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16, Septiembre
JACE POV

El baile está siendo todo un éxito, sonrió, "Jamás había hecho algo que realmente salga bastante bien", quería salir corriendo y gritar que aquella "Reunión", la había organizado yo, con obviamente la princesa Maddie. Mientras que el príncipe Thomas hablaba con un par de hombre que estaban a nuestro lado, la princesa y yo estábamos platicando acerca de todo un poco, y en ese preciso momento, le conté acerca de mi vida, no me avergonzaba ser homosexual, pero tampoco quería esconderme detrás de alguien que no soy y nunca seré.

—Soy de Bois, una pequeña ciudad en el estado exportador de la mejor madera del mundo—Hable con demasiado orgullo, de mi procedencia.

—Eso es lindo—Sonrió—En cambio, yo soy de una ciudad que literalmente todo el mundo conoce...Los Ángeles—Trató de sonreír, pero no fue capaz.

—Así que eres de Hollywood—Sonreí y ella soltó una pequeña risita.

—Jamás me llamo la atención el ser famosa—Comentó.

—Pero...aquí estas—Bromeé, y se dio cuenta de que su vida se había convertido en lo que ella no quería, se había vuelto una figura pública.

—Me convertí en lo que no quería—Bromeó y ambos soltamos unas pequeñas y cortas carcajadas, hasta que escuché aquel nombre en medio de la entrada de todos los invitados.

—Cameron Griffin, duque de Sour—Su presencia literalmente me descolocó, es bastante guapo, su cabello castaño, su cuerpo bien definido y unos ojos azules, realmente hermosos y penetrantes, todo en él era hermoso y yo solo podía...

—Jace—Escuché que alguien había dicho mi nombre, pero no sabía de donde provenía, hasta que Maddie tronó los dedos enfrente de mí.

—Estaba...un poco...—Aquel hermoso chico, que su nombre es Cameron, se acercó con delicadeza, hasta el lugar donde nos encontrábamos Maddie, El príncipe y yo.

—Hola—Se acercó a Maddie, dejó un beso en su mejilla.

—Hola—Maddie le devolvió el saludo y yo literal estaba realmente perdido en su rostro. Saludó a Thomas y nuevamente vi como Maddie tronaba sus dedos enfrente de mí.

— ¿Sí? —Dije aún sin prestarle atención.

—Ya volvemos—Maddie me tomó del brazo y me tiró hacia quien sabe dónde.

— ¿Por qué nos alejamos del baile? —Pregunté con molestia al darme cuenta que estábamos en uno de los pasillos sin invitados.

—Ya sé que eres gay—Sus palabras me dejaron helado, pero literalmente eso era lo que quería decirle desde un principio.

— ¿Me vas a despedir? —Me sentía un poco mal, y tenía nervios porque aún existían personas homofóbicas en el mundo.

—No—Contestó y eso logró aliviarme bastante—Es solo que observé como te volviste un tonto al no despegar la mirada de Cameron—Y los nervios volvieron.

—No sé de qué estás hablando—Pasé saliva y comencé a caminar hacia el baile nuevamente pero lastimosamente aquel hermoso chico, ya no estaba.

—Lamento haber llegado tarde—Maddie se acercó hacia donde estaba Thomas y tomó su mano, ya que no podía exceder sus muestras de afecto.

—Amara Valois, duquesa de Amoi—Dijo aquel hombre y una hermosa mujer de tez blanca, cabello rojo, labios del mismo color y un hermoso vestido negro, estaba bajando las escaleras.

—Hola—Otra chica, de cabello rojo se acercó con un vestido rojo, también era hermosa, pero no tanto como la que habían nombrado otro rato.

—Jane—Maddie se acercó y le dio un beso en la mejilla, luego saludó a Thomas.

— ¿Y él es? —El príncipe Thomas posó su mirada sobre el chico de cabellos castaño, cuerpo definido y bastante guapo.

—Él es...

—Un amigo de la familia—El chico cortó las palabras de la hermosa pelirroja que literalmente ya se había acercado a nuestro lado.

—Un placer—Maddie se acercó para extenderme la mano al chico, Thomas hizo exactamente lo mismo, y de último estuve yo.

