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CAPÍTULO 3-DESPERTARES

-¿En serio? -gritó Caroline, rodando los ojos hacia Klaus-. No puedes soportar estar alejado de mí aunque sea por una noche. ¿En serio?

-No puedo confiar en ti para mantenerla a salvo -Klaus fulminó a Stefan-. Después de todo no la protegiste cuando te necesitaba.

-Tú no fuiste allí -Caroline fulminó a Klaus, apretando el puño con ganas de darle un puñetazo.

-Lo intenté -Stefan susurró afligido-. No tienes ni idea lo rápido que corrí hacia ella -se acercó hasta Klaus y clavó su mirada con la suya-. ¿Sabes cómo se sintió verla morir? ¿Ver cómo se iba la luz de sus ojos? ¿Ver cómo iba cayendo y darte cuenta de que era demasiado tarde? -Stefan dejó escapar un sollozo mientras miraba a Caroline-. Y por segunda vez estar impotente mientras mi mejor amiga moría -levantó los ojos llenos de lágrimas hacia Klaus-. No pienses por un segundo que eres el único devastado, el único que apenas puede respirar porque ella se ha ido, el único con dolor porque no lo eres -Stefan mordió su labio mientras intentaba no llorar-. La única cosa que me está deteniendo de una total desesperación es la pequeña esperanza de que tú puedas traerla de vuelta. No te olvides de que tú tampoco estabas, no la protegiste.

Klaus cerró los ojos cuando la verdad de las palabras de Stefan lo apuñaló. No estuve ahí. No la protegí. Le fallé. Una lágrima se deslizó por su ojo mientras la abrazaba más fuerte susurrando-. Lo sé.

Caroline sollozó mientras se daba cuenta del dolor que estaba sufriendo su mejor amigo, todo lo que quería hacer era tomarlo en sus brazos y calmar todas sus heridas. Ella nunca se había dado cuenta de lo mucho que significaba para ellos, siempre se había sentido como si fuese la segunda mejor, o en sus días más oscuros sentirse como si nadie notaria si se fuese. Ahora mirándolos a ellos, Stefan se estaba rompiendo y Klaus apenas se aguantaba. Sintiéndose rota quería consolarlos a los dos, después de un momento, tentativamente colocó una de sus manos en el hombro de cada uno.

Klaus casi se derrumbó al sentir su calor, mirando a Stefan y viendo la mirada en su cara, sabía que Caroline también lo estaba tocando. Tragando fuerte miró a Stefan, su rostro franco y vulnerable-. No puedo perderla Stefan. Después de mil años de oscuridad ella era mi luz, esa luz brillante significaba que todo el sufrimiento valió la pena porque me llevó a ella -Klaus ahogó un sollozo-. Estaba destinado a enseñarle el mundo, llevarla lejos de este pueblo maldito y nunca mirar atrás. Caroline es mi redención.

Stefan nunca había visto a Klaus tan vulnerable, de verdad quería a Caroline para toda la eternidad, le traía esperanza, esperanza para el amor y la redención. Recordó cuando Alaric tomó a Elena y a Caroline, Klaus no había querido ayudar hasta que mencionaron que Caroline estaba allí y se apresuró a salvarla aunque Alaric podría haberlo matado-. Lo siento.

-¿Qué? -Klaus azotó su cabeza sorprendido.

-No podrías haberla salvado -Stefan se señaló-. No te llamé y tendría que haberlo hecho. Lo siento.

Klaus asintió con la cabeza, aceptando la disculpa de Stefan -No puedo irme sin ella Stefan. Tengo miedo de que si la dejo, desaparecerá y nunca la tendré de vuelta. La necesito conmigo. Necesito saber que está a salvo.

-Bonnie y yo estaremos a primera hora de la mañana en tu casa -Stefan cedió, sabiendo que no podría sacar a Caroline de los brazos de Klaus.

-La puerta estará abierta -Klaus respondió, no queriendo perder más tiempo, mantuvo a Caroline acunada en sus brazos y fue hacia la puerta para irse.

Stefan sacudió la cabeza-. Esto va a ser un desastre -miró hacia el ahora sofá vacío-. Espero que sepas en lo que estás Care porque nunca va a dejarte ir ahora -sintiéndose exhausto por los eventos del día Stefan se fue a su habitación, se desvistió y cayó en la cama, el sueño lo venció enseguida.

 End And BeginningsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora