Capítulo 1: ¿Solo?

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Abro los ojos y me encuentro dentro de un coche destrozado y estoy lleno de sangre, sinceramente no es uno de los mejores comienzos pero es el que me ha tocado, no recuerdo cómo me llamo, ¿quién soy... ? No recuerdo nada de mi pasado.
Intento salir del coche revolcándome por el interior pero es muy costoso, está muy destrozado. Decido darle unas patadas a la puerta para conseguir abrirla, le doy tres patadas exactas con toda mi poca energía y fuerza hasta que la consigo derribar, salgo tirándome al suelo directamente, consigo levantarme después de un par de segundos de descanso, me pongo en pie y miro a mis alrededores, pero no vislumbro nada, todo está vacío, los coches están parados, algunos estrellados y en otras partes directamente no hay coches, parece que es un mundo post-apocalíptico, pero no es el caso, todo se conserva bastante bien, dentro de lo que cabe.
Estoy en una carretera muy larga, donde en frente tengo la ciudad y detrás mía tengo la continuación de la carretera hacía un pueblo, ¿acaso me estaba yendo al pueblo?, sinceramente no lo sé, pero voy a ir a la ciudad, puede que allí encuentre a más personas.

~(Varios minutos después de andar)~

Ya he llegado a la ciudad, está un poco destrozada, pero a la vez está muy bien, de verdad que no entiendo nada, ¿de dónde coño vengo?, ¡no lo sé joder!.
Miro alrededor y no veo más que edificios altos, coches abandonados, calles vacías..., no veo nada, solo me veo a mi, solo en esta ciudad, sinceramente me empiezo ha asustar bastante, pero intento no perder la fe en que hayan más personas como yo, solas y desamparadas.
Veo un edificio muy alto a lo lejos, creo que es el más alto de la ciudad, decido dirigirme hacía allí con la poca esperanza que me queda, mientras poco a poco voy andando, me duele muchísimo la cabeza. A lo lejos veo un recinto donde poder ir, cambio mi rumbo y me dirijo a él.
Veo que el recinto es una cafetería y tiene  las luces encendidas, me dirijo rápidamente hacia el local para ver si hay más personas como yo, estoy cerca de la cafetería, solamente a unos pasos.
Crucé la puerta y para mi sorpresa no había nadie, solo luces de neón y luces normales habitaban ese lugar, estoy muy disgustado, no me esperaba que la poca
esperanza de que hubieran más personas
se fueran tan rápido, intento reponerme del bajón que tengo pensando positivamente. Escucho un ruido y miro a todos mis alrededores asustado, intento ver de donde ha venido ese ruido, pero, no lo sé, no tengo ni idea de donde ha podido llegar ese ruido, parecía el motor de un coche yendo por la carretera aunque tampoco lo sé,
salgo de la cafetería y miro a los lados, de repente, se escucha el ruido de un vehículo a o lejos, me dirijo corriendo al ruido, giro una esquina y no veo nada, ningún vehículo, sigo corriendo y me adentro por unos callejones en la ciudad pero, no veo a nada ni nadie, me desespero y empiezo a gritar, "¡¿hay alguien por aquí?!", "¡por favor, ¿hay alguien?!", es fácil saber lo que pasó, no contestó nadie.
A veces intento recordar quien era o que era de mi antes, pero, no recuerdo nada, solo que desperté en aquel coche sin saber nada, lo único que quiero ahora mismo es encontrar a más personas, necesito saber algo, estoy dando vueltas a los alrededores de la ciudad, pero no encuentro a nada ni nadie, ni a la chica que vi corriendo hacia este lugar, realmente ahora estoy muy hambriento, no recuerdo la última vez que comí, tengo que encontrar algún lugar con comida.
