Eternity

Sangre

La policía derribó la puerta y comencé a ver todo borroso, vi como la enfermera gritaba de horror al ver mi cuerpo convertido en un espantajo.

Había demasiada sangre, toda la habitación olía a cadáver putrefacto.No sentía que la sangre corriera por mis venas, creí que estaba muerto pero podía respirar.

Movía los ojos lentamente para ver como todos en la habitación me veían con cara de horror, varios policías salieron de la habitación porque no soportaron las arcadas que les provocaba el olor de ésta.

-Está muerto- dijeron dudosos varios doctores.

-Estoy vivo- dije y sentí como varios vidrios me lastimaban la garganta.

Varios policías se horrorizaron, algunos inclusive dijeron que estaba poseído.

-Ayuden- me- Terminé por vomitar los vidrios que aún estaban en mi garganta.Sentí como mi lengua se desgarró y mi boca se llenaba de heridas.Después sentí un alivio inexplicable, como si no hubiera pasado nada.

Tenía heridas abiertas por todas partes, tal parecía que me había desangrado por completo pero aún así, sentía que tenía la suficiente fuerza como para levantarme y salir corriendo de ese horrible hospital.

-¡Llévenlo a urgencias pronto! ¡Necesitamos hacerle una transfusión masiva de sangre! ¡Revisen el pulso!

-Oiga, estoy vivo- repetí como si nada estuviera pasando, como si me encontrara en otro lugar.

-No tiene pulso- dijo una de las enfermeras y me miró horrorizada.

-Pero yo estoy vivo- de sus ojos brotaron unas lágrimas de miedo.

-¡Revise bien el pulso enfermera! ¡No estoy para bromas!

La enfermera tomó el estetoscopio y comenzó a ponerlo en mi pecho. moví mi brazo hacia arriba para asegurarme de que no estaba muerto, llegamos a urgencias. No estaba muerto, comencé a cantar una de mis canciones.

-Siento como si te recordase desde algún lugar, oh my...Me deshago, eres una hermosa trampa- De repente vi al chico de mis sueños parado en la esquina de la habitación de urgencias, me levanté casi de inmediato.-¿No lo sabes? ¿No lo sabes? Tu sonrisa es peligrosa.

-Señor Jonghyun p-porfavor, conserve sus fuerzas- me dijo una de las enfermeras y me obligó a recostarme. Dejé de cantar.

-No tiene pulso, porque no hay sangre en sus venas. Necesitamos hacerle la transfusión de sangre ahora.- Me pusieron un catéter venoso central y la transfusión inició.

Vi como el chico de mis sueños se acercó, sus ojos parecían estar huecos, nadie más lo veía.

-Nos presentaremos mejor cuando salgas de aquí.- Me dijo el chico y vi como una mano alargado lo tomó por el cuello. Era la muerte. Me miró directo a los ojos con sus ojos huecos y comenzó a soltar una carcajada horrible.

-AYUDA, SAQUENME DE AQUÍ- comencé a patalear y quise arrancarme el catéter pero enfermeras y doctores se unieron para no dejarme ir. Cerré los ojos fuertemente y cuando los abrí ya no había nadie más.

Los doctores me sedaron y comenzaron a revisar mi cuerpo sin que yo pudiera hacer más nada para detenerlos.
Puntadas y puntadas hacían en todo mi cuerpo, volví a sentir como la sangre corría por mis venas.

Jamás había visto tantos doctores reunidos, tantas enfermeras en una habitación tan pequeña, y por supuesto jamás había visto tanta sangre.

***

Cuando las transfusiones de sangre terminaron comencé a comer sólido de nuevo, pero sólo porquerías que no pueden llamarse comida.
Verduras al vapor, gelatinas, papillas... yo quería una maldita hamburguesa con papas y un refresco de cola, y a esto le agregaría una malteada de chocolate y un pastel de queso... Creo que los doctores planean matarme de hambre... y eso no me molestaría.