había luz eléctrica nuevamente y decidí partir para la casa de mi madre, si la situación del país era tan critica, no podía permitirme estar lejos de ella.

Estacione en la puerta de la casa antigua de mi madre y toque la bocina, ella me vio por la ventana e instantáneamente su cara denoto preocupación, ¿Tan raro es que una hija visite a su madre? Últimamente no tengo mucho tiempo libre, pero aun así se que merezco ese gesto, aunque por dentro me rompa el corazón.

Entre a la casa y con una tranquilidad fingida dije:

-Ma, no se si estas al tanto de lo que esta pasando, dicen que no es nada grave, que en unos días va a estar todo resuelto, pero me tranquilizaría mucho que vengas a casa conmigo y Christopher, Mila y vos van a poder hacerme mis platos favoritos- Trate de disfrazar toda la situación para que parezca unas vacaciones y no un refugio contra lo desconocido.

-Hija, estoy bien, no te preocupes, podemos hablar todos los días por teléfono, sabes que no me gusta dejar la casa sola.

-Por favor, hacelo por mi-le implore- aunque sea solo un par de días y volvés para acá a tu rutina de siempre, te lo prometo.

-Esta bien Emma, déjame agarrar algo de ropa, pero tenés que saber que estas exagerando demasiado ¿Quién le va a hacer daño a esta pobre vieja? no tengo dinero ni artículos de valor, no me meto en los problemas del barrio y me paso las tardes tejiendo y mirando televisión, si hay alguien en peligro son los jóvenes, no yo. 

Ayude a mi madre a poner incontables prendas en su valija de viaje, incluso guardo una de esas viejas linternas del siglo pasado que usan pesadas baterías y son un objeto totalmente en desuso, su collar de perlas con sus aros a juego, el shampoo que si o si tenia que usar para que su cabello totalmente canoso se vea plateado y sus ingredientes secretos para prepararme mis platillos favoritos de pequeña, todo eso fue derecho al baúl de mi auto, a la vista de todos puede parecer una mezcla un tanto rara, pero conociendo a mi mamá debo reconocer que agarro ''lo mínimo e indispensable'' ,cuarenta minutos después estábamos listas para partir.

Transitamos las casi sesenta cuadras que separan la casa de mi madre de la mía casi en absoluto silencio, la cantidad incontable de policías que había en las calles, todos armados y con cascos creaban una tensión casi palpable en el aire. No llegaba a comprender la magnitud de lo que sucedía, la falta de información es el principal enemigo en una sociedad, la gente ignorante es la mas fácil de manipular. La falta de luz y teléfono nos dificultan bastante la comunicación entre nosotros, ni hablar de las cárceles en las que se transformaron nuestros hogares, sea lo que sea que esta sucediendo no es ningún juego.