Contra Corriente. Yumikuri ✓

›14 Demasiado buena

Décimo Cuarto Capítulo

Demasiado buena

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Nunca me sentí tan exhausta después de un partido de vóleibol, fue tan intenso y todo por culpa de la rivalidad entre Annie y Mikasa.

—Lo hiciste genial—Me felicita Chista, siento sus brazos rodear mi cintura y me tenso un poco.

Estas semanas han ido extrañas, desde ese día cuando la escuche hablar con Annie, Christa no para de verme diferente, me habla de forma especial y pedirme que fuera su mejor amiga fue extraño enserio ¿eso se pide? ¿Porque? Hay algo que no encaja.

—Tu has estado bien con el béisbol—sigo dando pasos lentos por la acera, estos días hemos andado a casa juntas, sin líos.

—Detente—Se detiene de pronto y sale corriendo dentro de un callejón apestoso.

Confunda, solamente la sigo y cuando la encuentro esta tirada en el suelo, sentada en sus piernas y con un perrito sobre su regazo.

—¿Un cachorro?— Me agacho en cuclillas a su lado, estando más cerca me doy cuenta de la herida que el animal tiene en una de sus patas.

—Lo vi cojear hace días pero mis padres no me dejaron llevarmelo—Me fijo en la tristeza con la que Christa mira al perrito entrandome unas fuertes ganas de hacer algo.

—Llévatelo

Me ve con confusión y a la vez emocionada, como si entendiera lo que planeo, —¿Y mis padres?

—Él o ella, se queda conmigo y listo, no creo que nadie me diga nada, es mi problema—Me pongo de pie y arrugo la nariz, culpa del horrible olor en el ambiente.

Christa baja al cachorro con cuidado y se pone de pie dándome un fuerte y repentino abrazo provocando que retroceda hasta chocar con contenedor de basura.

—Eres la mejor—Sus ojos destellan de manera distinta, su rostro muy cerca del mío logrando que me ponga incomoda.

¿La mejor? ¿Porque es así de buena conmigo?

Agarro de sus brazos y los separo de mi cuello para alejarla de esta cercania que acelera mi respiración y pone loco a mi corazón.

No mientas.

—Regresemos—Le digo un poco agria pero decirlo así no fue intencional.

—¿Pasa algo?—Pregunta en un tono de voz débil, haciendo que tiemble ante la culpa.

—No, todo bien— Me giro para empezar a salir de ahí.

—Sólo dilo—Su voz suena fuerte, provocando que de un brinco.

Sin girarme hacía ella comienzo a hablar—A eso me refiero—Suelto un suspiro, —¿Porqué eres tan buena conmigo? No lo entiendo, te metí en problemas ¿recuerdas?

—Porque eres mi amiga, y si lo hicisteesta bien además...

Se ecucha tan mal cuando me llama amiga.