(Inocencia se aleja con cara de shock cuando ve a una chica leyendo)
-Inocencia- (para sí misma) ¡Al fin una persona normal! (se acerca rápidamente y se sienta a su lado) ¿Sabes? Empiezo a pensar que me estoy volviendo loca...-
-Locura- (La mira por encima del libro antes de seguir leyendo)-
-Inocencia- ... ¿Qué lees?
-Locura- (la mira de nuevo) ¿Alguna vez has estado leyendo un libro y llegas a la mejor parte que es cuando el detective va a pillar al asesino?-
-Inocencia- No. Mi madre no me deja leer esas cosas...-
-Locura- (cerrando el libro) ¡PUES ODIO QUE ME INTERRUMPAN CUANDO LLEGO A ESA PARTE! (Respira y habla tranquilamente) Bueno, ¿qué me decías de estar volviéndote loca?-
(Silencio incómodo en el que Inocencia la mira sorprendida/extrañada y Locura sonríe).
-Inocencia- bueno... yo... me he encontrado... Lo decía por decir.-
-Locura- Hummm... ¿te has encontrado a alguien? ¿A quién te has encontrado?-
-Inocencia- Pues... ¡No estoy segura! Ha sido muy raro: me he cruzado a la pobreza, a la injusticia, la violencia... ¡Hasta la muerte! ¡Yo ni siquiera creía en ella!-
-Locura- ¡Ah! ¿Y te has encontrado a Soledad? ¿Cómo estaba? No estaría bebiendo otra vez, ¿verdad?-
-Inocencia- Pues... sí.-
-Locura- Hummm... ¿Han sido buenos contigo? ¡Aquí somos todos muy majos! (Le coge una trenza) Por cierto, ¡me encantan tus trenzas! ¿Quién te las ha hecho?-
-Inocencia-(cada vez más incómoda) mi... ¿madre...?-
-Locura- ¡oh! ¿Tu madre? ¿Por qué respondes preguntando? Y, ¡no has respondido lo primero! (repentinamente seria) ¿Tienes algún problema con ellos...?
-Inocencia- (nerviosa/asustada) ¡No! Bueno, ¡un poco! Pero es que, ¿tú has visto cómo... quiénes son?-
-Locura- (volviendo a la personalidad loca-alegre) ¿Cómo no voy a saberlo? ¡Llevo aquí desde que nacieron Muerte y Vida!-
-Inocencia- ¿Vida también es una persona...?
-Locura- ¡Sí, es la gemela de Muerte! Aunque no siempre de forma humana, a veces prefiere animales, ¡como un periquito! ¿O era un canario? ¡O quizá el pato! (pensativa) creo que estaba relacionado con el fuego...-
-Inocencia- ¿... fénix?
-Locura- ¡Sí, eso es! (para sí misma) ¡Sabía que era un pájaro! Esta vez he ganado la apuesta, Viernes...-
-Inocencia- (emocionada) ¿También existen los viernes?
-Locura- (sacudiéndole por los hombros) ¿¡Tú también lo ves!? (dirigiéndose a la nada a su espalda) ¡Te lo dije 54, te dije que no era la única que podía veros!
-Inocencia- ¡Sí...! (dándose cuenta de lo que ha dicho Locura) Espera, ¿con quién estás hablando?
-Locura- (pone cara seria antes de girarse a mirar a Inocencia. Le suelta los brazos) Hablas de otro Viernes...
-Inocencia- (extrañada) Sí... hablaba del día de la semana... Es real, ¿no?-
-Locura- (Empieza a reírse como una Celia loca). ¡Esa es la cosa más loca que he oído en mi vida, y eso viene de mí!
-Inocencia-(empezando a asustarse) ¿Por qué te ríes como una loca?
-Locura- ¡Yo no me río como una loca! (se lo piensa un poco) Bueno, un poquito. Probablemente. Ciertamente. Seguramente. Totalmente. Pero que conste que no estoy loca, ¡soy la Locura en persona! Es diferente.
-Inocencia- (empieza a alejarse) ¿eres... la Locura?
-Locura- ¡Sí! (la sigue mientras Inocencia sigue alejándose) ¿Por qué te alejas? Antes no tenías ni idea de quién era, ¡y te has acercado! ¿Cuál es la diferencia ahora? Es porque soy la Locura, ¿verdad?
-Inocencia- (asustada) Es que... me has pillado por sorpresa.
-Locura- (murmurando) Claro... (alza la voz) ¡creías que era normal, ¿no es así?!
-Inocencia- Yo...
-Locura- ¡Otra que se cree superior por ser "normal"! ¡Por estar cuerda! Los que me culpan a mí de todo... ¡No soy yo quien los aísla, los encierra, los aleja de su familia! Eso lo hacéis los cuerdos vosotros solitos, con escusas baratas como que se vuelven violentos,¡ cuando la violencia tampoco es tan mala y ni siquiera es culpa mía! ¿Verdad, Violencia?
-Violencia- (voz en off gritando de lejos) ¡MÁTALOS A TODOS!
-Locura- ¿¡lo ves!? (Girándose y feliz) ¡Gracias por apoyarme, Violencia! (se dirige de nuevo a Inocencia, cabreada). Además, después de que alejen a los locos de mí con medicinas que los vuelven "normales", ¡los cuerdos se drogan para parecerse a nosotros y estar a mi nivel! Y aun así, ¡Me siguen culpando! ¿No es así, 54?
-Inocencia- ¿¡pero quién es 54!?
-Locura- ¡el que está a mi lado, claramente! Y el que está detrás de ti es Viernes, awww, ¡Mira, intenta arrancarte la cabeza con sus colmillitos! (Inocencia se gira bruscamente). Bueno, ¿por dónde íbamos...?
-Inocencia- Te estabas quejando de todo y todos.
-Locura- Ah, sí. Yendo al grano... ¡Odio que me echen la culpa hasta cuando una persona "normal" hace algo raro! Sí, el Titanic también fue culpa mía. Y el calentamiento global, y Hitler, ¡y todo lo que ocurre es culpa mía!
-Inocencia- ¿Seguro que Hitler no fue culpa tuya?
-Locura- ¡claro que no! Yo no vuelvo a la gente genocida, ¡eso es cosa de Violencia! (Empieza a marcharse y vuelve para atrás) (refiriéndose al corazón) Por cierto, ¡Me encanta eso! ¿Puedo quedármelo? ¡Gracias! (Inocencia se lo da y Locura se marcha) (desde la distancia) Quizá tú también estés un poco loca... ¡Bienvenida al club! De lunes a domingo a las tres de la tarde, ¡Te espero ahí!
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Existir no es vivir
Espiritual-Narrador- De pequeños, siempre nos han contado cuentos hermosos, idílicos. Cuentos que queríamos llevar a la realidad de nuestras vidas. Pero crecemos, maduramos. Y vemos que todo eso no era más que un sueño y que hemos estado viviendo en un mundo...