Busqué y busqué por la ciudad, hasta que encontré un supermercado, era bastante pequeño, pero, supongo que me bastará, entro y directamente miro a las estanterías de comida, en ese momento me doy cuenta que falta bastante comida y que hay comida tirada por el suelo y papeles desenvueltos, si estuviera solo en el mundo, todo estaría intacto o como mucho habría mucha comida, pero el que falte y hayan papeles de envoltorios por el suelo, quiere decir que más personas han venido y han comido aquí, "¡no estoy solo!", grité de alegría al saber que no estoy solo en este mundo como creía haberlo estado hace unos segundos, me dispuse a buscar algún alimento para digerir, algo que no tuviera que cocinarse, ya que en las circunstancias que me encuentro, es imposible que pueda cocinar, busco y busco hasta que encuentro un paquete de patatas fritas casi intacto, tres tabletas de chocolate y una botella de agua, vale, no es una comida obviamente, pero me mantendrá lleno mientras intento buscar otro supermercado, ya que en este que estoy no hay nada más que me pueda servir para comer, salgo por la puerta y veo como el sol se pone en pie poco a poco, investigo más la ciudad y descubro otro supermercado, pero para mi sorpresa no hay nada, "si los supermercados están tan vacíos, deben de haber muchísimas personas" pienso mientras sigo explorando.
Salgo del supermercado y me dirijo a alguna parte, sinceramente estoy tomando rumbo por la cuidad sin saber mi destino, sigo andando sin rumbo hasta que a mi derecha hay una comisaría, rápidamente pienso que allí pueden tener  algún aparato de comunicación, me dispongo a entrar pero la puerta está cerrada por mucho que intente abrirla, cojo una piedra de las tantas que hay en la carretera, apunto y la lanzó con todas mis fuerzas, he de decir que la puerta era de cristal con bordes blancos así que no creo que resulte costoso romperla.
La puerta estalla en varios pedazos de cristal y puedo abrir la puerta desde dentro metiendo mi mano, me meto dentro de la comisaría, todo está bastante apagado y oscuro, hay ropa de comisarios por el suelo, hay una linterna en el bolsillo exterior de la camiseta en una de ellas, compruebo si funciona y para mi suerte si lo hace, gracias a esto podré ver mejor, me meto en una sala más oscura que las demás, parece que aquí es donde se interrogaba a los criminales, observo con la linterna y veo que hay una bolsita en la mesa, me acerco para investigarla, la cojo y la abro, cuando miro dentro me doy cuenta que solo tiene un arma de bengala cargada y unas muestras de sangre, cojo el arma y sigo buscando sala tras sala hasta que doy con una sala de comunicaciones que contiene una radio y un micrófono y varios ordenadores apagados, me dispongo a encender la radio y enchufar el micrófono, le doy al botón para encender la radio y funciona, aunque por la pinta que tiene, le quedará poca batería, giro la ruleta para escuchar los distintos canales que tiene a ver si escucho a alguien, pero, no se escucha nada, enciendo el micrófono y me pongo a hablar por todos los canales que puedo, pero nada, consigo lo mismo que conseguí cuando empecé, nada.
Salgo de comisaría con las esperanzas perdidas hasta que se me ocurre utilizar el arma de bengala para llamar la atención, seguro que alguien me verá y vendrá en mi búsqueda, saco el arma de la bolsa, la empuñó, apuntó hacia arriba, lo más alto posible y cuando estoy apunto de disparar, alguien me arrastra hacia un callejón tirándome el arma y tapándome la boca.
-Cállate y no te muevas, están cerca -me dice él-.
Yo asombrado me quedo paralizado, no sé qué hacer, lo miro y me dice.
-Ahí vienen, no hagas nada -dice mirando desesperadamente el único hueco del callejón por el que se ve la carretera donde me cogió-.
Miro yo también al callejón para ver qué puede pasar, de repente aparece una camioneta blindada pasando por la zona, el cristal estaba tintado de oscuro así que se me hizo imposible poder ver quienes habían en el vehículo, el vehículo acaba marchándose  y la persona me suelta, me giro rápidamente y mantengo distancias con él, es un chico que tendrá veintisiete años, tenía el pelo largo y liso de color castaño, era delgado, no tenía pinta de ser mala persona, pero nunca hay que fiarse de nadie.
-¿Quién coño eres y porque me has cogido? -dije mirándole fijamente-.
-¿Qué quienes son?, pero tú eres gilipollas, son un grupo de supervivientes, nosotros los llamamos "hospedadores"-responde él-.
-¿Como que nosotros? -pregunto yo-.
-Somos un grupo de seis personas, que...-.
-¿Qué está pasando?, ¿por qué mierda estamos solos y todo está abandonado? -interrumpo yo-.
-No lo sé, eso intentamos descubrir nosotros también -responde él-.
-¿Te acuerdas de algo? -le pregunto-.
-No, solo sé que me llamo  Chris, ¿y tú? -me dice él-.
-No recuerdo nada, ni como me llamo, ni quién soy, ni mi edad, nada, no sé nada -le respondo-.
-¿Estás solo? -pregunta él-.
-Sí, ayer tuve consciencia y desperté de un accidente de coche que tuve -le digo-.
-Eres nuevo, no pasa nada, yo me desperté hace un mes, nada más despertarme, el grupo en el que estoy ahora, me encontró -dice él-.
-Si quieres puedes venir conmigo, cuantos más mejor.
-Sí, gracias, estaba desesperado por encontrar a más personas -respondí-.
Nos fuimos andando, yo siguiéndole a Chris, ya que yo no tengo ni idea donde está el grupo de supervivientes, estuvimos andando por mucho rato por la carretera mientras hablamos y compartíamos gustos y opiniones.
-El grupo te gustará, al principio son un poco duros, pero cuando los conozcas verás que son muy amables -me dice Chris-.
-Mmm, sí, espero que todos nos llevemos bien.
Continuamos el camino atravesando una gasolinera, Chris me dijo de ir a investigarla, cuando entramos, todo estaba oscuro, yo alumbré con mi linterna y él sacó una lamparilla.
-No soy tan moderno como tú -dijo con tono gracioso-.
Me reí y seguimos investigando el lugar, por suerte habían un poco de provisiones qué sobraban, yo me quedé investigando mientras que Chris cogía gasolina, al parecer tendrían algún coche o algo.
-Hey tú -me dijo Chris-.
-Dime -respondí su pregunta-.
-Tenemos que irnos ya, se está haciendo tar...-.
De repente se escuchó el ruido de una camioneta, creo que eran "los hospedadores" como así los hacían llamar Chris y su grupo.
-¡Mierda Chris creo que vienen! -dije alterado-.
-Shhh, puede que pasen de largo -me dijo susurrando-.
Para nuestra suerte, no fue así, pararon en la gasolinera, apagaron el vehículo y salieron dos.
-A ver si hay algo por aquí que nos venga bien -dijo uno de los dos "hospedadores"-.
Me asomé un poco por el cristal y vi a tres personas, el conductor y los que salían en busca de provisiones, los dos llevaban armas y chalecos, uno llevaba un bate de béisbol y otro un machete.
-¡No te asomes! -me susurró cabreado Chris-.
Se estaban acercando poco a poco a donde estábamos nosotros.
-Escúchame, voy a salir a intentar hablar con ellos para distraerlos, sal por la puerta de atrás donde solo pueden entrar los trabajadores, una vez salgas sigue recto como hemos hecho todo este tiempo, una vez llegues a un casa de color blanco cerca de una cafetería llamada "Tom's", entra en la casa tocando cuatro veces la puerta, a simple vista parece que no hay nadie, por eso vivimos ahí -dijo Chris explicándome todo-.
-No, Chris, vamos a la puerta los dos y huimos ráp...- .
-Si vamos los dos nos encontrarán, mejor los distraigo yo y luego nos reencontramos -me interrumpió Chris-.
-Chris, escúchame, puede que...- .
-Vete ya, estamos perdiendo tiempo voy a salir, sigue mis indicaciones -me volvió a interrumpir-.
-Chris, podemos...-.
Chris se levantó, abrió rápidamente la puerta y salió, los "hospedadores" que salieron en busca de provisiones le apuntaron directamente, yo estaba mirando por un hueco.
-Tranquilos, no quiero hacer nada, solo estaba aquí intentan... .
Uno de ellos disparó en la cabeza a Chris sin dejar que pudiera explicarse.

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