Acto 1: La muerte

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(Inocencia despierta, sale de su casa para comprar a la ciudad, anda felizmente jugando con las baldas del camino, va tarareando una canción hasta que ve a una mujer vestida con una capa y una guadaña. Esta lleva un tarro fosforescente.)

-Inocencia-¿A dónde vas? -

-Muerte-Todos vienen, todos van, pero todos se quieren quedar, menos algunos que anhelan mi llegada. Mientras, yo no voy a ninguna parte-

-Inocencia-¿Y eso?-

-Muerte-Mi llegada siempre es el fin de algo, pero también de un inicio más allá de lo comprensible en este plano-

-Inocencia- ¿Quién eres? –

-Muerte-Siempre estoy a tu lado. Pero vuestro conocimiento de mi es lejano. Todos temen al vacío que traigo, pero deberían temer más al olvido. Pues la hora siempre llega al quien no la espera y a quien la llama. Y uno recoge siempre lo que siembra.

-Inocencia- Eres... ¿La muerte?-

-Muerte-Vaya lo descubriste rápido... y sin asustarte, otros tardan años en aceptarme-

-Inocencia-¿Por qué te llevas a la gente?... ¿Te sientes sola?-

-Muerte-No hay soledad para un estado. Yo solo recojo lo que un día fue cultivado. La eternidad para el ser vivo es un castigo. Recojo el trigo del campo. Todo ha de perecer, sino no habría equilibrio posible. Pues yo cierro ciclos y existencias tanto jóvenes como longevas. Pero cada uno se forja su hora. -

-Inocencia-¿Entonces por qué te odian?-

-Muerte- Dentro del ser vivo hay algo, algo que les impulsa a seguir con vida. Un instinto, además, niña...Soy una causa desconocida, nadie sabe que hay al otro lado. (le quita un trozo del corazón y empieza a alejarse) Como dije antes...yo solo recojo lo que está sembrado.-

-Inocencia-¿Pero por qué no te aceptan?-

-Muerte-(Se para y la mira con indiferencia)Porque la vida es una dulce mentira y yo una triste verdad.

Existir no es vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora