Matrimonio, matrimonio decía.
Como pimientos podía decir algo así y seguir tan tranquilo.
- Sr. Giménez, ¿usted se siente bien? - "eso es, seguro está enfermo"- pienso con nerviosismo.
- No, estoy más que bien -responde como si nada - Quiero que sepas Adam que no es obligatorio, pero ma harías un gran favor, ya que eres una de las personas en las que más confío, además de ser ideal para el papel ya que me conoces a la perfección.
- ¿Yo?, Sr. por favor no me alague, yo solo hago mi trabajo -dije apresurado.
- Puede ser. Pero hay cosas que te he mandado a hacer que han estado exentos de tú trabajo. Además para soportar mi caracter hay que ser una persona fuerte, ni mi mejor amigo me soporta cuando estoy de mal humor. Eres perfecto para hacer el papel de mi esposo, ya que conoces todo de mi.
- Yo....
- ¿Tú....?
- Realmente no se que decir - dije suspirando - Pero si usted confía tanto en mi como para pedirme una cosa así entonces lo ayudaré con gusto Sr. Giménez.
- Perfecto mañana a primera hora nos casaremos.
- ¿¡Qué!?, pero Sr. yo pensé que era solo fingir.
- Y lo es, pero no puedes ser tan ingenuo Adam como para creer que ellos no investigarán si estamos casados o no - dijo en tono obvio.
- Si... tienes razón, bueno si eso es todo entonces me retiro - dije mientras me levantaba.
- No, hoy te quedarás a dormir aquí.
- ¿Qué? - me sentí exaltado.
- Quiero que estés aquí ya que mi abogado vendrá mañana con los papeles aquí, y también tenemos que hacer una sesión de fotos.
- ¿Sesión de fotos?
- Claro, necesitamos fotos que corroboren nuestra historia, no solo papeles, porque ya sabes lo que dicen, ver para creer.
- Si entiendo, entonces me retiro a la habitación de invitados frente a su dormitorio Sr. por si necesita algo estar cerca.
- Gracias Adam que tengas una buena noche.
- Igualmente Sr. - dije mientras me iba.
- Ah ¿Adam? - me llamó.
- ¿Si Sr. Giménez? - dieje detuviendome.
- Deberías pensar en llamarme por mi nombre ya que a partir de mañana estaremos casados y sería raro que llamaras a tu esposo Sr.
- Si Sr.
- Di mi nombre Adam - dice en voz baja pero dominante haciendo que me empezara a excitar - Dilo - repitió.
- Eduardo - dije en un susurro, con las mejillas rojas.
- Bien - dijo suavemente - Buenas noches.
- Con permiso - hice una inclinación y me retiré rápidamente.
Subí las escaleras lo más rápido que pude y corrí hasta llegar a la habitación donde me quedaría.
Cuando cerré la puerta me apoyé en esta para deslizarme lentamente al suelo con solo un pensamiento en mi cabeza "Estoy acabado"
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Me levanté con el sonido de la alarma de mi celular miré a mi alrededor y me di cuenta de que no estaba en mi habitación y entonces recordé todo lo sucedido ayer.
¡O por dios!¡Me iba a casar hoy mismo!. No se que hacer que va a pasar si durante nuestro tiempo como matrimonio se daba cuenta de mis sentimientos, solo se que tendré que esforzarme más para parecer indiferente ante sus encantos.
Me paro de la comoda cama, y cuando me dispongo a buscar ropa para cambiarme.
Me encuentro con un traje puesto sobre una silla al lado de la cama, me dispongo a revisarlo, cuando encuentro una nota del Sr Giménez pegada a la silla, la nota decía:
"Adam este traje es el que te pondrás para nuestra boda hoy en la mañana, no te preocupes porque no te quede, ya que tiene exactamente tus medidas, báñate y pontelo para que bajes para ir al jusgado
Sr Giménez
P.D:El desayuno está sobre el escritorio de la habitación disfrútalo y no demores."
Efectivamente el desayuno estaba ahí. Cojí la bandeja y me dispuse a comerla. ¡Ummm! había panqueques.
Terminé de desayunar e inmediatamente fui al baño a ducharme.
Mientras estaba en la ducha me preguntaba como sería mi vida de ahora en adelante, que depararía el destino para mi.
Me sequé y me puse el traje que había dejado sobre la cama, como dijo el Sr Giménez, el traje estaba hecho a mi medida, era perfecto quedaba ajustado, realsando mi figura y acentuando mis curvas.
Me peiné y decidí quitarme mis espejuelos y ponerme mis lentes de contacto que aunque no los usaba mucho siempre los llevaba en caso de que mis espejuelos se rompieran, terminé mi arreglo después de peinarme como era debido y me lavé los dientes.
Antes de salir decidí mirarme en el espejo, y ahí estaba la imagen que tanto había intentado ocultar, el otro yo que hace tiempo había renunciado a ser después de lo sucedido en Japón.
Me miré y vi los rasgos delicados de mi rostro pero alavés masculino, mi pelo negro, mis labios llenos, mis ojos grises.
Solo espero que lo que estoy haciendo sea lo correcto.Salgo y empiezo a bajar las escaleras hacia el primer piso.
Mientras camino me doy valor a mi mismo y me preparo para enfrentar mi nuevo destino.
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........................Hola😀 como pueden estar observando los capítulos se están haciendo mas largo, esto se debe a la petición de una de mis lectoras de el principio de mi novela.
Como siempre gracias por leer y hasta la próxima😄😘😘😘
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Casado Con Mi Jefe
RomanceAdam a sido el secretario de el señor Gimenez por mas de un año y medio. Enamorado en secreto de este sin poder decírselo, viendo así tortuosamente las filas de hombre y mujeres que han pasado por la cama del gran empresario. Una de las cosas por l...