El baile continuó bastante normal, la cantante que habíamos contratado estaba haciendo un gran trabajo, y varias parejas estaban disfrutando la velada, la hermosa caja que habíamos decorado para los donativos estaba literal repleta de cheques. Pero lo que aún me tenía un poco mal, era la cara de Amara, ella estaba confundida con lo que había pasado hace un rato.
Jane, la pelirroja de cabello corto y el chico, Arthur, se habían dirigido a la pista de baile, Maddie y Thomas, hicieron exactamente lo mismo, mientras que yo me dirigía a una de las mesas vacías,  un hombre pasó con una bandeja llena de copas con vino, se acercó a mi lado con amabilidad.

—Gracias—Sonreí, y cuando estaba a punto de irse, alguien lo detuvo.

—Espera—Su voz provocó que mis pelos se colocaran de punta, los nervios me invadieron—Gracias—Le dijo al mesero y se sentó justamente a mi lado.

Le di un sorbo a mi bebida, aunque mis manos estaban temblorosas por culpa de su presencia, él observaba a las parejas bailar, mi mirada se posó sobre su rostro, obviamente con disimulo, pero cuando llevo su copa medio vacía a sus labios, di un pequeño salto de susto, el cual él jamás notó, hice exactamente lo mismo que Cameron, pose mi mirada sobre las parejas, hasta que el decidió hablar.

—A veces las personas merecen a alguien que los ame—No entendía bien sus palabras, pero tal vez era el simple hecho de estar solteros— ¿Que dices? —Pregunto, volteó a verme y de inmediato recordó que no se había presentado—Me llamo Cameron... ¿Y tú? —No podía recordarme, no se había fijado que era el chico que ignoró al saludar a Maddie y a Thomas, esa era mi trágica respuesta realista.

—Jace—Dejé de verlo, le di un gran sorbo al poco vino que tenía en mi copa, otro camarero estaba pasando, levanté mi mano y él se acercó—Gracias—Tomé la última copa que él llevaba.

—No has respondido mi pregunta—Comentó, sinceramente había pensado que él ya no estaba sentado a mi lado, pero estaba equivocado.

—Ya te respondí...me llamo Jace—Le di un sorbo a mi copa.

—Ya lo sé—Soltó una pequeña risita, pero yo aún estaba firme, no quería seguir malinterpretando las cosas, debía irme, pero no sabía cómo hacerlo—La pregunta de las parejas—Llevé la copa a mis labios y le di otro trago a mi bebida.

—En algunas ocasiones...es imposible que dos personas se amen—Hice una media sonrisa con mis labios, estaba triste, y literal todo era por él, a veces el amor llega así, de repente y no puedes frenarlo, y otras veces solo es un simple malentendido.

— ¿Has sido rechazado muchas veces? —Su pregunta había sido fácil, pero la respuesta me costaba bastante, pero como lo había pedido, un par de gemelas "Locas" se acercó hacia la mesa donde nos encontrábamos.

— ¡Cameron! —Ambas gritaron su nombre y su rostro cambio, paso de estar intrigado por mis palabras, a estar molesto.

—Chicas—Cameron fingió una sonrisa.

—Estas bastante guapo—La chica que al parecer era un poco más alta que la otra se mordió el labio inferior, era bastante obvio que a estas dos se les había subido las hormonas al ver a un chico como Cameron.

—Creó que ya me voy—dije, obviamente sin importarme sus respuestas, llevé la copa a mis labios y cuando estaba a punto de beber lo último de vino, una de las chicas se abalanzó sobre Cameron, y este me dio un pequeño empujón, todo el vino había caído sobre mi "Traje", el cual estaba obviamente rentado.

—Jace yo no...—Cameron no sabía qué hacer, mientras que las dos gemelas locas, comenzaron a reírse.

Me levanté con rapidez, no podía creer que yo estaba destruyendo el baile que tanto me costó hacer junto a Maddie, por esa razón me alejé, necesitaba despejar mi mente y no enojarme con Cameron. Comencé a suspirar, al llegar al pequeño kiosco en el que Maddie y yo tenemos de vez en cuando nuestras reuniones. Una lágrima apareció, resbaló de mi mejilla izquierda, cerré mis ojos y esperé literal a que todo se terminara.

MADDIE POV

Pude observar un pequeño escándalo que había sucedido en el baile, traté de calmarme, no debía pelear con absolutamente nadie en ese lugar. Pero al llegar, y ver a las dos gemelas del resplandor paradas con una cara de gracia, me estaba hirviendo la sangre.

