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CAPÍTULO 7-EL HECHIZO

Bonnie echó un último vistazo a su grimorio para asegurarse de lo que tenía que hacer con el hechizo. No podía creer que en unas pocas horas sería capaz de ver y hablar con Caroline. Echaba de menos a su amiga y no podía esperar para hablar con ella. Los últimos dos días no había hecho nada, solo preparar el hechizo, ganando fuerza, provenía de la antigua línea de las brujas Bennett, una de las más poderosas en el mundo, sabía que podía hacerlo.

Los pensamientos de Bonnie fueron interrumpidos por un toque en la puerta, mirando el reloj vio que eran casi las seis, ese debía ser Stefan. Recogió su grimorio y sus cosas, fue hasta la puerta y respondió-. Hola, Stefan.

-Bonnie –saludó Stefan-. ¿Estás bien?

Bonnie respiró profundamente para tranquilizase, mentalmente repasando todo lo necesario para el hechizo y sabiendo que estaba preparada, le asintió a Stefan-. Estoy lista –salió y cerró la puerta.

-Vamos –Stefan caminó hasta el coche de Bonnie ya que había corrido hacia su casa. Después de que Bonnie abriera el coche se metió en él, mientras ella conducía él le indicó el lugar, llegando, aparcó el coche y caminaron el resto del camino. Al llegar al claro, Stefan cerró los ojos por el recuerdo del dolor, cuando llegaron al lugar en el que murió Caroline, tragándose el dolor le señaló el lugar a Bonnie-. Ahí. Caroline murió justo ahí.

-Gracias Stefan –Bonnie le colocó la mano en el brazo dándole un apretón-. Sé que no es fácil para ti.

-No, no lo es –respondió Stefan con voz ronca, casi incapaz de mirar el lugar-. Pero la idea de verla esta noche vale la pena.

-Lo sé –Bonnie lo sabía, era difícil para ella estar en el lugar en que murió Caroline, no podía imaginar lo difícil que era para Stefan al ser él quien había presenciado lo sucedido. Estaba alejando todas sus emociones hasta después del hechizo, no podía permitirse perder la concentración, ya que todos confiaban en ella-. Stefan, necesito saber el lugar exacto en que estaba Caroline.

Stefan colocó las manos en los hombros de Bonnie y la llevó hasta el lugar correcto-. Es éste –alejándose, Stefan preguntó-. ¿Hay algo más que pueda hacer?

-No –Bonnie sacudió la cabeza-. Puedo hacerlo yo sola desde aquí –cerró los ojos, cogiendo el poder de la naturaleza, canalizó el lugar solo pensando en Caroline. Una ráfaga de aire se levantó, haciendo volar las hojas a su alrededor como un tornado, estiró los brazos con las palmas hacia arriba, su cuerpo se sacudió mientras empleaba la energía del espíritu de Caroline, un trueno perforó la noche mientras abría los ojos, por sus ojos pasó un destello azul antes de volver a su verde normal, las hojas cayeron al suelo y el viento se detuvo al instante-. He liberado el espíritu de Caroline.

-¿Bonnie? Tu voz suena diferente –Stefan frunció el ceño, la voz de Bonnie sonaba rara, parecía la suya pero con una segunda voz, una voz que se parecía mucho a la de Carolne.

-Somos una –Bonnie/Caroline respondió, alejándose con un nuevo propósito con cada paso-. Debemos ir a la mansión.

Stefan siguió a Bonnie, sacó su teléfono y envió un mensaje rápido, "Klaus, Bonnie hizo el hechizo. Vamos a tu casa. Stefan." Siguió a Bonnie hasta el coche, antes de meterse en él preguntó-. ¿Estás bien para conducir?

-Si –respondió Bonnie, se metió en el coche y esperó a que Stefan entrara y condujo hasta la mansión de Klaus. De camino le explicó lo que tenía que hacer-. Cuando lleguemos necesito que me ayudes a cubrir la propiedad de Klaus con sal. Yo haré la parte de delante y tú la de atrás.

-¿Qué tan lejos lo quieres de la mansión? –preguntó Stefan.

-El borde de la propiedad –respondió Bonnie-. Pondré la sal alrededor de las paredes y de la cerca, necesitas seguir el suelo hasta que llegues al borde de su propiedad y vuelvas –condujeron en silencio hasta que llegaron a la mansión de Klaus. Saliendo del coche, abrió el maletero sacando una bolsa de sal para ella y una para Stefan- La línea debe ser delgada e irrompible.

 End And BeginningsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora