Relatos del subconsciente

James

La humanidad tiene infinitas debilidades. Por ejemplo los vicios, la discriminación,  el odio,  la violencia e incluso algunos cometen actos que solo las especies inferiores la usan para sobrevivir: matar.

        El homicidio es un acto que es castigado sin excusas. James sabia perfectamente esto aunque no eran las represalias lo que impidió su acción, sino que fue el razonamiento entre el bien y el mal. Veremos a continuación la razón de James para cometer esta atroz acción.

        James perdió a sus padres a corta edad. Posteriormente lo adoptaron una pareja de recién casados, aunque sus padres adoptivos de James eran de familia adinerada este nunca aprovechó este lujo, ya que tenía una personalidad característica. En el colegio solían molestarlo por su actitud pesimista, deprimida y antisocial. Por diversas cuestiones los padres adoptivos de James y él no culpaban la falta de sus padres biológicos por esto, simplemente sabía que él era diferente.

        Sus padres adoptivos vieron crecer a James y notaron que no era bueno para la escuela, deportes, el arte o alguna otra actividad. Sus padres por su estatus social le dieron un futuro acomodado pero como era de esperar del pesimismo de James, negó todas las posibilidades que le dieron sus padres.

        Un día James se encontraba siendo hostigado por un compañero del colegio. Y por vez primera iba a tomar el control de la situación, quería confrontar a su compañero pero antes que hiciera algo lo detuvo varias palabras que resonaban por toda su cabeza, se amontonaban y no podía controlarlas ni entenderlas. Las voces se pronunciaban como de lo más profundo de un túnel, eran insoportables y las pocas palabras que podían distinguir eran negativas. Su compañero al verlo de este estado lo siguió molestando e incluso aplicó  leves acciones físicas contra el hasta casi hacerlo caer. James molesto y con las voces de su cabeza volteó a ver su contrincante con ojos de furia, una furia extrema y le dio un ligero y firme empujón. Su compañero salió disparado con gran violencia hasta golpear en la parte más alta del muro que estaba a 5 metros de la distancia original. Este fue a dar inconsciente y James confundido aprovechó para  desaparecer de la escena.

            Con los años James aprendió a controlar su capacidad aunque lastimosamente  cayó en la adicción al alcohol y el tabaco para poder relajar su mente. Ahora cuando la voz aparecían ya no eran solo palabras al azar, eran pensamientos; pensamiento negativos. Pensamientos ajenos que se infiltraban en su cerebro.

        James con 26 años tenía una vida patética, por sus méritos apenas podía tener un trabajo que le daba para un pequeño departamento y estar casi siempre  muerto de hambre. Su jefe aprovechaba la apariencia débil de James para que se comportara servicialmente para el. No tenía experiencia en el amor aunque tenia sentimientos a una compañera de trabajo pero debido a la apariencia y personalidad  de James nunca tuvo relación con ella. La familia de James siempre lo criticaba y hacían comentarios negativos hacia él. En conclusión tenia mucha presión sobre él y además debía mantener la voz de su cabeza calmada para que no cometiera alguna atrocidad. Y a decir verdad esa voz la podía calmar pero no callarla, era silenciosa y casi soportable, sin embargo, aparecía en los momentos de estrés, frustración o ira.

        Un día su jefe se comportó de una manejar más fastidiosa de lo común y esto se debía por que su jefe había decidido despedirlo y quería sacar el mayor provecho de James en su último día de trabajo. La situación no se tornó mas favorable, ya que en la tarde James recibió una llamada de su padre, le decía que su madre había sufrido un accidente y había perdido la vida en este. James quedó destrozado por la noticia y pocas horas después su jefe le dio la noticia de su despido que había guardado desde temprano. La voz se despertó  y se disperso en la cabeza de James y lo atormentaba como en su juventud.

         Derrotado caminó por las calles de la ciudad debajo de la densa oscuridad. La voz susurraba mientras pasaba por las calles y su estado emocional se tornaba a estar molesto y con ira. Por desgracia un hombre encapuchado  le intentó atracar, James lo miró directamente a los ojos mientras escuchaba es su mente "Hazlo pagar...mátalo...destrúyelo....aniquílalo...". El ladrón notó la mirada y antes de poder hacer algo en cuestión de segundos se encontraba elevado  y con un dolor en el pecho, podía sentir sus pies no estar en el suelo, se sintió asfixiado y fue arrogado por James con velocidad a la calle que coincidió que un coche pasaba y lo arrolló. James se sentía lleno de poder como nunca en su vida y regresó lo mas rápido posible a su oficina en busca de su odiado jefe,  lo encontró y lo elevó unos cuántos metros de suelo mientras lo asfixiaba lentamente, cuando la tez del hombre se tornó de un color azul lo dejó caer. James se sintió arrepentido y salió en una carrera frenética por las calles lleno de odio, sabia que no debía cometer esos actos pero el poder lo inducía y persona que se le topara lo arrogaba fuera de su camino, sino fuera por el arrepentimiento de James las personas hubieran recibido la misma suerte que los dos primero.

        Con todo este enojo James llegó fatigado a su departamento. La voz pronunciaba tantas palabras una sobre otra en desorden como le sucedía en su infancia. Tenía deseos  de atentar con cualquier persona, quería tomar el control. Tenía ganas de matar, matar a todos las personas que lo atormentaron a lo largo de su afligida vida, deseaba matar.

        Tomó el dominio  y se levanto de su sillón, posteriormente  corrió con toda su intensidad, corrió hasta el fondo de su departamento y salió disparado de la ventana, esta se fragmentó en miles de pequeñas porciones de vidrio. James sabia que la solución era matar, matar al que había hecho tanto daño…a si mismo. En la escena James podía ver la distancia de los largos 9 pisos que se había arrojado bañado del brillo que desprendían las porciones de vidrio roto, observó la escena en cámara lenta y maravillosamente por primera vez, la voz cesó. James estaba a metros del suelo cuando esbozó una sonrisa, una sonrisa de tranquilad; su primera sonrisa.