— ¿Que sucedió? —Pregunté con calma.

—Estaba conversando con Jace y sin querer...

—Cameron le echo todo el vino a ese chico—Katty comenzó a reírse.

—Y le daño su hermoso traje rentado—Dotty se unió a su engreída hermana ante sus palabras.

— ¿Cameron? —No podía creer lo que estaba escuchando ya que sabía exactamente quién era aquel chico con el traje rentado.

—Maddie yo no...

Me marché, no quería escucharlo, en el camino me encontré a dos meseros para que limpiarán aquel lugar, yo solo debía encontrar a mi asistente, que para mí era un amigo también, y no debía dejarlo sólo.
Salí por los pasillos, pero no lo encontraba por ninguna parte, "A veces las personas con muchísimo dinero, son muy crueles con todo el mundo", y gracias a mi subconsciente, la sangre comenzó a hervir aún más, tenía demasiada rabia acumulada y no podía explotar en medio del baile, o literal cerca de este. Y podría decirse, que después de estar casi media hora ausente en el baile, por fin encontré a Jace, completamente solo en el pequeño kiosco blanco. No quería hacer ruido, y que se asustará, así que traté lo suficiente de caminar por el prado sin hacer ruido, pero lamentablemente, es imposible.

—Te estoy escuchando—Susurró, gracias al silencio, el cual estaba inundado todo el lugar.

—Quiero hablar—Comenté, me adentré al quiosco y me senté enfrente de él— ¿Qué pasó? —Mi pregunta no lo sorprendió, sabía exactamente que venía por una explicación.

—Lo de siempre—No entendía para nada su particular pregunta.

— ¿Lo de siempre? —Quería que fuera más específico con todo lo que estaba pasando.

—Sí—Su pregunta fue realmente corta, pero cuando estaba a punto de darme por vencida, tomó aire y continúo con su respuesta.
—Los pobres...siendo los bufones de la aristocracia...la monarquía—Volteó a verme y podía notar que había llorado.

—Ven—Me acerqué y me brinde un cálido abrazo—No solo eres mi asistente...siento que puedo confiar en ti—Terminamos el abrazo y el me brindo una sonrisa.

— ¿Amigos? —No lo podía creer.

— ¿Mejores amigos? —Propuse y él no evito abalanzarse sobre mi para darme otro cálido abrazo.

—Mil veces si—Contestó—Ser el amigo de la princesa—No podía contener la emoción.

—Primero debo conocerte más—Bromeé, pero él asintió—Y quiero hacer algo para ayudar a las personas con pocos recursos—Mis palabras lo sorprendieron, pero estaba feliz de que yo haya dicho aquellas palabras.

—Estaré siempre apoyándote—Sonrió, y de repente escuchamos a una persona tosiendo cerca de nosotros.

—Maddie—Volteamos a ver y Amara estaba fuera del kiosco—Thomas te está buscando como loco—"Mierda", era el primer pensamiento que recorría mi cabeza.

—No puedo dejar a Thomas solo con todo esto—Me levanté del lugar donde me encontraba sentada, pero sabía que Jace no quería volver a ese lugar.

—No te preocupes—Escuché la voz de la pelirroja—Yo puedo quedarme con él—Sonrió, algo que rara vez pasaba.

—Gracias—Le brinde una sonrisa, y no podía acabar con la alegría que a Amara le había provocado estar allí y no en el baile.

Comencé a correr en tacones, era realmente difícil, pero con práctica todo estaba saliendo bastante bien, sin olvidar que antes de llegar al enorme salón, casi me resbaló en dos ocasiones. Camine en medio de las personas, hasta estar prácticamente al lado de Thomas y el rey Connor, el príncipe sonrió al verme, pero sabía exactamente que necesitaba saber en dónde me encontraba, y el rey Connor comenzó con unas típicas palabras, agradeciendo a todos los presentes por todas las donaciones que habían hecho esta noche, todo era para un hospital donde niños con enfermedades podrían ser ayudados.

AMARA POV

El frío era inevitable, estaba sentada al lado de un chico que literalmente no sabía que existía, y no sabía cómo interactuar con las personas, siempre son las personas las que se acercan a mí, por mi dinero, reputación, el título de mis padres, "Que nunca vas a heredar", mi maldito subconsciente siempre apareciendo en los mejores momentos de mi vida.

—Estoy harta—Dije en voz alta, y aquel chico volteó a verme lleno de confusión, y su pregunta me tomó por sorpresa.

— ¿De qué puede estar harta una chica rica? —Suspiro, dejo de verme y posó su mirada sobre el firmamento.

— ¿Por qué todo el mundo piensa que por tener dinero...somos felices? —Y ahora era él quien comenzaba a cuestionarse.

—No lo sé—Contestó con sinceridad.

— ¿Por qué estás aquí? —Traté de llevar la conversación hacia otra parte.

—Tuve un flechazo por un hermoso chico...pero al parecer él es hetero—Se quedó en silencio, esperando que comenzara a juzgarlo como en los juicios de Salem.

—Hay más chicos en la fiesta—Sonreí, para luego posar mi mirada sobre su rostro.

—Siento que aquel flechazo es más que una simple corazonada—Su mirada se posó sobre la mía.

— ¿Y no puedes estar con él?

—Exacto—Contestó con decepción.

—Te entiendo a la perfección—Dije, y era verdad, muy...pero muy en el fondo, sé que, al ver a Arthur, mi corazón se aceleró demasiado.

— ¿Enserio? —Estaba sorprendido, pero podía entenderme.

— ¿Como se llama el chico con el que no puedes estar? —Pregunté, con una sonrisa de picardía.

—No sé si lo conozcas...pero su nombre es...—Se detuvo, tenía bastante miedo y pues en parte lo entendía, pero era obvio que yo conocía a todos y cada uno de los chicos en ese patético baile.

— ¿Y es? —Volví a incentivarlo, tal vez al escuchar el nombre de aquel galán, pueda distraerme un poco.

—Cameron...Cameron Griffin—Abrí mi boca de lo sorprendida que estaba, no sabía que decirle para que en verdad dejara aquella ilusión con el estúpido de Cameron.

—Mira tu rostro—Señalo con su mano—Es obvio que todo es un maldito enredo de mi mente...y además si todo fuera real, él jamás se fijaría en un chico pobre—Se levantó de su asiento más triste que antes, jamás quise que toda nuestra conversación se fuera a la mierda, así que solté el nombre del chico que estaba rondando mi cabeza y tal vez mi corazón.

—Arthur...Arthur Patterson—El chico, que por la conversación que tuvo con Maddie anteriormente, sé que su nombre es Jace.

— ¿Y por qué no pueden estar juntos?

—Literalmente es mi tío—Solté, y su rostro era el que yo tenía cuando el nombró a Cameron.

— ¿Tu tío? —Preguntó, y nuevamente se acercó.

No sabía qué hacer, y sin importarme los regaños de mis padres, o las golpizas de mamá, comencé a contarle todo lo que había sucedido con aquel chico. Cuando llegó, lo que sucedió con mi abuelo y que ahora, literalmente solo nos pertenece la mitad de todo lo que en algún momento fue nuestro, que mis padres no quisieron tal vez que Arthur dijera quién es en realidad, o simplemente lo inventó por los nervios de su primer baile real. Por esa razón estoy harta...de todo lo que está sucediendo en mi vida.

—Perdón—Aquella palabra logró en parte, aflojar un poco mi corazón.

—No pidas perdón—Sonreí—Creó que debemos acabar con toda esta ira y decepción acumulada...

— ¿Qué quieres hacer? —Estaba confundido, pero yo quería divertirme, como cuando era una niña y corría por el jardín trasero con los aspersores abiertos.

—Ven—Tomé su mano y nos encaminamos hacia aquel lugar— ¿Te gusta el agua? —Pregunté en un tono de gracia.

— ¿Porque preguntas? —Respondió con otra pregunta, y sin esperar más, abrí las llaves de todos los aspersores del lugar.

—No olvides gritar—Dije, me quité mis tacones y salí corriendo por todo el lugar— ¡Ahhhhh! —Daba gritos de alegría— ¡Ahhhhh! —Me estaba desahogando y esa era la mejor manera— ¿Que esperas? —Pregunté, él sonrió, y sin esperar se quitó la chaqueta de su traje, la cual estaba manchada de vino.

— ¡Ahhhhh! —Sacó todo lo que tenía en su interior de un gritó, y así duramos casi una hora corriendo en medio de flores y agua, pero lo más importante es que aquella sesión, nos estaba sirviendo demasiado.

AfterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora