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11, Septiembre
MADDIE POV

Es mi primer día, los nervios en este momento invadieron cada rincón de mi cuerpo, como si literalmente fueran parte de mí. Respiro hondo y trato de calmarme, ya he desayunado, pero podría asegurar que en cualquier momento mi estómago puede deshacerse de todo lo que me comí. "Ya deja de torturarte tanto...ya has planificado bailes en tu anterior vida", mi subconsciente en algunas ocasiones podía ser demasiado cruel, pero en cierto modo tenía toda la razón, si en mi antigua escuela, pude organizar varios bailes, ¿Por qué aquí no puedo hacerlo?, me levante de la pequeña silla donde estaba, cerré la tercera parte de mi saga de libros favorita, debía ir a mi habitación para poder guardarla, pero una de las mujeres que trabajaba en el lugar, llamó mi atención, y con una sonrisa en su rostro, me dirigió la palabra.

—Su majestad—Sonreí, no por el hecho de que me haya dicho "Su majestad", solo lo hice por su bondad al decirme las cosas—El señor Patterson está en la entrada del castillo—Fueron sus últimas palabras en nuestra conversación.

— ¿Podrías traerlo conmigo? —pregunté y ella asintió con amabilidad, pero cuando estaba a punto de irse, la detuve—Disculpa la molestia—Ella se quedó mirándome— ¿Podrías traer dos tazas de café? —Sonreí con algo se nervios, pero ella volvió a asentir con amabilidad y se retiró.

Volví a estar sola por unos segundos, o literalmente minutos. Camine de nuevo hacia el pequeño quiosco, deje el enorme libro a un lado de mí, y con una enorme sonrisa, me quedé esperando a que el joven chico apareciera, y como si tuviera poderes telequinéticos, aquel joven apareció junto a la mujer que hace un rato, se había acercado a mi para comentarme sobre su visita.

—Su majestad—Jace se sentía bastante nervioso, hizo una pequeña reverencia, algo que me dejó literalmente sin palabras.

—Hola—Saludé, no podía ser una chica maleducada, la mujer se retiró, dejándonos completamente solos—Siéntate—Hice ademán con mis manos para que se sentara a mi lado.

—Muchas gracias—Hizo exactamente lo que le había pedido.

—Bueno—Tomé aire—No sabía exactamente lo que debía hacer...pero es obvio que debes firmar un contrato—Jace no dejaba de verme—Ya lo mandé redactar—Sonreí.

—Vale—Comentó con algo de nervios.

—Tú primer trabajo será...organizar un baile benéfico para ayudar el hospital para niños—Sonreí, y él abrió sus ojos, "Creó que no pensó acerca de la magnitud de su primer trabajo", intervino mi subconsciente.

—Es una bonita causa—Él no sabía que hacer o que decir, se sentía igual de confundido que yo.

—Su majestad—Escuchamos la voz de una mujer, y sin esperar ambos volteamos a verla—Con permiso—Hablo por segunda vez, se acercó a la pequeña mesita que había dentro del quiosco, dejó dos tazas de café, un platito con cubos de azúcar, una pequeña tetera con leche, dos cucharas pequeñas y un par de muffins de frutos del bosque.

—Gracias—Los dos al parecer estábamos en sintonía, algo que a Jace le dio más vergüenza. La mujer se despidió con amabilidad y se retiró, dejándome nuevamente a solas con aquel chico.

—Como venía diciendo—Tomé una de las tazas, le agregué un poco de leche y comencé a beber el café—No tengo idea de cómo organizar este baile—Suspire con algo de decepción.

—Pues debe haber mesas—Jace tomó el muffin—Podríamos decorarlas con un hermoso ramo de flores—Dio un mordisco a su ponquecito—También podríamos descolgar unas hermosas telas del techo—Le dio otro gran mordisco a su muffin.

—Me gusta—Le brinde una calidad sonrisa, para luego darle otro sorbo a mi café.

— ¿Donde será el baile? —Preguntó, sin vergüenza y sin nervios, al parecer estas cosas literalmente eran lo suyo.

—Vamos a verlo—Terminé de beber mi café, me levanté y seguidamente él hizo lo mismo.

Salimos del quiosco, me sentía feliz, mi elección había sido la correcta, y me encanta que Jace se sienta libre con este tipo de cosas. Ambos continuamos con nuestro camino, obviamente él me estaba siguiendo, y yo lo estaba llevando al salón más grande que teníamos en el castillo, el Rey Connor había invitado a todas las familias más adineradas de todo Villandry, así que el salón debía ser aquel. Caminamos hasta el final de este pasillo, dimos un giro hacia la izquierda, seguimos con nuestro camino, hasta que me detuve.

—Por aquí entrará todo el mundo—Coloqué mis manos en las perillas de la enorme puerta, Jace estaba asombrado con lo hermosa y enorme que era, y sin desperdiciar algún segundo más, empuje con suavidad la puerta.

Unas hermosas escaleras, eran las que debíamos bajar para poder estar en medio del enorme salón. Todo este lugar estaba rodeado de una hermosa decoración renacentista, según lo que escuché, fue Lorena quien se encargó de la decoración de todo este hermoso lugar, "Fue una asesina demasiado loca y cruel, pero sus gustos eran realmente hermosos e impecables", y yo también estaba cien por ciento de acuerdo con todo lo que mi subconsciente había comentado.

—Como dije una decoración llena de flores...hará que este lugar sea realmente mágico—Jace se sentía muy atraído por todo lo que había en el lugar, y pues no podía culparlo, ya que varias esculturas, retratos y los bocetos que había en las paredes, se sentía demasiado mágico.

— ¿Podrías encargarte de las flores? —Volteé a verlo con una sonrisa.

—Ese es mi trabajo—Soltó una pequeña risita.

—Debemos crear una nueva cuenta bancaria para que te encargues de las compras y todo lo demás—Comenté, pero al parecer la preocupación volvió a ser parte de él.

— ¿Dinero? —Preguntó asustado.
—Si—Me acerqué a él para tratar de calmarlo—Para que te encargues de las compras—Agregué.

—Jamás había manejado tanto dinero—Estaba nervioso, así que debía calmarlo.

—Todo va a estar bien—Susurré—Solo debes pedir la factura, y comprar las cosas en lugares certificados—Sonreí—Nada va a salir mal—Lo abracé y eso pareció calmarlo.

—Gracias—Susurró.

—Además si piensas en robarte el dinero todo el mundo estará buscándote por cielo y tierra—Bromeé, me reí y Jace también soltó una carcajada.

—Jamás haría eso—Comentó.

—Lo sé—Me alejé un poco de él, pero mantuve la mirada sobre sus ojos—Por eso te escogí, no tienes esa cara de oportunista como las demás chicas que estaban postuladas—Él se río ante mis palabras.

—La fiesta será el quince de este mes—Y mis palabras volvieron a asustarlo—Busca lugares y cotiza todo lo que necesites, mañana tendré en mis manos la tarjeta para que pagues todo—Sonreí y eso pareció calmarlo.

—Será una hermosa fiesta de beneficencia—Sonrió.

Ambos dimos la vuelta, cerré la puerta del enorme salón y comenzamos a caminar hacia la salida. Me sentía muy feliz con la gran decisión que había tomado, Jace era el perfecto asistente que pude conseguir, sonreí de la nada. Acompañé al chico hasta la puerta del castillo, nos despedimos y recordé que había dejado mi libro en el quiosco.

AMARA POV

El día de ayer todo estuvo súper confuso. Ahora resulta que mi padre tiene un hermano menor con la sangre de mi abuelo, y todo lo que tenemos, a él le pertenece la mitad, lo que significa que a mi hermana y a mí solo nos daría un veinticinco por ciento de la herencia.
Me siento enojada, y llena de rabia, a veces los problemas de las familias con dinero, son causados por sus mismos integrantes, "Que mierda", pensé. Camine hasta mi pequeño cajón, y saque un porro, tomé el encendedor y justamente cuando estaba a punto de encenderlo, la puerta de mi habitación se llenó de golpes.

— ¿Quién? —Fue lo único que pude preguntar, aún sin encender mi porro.

—Señorita Amara—Por su voz, sabía que era una de las empleadas de nuestra casa.

— ¿Qué quieres? —Pregunté, coloqué aquel cigarrillo de cannabis en mis labios, esta vez sí lo iba a encender o eso pensé, hasta que las palabras de ella, me lo impidieron.

—Volvió a llegar ese chico del que me comentó—Me sorprendió lo que ella me estaba diciendo, pero no podía dejar pasar aquella oportunidad, necesitaba respuestas, y si mis padres se iban a comportar como niños pequeños, yo si quería saber la verdad.

—Ya salgo—Escondí mis cosas debajo de mi almohada, me arreglé un poco mi cabello con los dedos y sin esperar mucho, salí de la habitación.

—Esta abajo—Dijo la mujer.

—Gracias—Dije con amabilidad.

Camine hacia las escaleras y las baje sin pensarlo. Tal y como lo esperaba, mis padres estaban hablando de quien sabe que cosas, con mi "Tío", no sabía cómo intervenir, pero debía hacer algo lo más pronto posible, y sin esperarlo, simplemente fui yo.

— ¿Teníamos reunión familiar? —Los tres voltearon a verme y la expresión de mi madre era de desagrado.

—Amara esto no es de tu incumbencia—Comentó mi padre.

—Claro que lo es papi—Termine de bajar las escaleras y continúe mi camino hasta la sala.

—Amara deja de ser una tonta niña malcriada y vete—Mi madre estaba realmente molesta, pero no podía solo irme, sin divertirme un poco.

—Soy parte de la familia—Caminé hasta llegar al lado de aquel chico, sonreí con picardía y me senté a su lado.

— ¿Qué edad tienes? —El chico volteó a verme con aquella pregunta saliendo de sus labios.

—Veintiún años—Sonreí, y mis padres me observaban con rabia, odio y desagradó.

—Técnicamente ella debe de estar en esta conversación—El chico sonrió.

—Bueno, solo te estamos pidiendo que no digas nada todavía...—Comentó mi padre.

—En unos días tendremos un baile de beneficencia en el palacio y no nos gustaría que todos hablaran de nosotros—A mi madre era la que más le importaba en todo esto, el maldito que dirán.

—No lo haré—Contestó Arthur—No diré nada—Las últimas palabras de este chico, alegraron por completo a mi madre, ya que ella es una de esas mujeres que les importa demasiado su círculo social.

— ¿Si quieres puedes ir al baile con nosotros? —Solté aquella pregunta y los tres voltearon a verme, los rostros de mis padres estaban llenos de rabia, mientras que el rostro de Arthur mostraba confusión.

—Es un chiste de nuestra....hija—La última palabra la dijo como si quisiera matarme, pero sabía que mi madre no podía ensuciarse las manos.

—No es broma—Esta vez volteé a verlo, solo a él— ¿Podrías ser la cita de Jane? —Pregunté, pero era bastante obvio que él no la conocía.

—No involucres a Jane en tus estupideces—Mi padre estaba molesto por mis decisiones.

—Jane no se negará—Fue lo último que dije.

—Por mí no hay problema—Arthur estaba dispuesto en participar en su primer evento de la realeza.

—No llames la atención ese día—Mi madre soltó una pequeña risita ante sus palabras.

—Mañana se leerá el testamento—Las palabras del chico llamaron la atención de los tres.

— ¿Puedes venir aquí? —Preguntó mi padre.

—El notario es nuestro amigo—Comentó mamá—Él puede sacar un poco de tiempo para leer el testamento de mi suegro—Jamás había visto a mi madre tan interesada en algo, y como era costumbre, mis sospechas salieron a flote.

—Bueno, ya me voy—Arthur se levantó y mi padre hizo exactamente lo mismo.

—A las tres puedes estar aquí—Mi madre afirmó, sin siquiera preguntarle algo a mi "Tío".

—Está bien—Él sonrió y comenzó a caminar hacia la puerta.

—Yo te acompaño—Sonreí y caminé detrás de Arthur hasta llegar a la puerta.

—Yo podía venir solo—Bromeó y soltó una pequeña risita.

—No traigas el testamento original—Susurré y de la nada mostró una expresión de confusión—Mis padres quieren destruirlo—Dije con algo de pena.

— ¿Porque me dices todo esto? —Estaba confundido de mi comportamiento, pero él no sabe todo lo que he sufrido con esta familia de falsos.

—Mi vida ha sido un campo de supervivencia, al estar viviendo con ellos—Quería sonreír, pero no pude.

— ¿Esta todo bien? —Preguntó mi madre con demasiado interés.

—Le estoy dando el número de Jane—Mentí, con desinterés ante su pregunta.

—Dame tu teléfono celular—Estaba realmente seria y él hizo lo que le dije.

— ¿Que vas a hacer? —Podría decir que estaba asustando a Arthur para que se fuera de este país y no volviera, pero técnicamente quería ayudarlo.

—Este es mi número de teléfono—Le entregue de nuevo el móvil—Escribe y te daré el numero de un amigo que es abogado—Sonreí—Necesitas que alguien te defienda para que aquel testamento sea cumplido—Susurré—Hablamos después—Lo empuje con algo de suavidad y cerré la puerta.

—¿Esta todo bien? —Preguntó mi padre, el cual estaba al lado de mamá.

—Sólo quería saber si Jane iba a ir con Arthur al baile—No los mire a los ojos, suspire y comencé a caminar hacia mi habitación, no sin antes haber pasado en medio de ellos, empujando un poco sus cuerpos.

—Amara—Mi madre dijo mi nombre, me detuve y volteé a verla.

— ¿Qué? —No estaba entendiendo nada, pero tampoco quería entenderlo.

—Sabes que esto lo estamos haciendo por el futuro de Fleur y tu futuro también está incluido—Se quería hacer la víctima, y alguien que no la conociera podría caer en su sobreactuación.

—A él le pertenece la mitad de todo esto—Estire mis brazos—Yo puedo vivir con el veinticinco por cierto de todo—Sonreí con malicia.

—Tú no estás acostumbrada a vivir solo con un cuarto de todo esto—Mi padre dijo aquellas palabras con unas inmensas ganas de reírse, y al final ambos lo hicieron.

—Eres una tonta—Mi madre no paraba de reírse, algo que me dio demasiada rabia, di la vuelta y comencé a subir nuevamente las escaleras.

Llegué a mi habitación, cerré con seguro y me dirigí hacia mi cama, saqué lo que había guardado minutos atrás, coloqué aquel cigarro de marihuana en mis labios, lo encendí, inhale todo el humo que mis pulmones me permitían, lo mantuve unos segundos y luego dejé que se esfumara de mi cuerpo.
Me levanté de la cama, camine hasta el reproductor de música, lo encendí, y "Break the Rules", comenzó a reproducirse. Inhale por segunda vez el humo, deje que  se fuera todo de mis pulmones, y sin esperarlo comencé a cantar aquella canción.

I'm such a star
Queen boulevard
Blaze through the dark
And never stop, it's how we ride
Comin' up until we die.

Me sentía libre, alegre y todo lo que había o literal, estaba pasando con mis padres, se había esfumado en ese preciso momento. Mi cuerpo estaba realmente lleno de energía, corría por toda la habitación, saltaba sobre la cama, hasta que la canción termino, una más calmada y con una letra llena de verdades que estaban sucediendo en mi familia, pero sinceramente solo había una frase que llamaba mucho mi atención, más que las demás, creó que esta pequeña frase, está a mi altura, y a lo que en algún momento llegaré a hacer. "THIS IS MY KINGDOM COME".

AfterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora