Confrontación

16 1 0
                                        

-Kibum ¿Qué voy a hacer? Ha apagado su celular ya- llevaba mínimo unas quinientas vueltas al rededor de la mesa de la sala, mientras tanto Kibum me había preparado la cena y había recogido los restos de pedazos de la mesa y el florero, incluso me había escogido ropa para cambiarme y no estar en ropa interior dando vueltas.

-Ven Jjong, come algo- Miré a Kibum, me había preparado chocolate caliente y un croissant.

-¿Es que por qué hizo eso? - le di una mordida al croissant mientras me sentaba, Kibum me miraba atento a todo lo que hacía.

-Porque te quiere... Dudo que Joon le haga algo malo.- le di otra mordida al croissant y bebí un poco de chocolate.

Todo sabía demasiado delicioso.

-Pero es un demonio y joder, esto sabe tan bien- mordí el croissant enseguida y lo pasé con el chocolate caliente.

-Pero... Ahora estamos juntos.- miré a Kibum incrédulo, el corazón me palpitaba rápidamente, tragué pesadamente los restos de cena en mi boca, desvió sus lindos ojos negros hacia otro punto de la habitación.- Se supone que nosotros somos el amor en la tierra. Creo que con eso basta para que un demonio se toque el corazón ¿No crees?

Le sonreí a Kibum, a mí Kibum, dejé la comida en el plato y le di un fuerte abrazo.

-Pues no sé si de verdad seamos el amor en la tierra... Pero sé que siento mucho cariño por ti.

Ambos reímos. Nos miramos directo a los ojos otra vez, mire sus labios, ciertamente eran preciosos, no me lo creía... No creía que alguien muerto fuera tan perfecto, al verlo cerrar los ojos supe qué era lo que quería.

Me acerqué lentamente, cerrando los ojos también y poco a poco posé mis labios sobre los suyos.
Sus labios eran casi tan fríos como el hielo, pero, como una enorme contradicción me brindaban la calidez que jamás había sentido en toda mi vida. Su lengua era cálida, de algún modo, y tenía un sabor muy dulce, sus labios sabían a fresa. Me estaba volviendo loco.

Poco a poco el beso comenzó a cambiar de tono, aquí he de recalcar dos cosas:

1.- Kibum también se había vestido, tenía una playera que normalmente uso como pijama y solo un short que encontró por allí, de los que no recordaba que aún tenía. No traía ropa interior.

2.- Eso me prendía bastante.

En seguida Kibum se sentó en mis piernas mientras nos seguíamos besándonos, yo acaricié sus muslos pasando mis manos por los bordes del short. Pero, conforme el beso fue avanzando decidí ir un poco más lejos, metí mis manos dentro de su short y comencé a acariciar sus glúteos.

Kibum gemía un poco, apretaba fuertemente mi playera de la parte de la espalda. Cuando nos separamos debido a la falta de aire, nos miramos directo a los ojos, era increíble la manera en que me encontraba a mí mismo en él. Como si fuera una parte de mí.

-Te deseo, Jjong- Kibum estaba completamente sonrojado, a decir verdad, yo también.

Lo recosté sobre el sofá y me quité la playera, él hizo lo mismo. Llevábamos muy poco tiempo de conocernos y yo ya sentía algo especial por él, algo más que simple simpatía.

-Y yo te deseo a ti, Kibum- volvimos a besarnos, nos miramos directo a los ojos y sonreímos cuando nos separamos- no quiero hacerte daño, pero ciertamente... Quiero hacerlo contigo.

-¿Eso era con lo que fantaseabas cuando estabas bajo el control de Asmodeo?

Esta vez sé que no me puse rojo, me puse de todos los colores habidos y por haber en este universo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 10, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

EternityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora