8

770 38 0
                                    

CAPÍTULO 8-LA CONVERSACIÓN

Klaus estaba a punto de despertarse, había estado soñando otra vez con Caroline. Esta vez se la había llevado a pasear por la playa de Miami, había quedado cautivado por la forma en la que el sol hacía que su cabello resplandeciera. Enterro el rostro en su almohada, queriendo permanecer en ese mundo de los sueños con Caroline cuando frunció el ceño, ¿desde cuando mi almohada huele a vainilla? Abriendo los ojos, Klaus sonrió al ver el pelo rubio de Caroline delante de él y su delicioso cuerpo en sus brazos, aprentando su agarre enterró el rostro en su pelo oliéndola-. Estás aquí de verdad.

Caroline sonrió ampliamente-. Estoy aquí de verdad –dándose la vuelta en los brazos de Klaus lo encaró-. Buenos días –levantó la mano para acariciarle la mejilla, disfrutando de su capacidad para tocarlo.

Klaus cerró los ojos ante su toque, maravillándose por el hecho de que Caroline estaba ahí, en sus brazos. Volviendo a abrir los ojos le sonrió-. Y que buenos días más estupendos.

Caroline rió, acercándose y acariciando la nariz de Klaus con la suya-. No lo sé –sus ojos brillaron con diversión-. Podrían ser mejores.

-Oh, ¿en serio? –Klaus deslizó una mano por la espalda de Caroline hasta dejarla descansar en su cadera, acercáncola incluso más-. ¿Qué sugieres para hacerlo mejor? –preguntó, su respiración tentaba sus labios.

Caroline abrió los ojos con sorpresa al sentir tan cerca su respiración-. Bueno, mi lobo –acarició sus labios sensualmente por su mejilla hasta llegar a su oído-. Creo que un beso podría mejorar está excelente mañana.

El corazón de Klaus se disparó al escuchar a Caroline llamarlo su lobo-. Como desees, mi amor –pasando su mano por sus rizos dorados la atrajo para besarla, la mano que descansaba en su cadera la utilizó para que ella quedara encima de él, mientras sus rodillas quedaban a cada lado de él, Klaus trazó con sus dedos sus muslos hasta detenerse en la curva de su trasero, acariciándolo suavemente y dándole un apretón.

Caroline gimió durante el beso al sentir sus manos en su cuerpo, sintiéndose con valor ella alejó las manos de su rostro, provocándolo con sus manos mientras llegaba hasta su camiseta donde metió las manos por debajo para acariciar los fuertes músculos de su estómago, deleitándose cuando se contrajeron bajo su toque.

Klaus gimió ante sus tiernas caricias, nunca antes un simple toque lo había encendido tanto, luchando para mantener el control acarició con su lengua su labio inferior, atrapándolo con su boca y succionándola cuando la abrió para él. Klaus le mordiqueó el labio provocando que ella gimiera y se frotara contra él. Sonriendo contra sus labios, metió la lengua en su boca para acariciarle la suya.

Caroline enterró las uñas en su estómago mientras Klaus le devoraba la boca, su lengua le estaba provocando un delicioso calor en su centro. Ella subió las uñas hasta su pecho mientras jugaba con su lengua, frotando las caderas contra las suyas buscando algo de fricción, intentando aliviar la sensación que Klaus le había causado.

Klaus embistió las caderas contra Caroline cuando ella se frotó contra él, la mano que tenía en su trasero la atrajo hacia su excitación, con su otra mano le acarició le cuello, la garganta, bajó por su pecho hasta descansar en el borde de su camiseta, por debajo acarició con su mano la suavidad de su piel hasta que palpó su pecho, acariciando con sus pulgar el pezón hasta que sintió como se endureció.

Caroline jadeó contra la boca de Klaus cuando sintió como jugaba con su pecho, la sensación de su pulgar acariciando su pezón le causó una deliciosa sensación que se expandió por todo su cuerpo-. Klaus.

-¿Si? –Klaus sonrió, acariciándole la mejilla con sus labios, besando su cuello hasta que notó su pulso, donde succionó fuerte en su piel, gimiendo al sentir su sabor.

 End And BeginningsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora