• 初見 •
Primera Mirada
Kakashi Hatake y su cuadrilla llegaron ese viernes al trabajo a las 7 en punto de la mañana. Kakashi y su ayudante iban dentro de la cabina de una camioneta y sus tres trabajadores en la parte trasera.
La casa en la que estaban trabajando no se trataba precisamente de un trabajo importante, ni siquiera para un constructor de pequeña escala como era Kakashi; se trataba simplemente de recubrir paredes y añadir una terraza-dormitorio en la parte trasera de la casona; era la clase de trabajos que Kakashi aceptaba gustosamente de vez en cuando porque servían para llenar los huecos entre contratos de mayor importancia.
A juzgar por cómo pintaba la mañana del viernes, el fin de semana prometía ser caluroso y de un sol implacable. Los hombres descendieron de la camioneta refunfuñando entre ellos, se precipitaron al sombreado callejón lateral de la casa protegido por los arboles, y se despojaron de sus ropas sin ningún asombro ni timidez o vergüenza.
Vestidos con sus pantalones de trabajo, salieron de la esquina de atrás de la casa precisamente en el momento en que la propietaria caminaba torpemente al patio posterior vestida con una bata de baño de felpilla color rosa, un modelo de los años 80, llevando en sus manos cuidadosamente una bacinilla de porcelana decorada con flores de colores chillones, con la cabeza convertida en una masa de rulos de metal, también pasados de moda. ¿Rulos modernos para la señora Chijo? No, muchas gracias.
El patio descendía suavemente hasta una boca de piedras verdosas de una barraca, que en un tiempo fue un lindo estanque; ahora serbia de lugar muy conveniente para que la señora vaciara su bacinilla cada mañana, pues ella se aferraba obstinadamente a sus hábitos campesinos e insistía e usar un orinal en la noche.
Cuando el contenido del recipiente cruzo el aire formando un arco continuo de pálido ámbar hacia el fondo de esas piedras, la señora Chijo volvió la cabeza y vio con actitud a los hombres semidesnudos.
- ¡Buenos días Chijo Oba Sama! – Saludo Kakashi – Supongo que tenemos que terminar hoy este trabajo.
- ¡Y vaya que ya era tiempo, montón de haraganes! – replico la señora mientras subía de regreso, sin dar muestras de turbación por su anterior acción. - ¡Lo que tengo que aguantar por causa de ustedes! El chiquillo Sabaku No se quejaba anoche que sus valiosos Geranios (Planta de jardín de colores muy variados) están todos cubiertos de polvo de cemento y que algún tonto tiro por sobre el cerco un ladrillo y le aplasto el rosedal ayer por la tarde.
- Si el chiquillo Sabaku No es el doncelsito que vive al otro lado – murmuro Kiba Inuzuka, uno de los trabajadores -, apostaría a que el tal rosedal no se aplasto ayer por un ladrillo, si no que murió hace años por falta de fertilizante.
Todavía rezongando en voz alta, la señora desapareció dentro de la casa con su bacinilla vacía; a los pocos segundos los hombres oyeron los fuertes ruidos que hacia la señora Chijo al lavarla en el baño de la terraza trasera, seguidos del ruido del tanque de agua al vaciarse y el sonido de la porcelana de la bacinilla al colgarla en el gancho del que pendía durante el día encima del depósito, más ortodoxo, de los desechos humanos.
- ¡Caramba!, apostaría que la maldita hierba está bien verde en el barraco. – les comento Kakashi a los miembros de la cuadrilla que sonreían burlonamente.
- Lo que me extraña es que no lo haya inundado hace mucho tiempo. – se rio Kiba por lo bajo.
- Bien, si quieren saberlo – dijo Lee, otro de los trabajadores – en esta época y con dos buenos baños en casa, es de las que todavía meas en escupidera.
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Por Siempre Contigo |NaruGaa|
FanfictionEsta es una historia que plantea el viejo problema de la edad en el Amor. Mejor dicho, de la diferencia de edades en el Amor. Naruto Uzumaki es un joven obrero de 25 años, hijo de un matrimonio humilde, que posee la belleza y la perfección física de...