Capítulo 2: La enfermedad

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Corrí con lágrimas acumuladas en mis ojos siguiendo las explicaciones de Chris, no se me borra la imagen de la cabeza, de cómo disparaban a Chris, es un recuerdo que ojalá nunca hubiera vivido. Seguí por el camino más relajado y andando después de un par de minutos, fui por una calle larga, a lo lejos veía una cafetería, pero no apreciaba el nombre, no sabía si era de la que me habló Chris. Esas personas son realmente malas, ¿por qué tienen que matar a gente inocente que no ha hecho nada?, siento mucha ira y asco a la vez por "los hospedadores".
Después de andar vi la cafetería "Tom's" como así se hacía llamar, a la derecha, a pocos pasos había una casa blanca, parecía no haber nadie allí, pero recordé lo que me dijo Chris "una vez llegues a un casa de color blanco cerca de una cafetería llamada "Tom's", entra en la casa tocando cuatro veces la puerta, a simple vista parece que no hay nadie, por eso vivimos ahí".
Así que me puse enfrente de la puerta y me dispuse a tocar cuatro veces seguidas lentamente la puerta marrón, esperé unos segundos hasta que un hombre más o menos de mi estatura, con protección y una mochila en la espalda me abrió la puerta mientras me apuntaba con un cuchillo.
-¿Quién eres? -dijo el hombre mientras empuñaba el arma-.
-No lo sé, me desperté hace poco, no recuerdo nada -dije-.
-Lárgate -me dijo cabreado en tono bajo-.
-Vengo de parte de...
-¡Márchate a no ser que quieras que te lo clave en la garganta! -me interrumpió mientras se acercaba con intenciones dañinas-.
-¡Vengo de parte de Chris, estuvimos en la gasolinera y los "hospedadores" lo mataron! -dije mientras me echaba hacía atrás-.
-¿Como...?
-Entra
-¡Vamos entra! -me dijo desesperadamente-.
Entré en la casa, era una casa espaciosa aunque estaba un poco destrozada, pero es normal, casi todo el mundo está así, allí dentro habían cuatro personas, un chico que parecía enfermo, tumbado en una colchón, una chica a su lado, un chico en la pared, una chica en la escalera y el otro chico detrás mía, que fue quien me abrió la puerta.
El chico que me abrió la puerta se aproxima cerca mío.
-Cuéntanos todo sobre lo que pasó con Chris -dice el chico que me abrió la puerta-.
-¿Qué ha pasado con Chris? -dice una de las chicas-.
-¿Lo han pillado? -dice el chico de la pared-.
-Callaos, yo no sé nada, aquí el que tiene que explicarnos cosas es él -dice señalándome-.
-Me desperté desolado en un coche, fui a la ciudad en busca de gente cuando me encontré con Chris, que me salvó la vida, ya que yo iba a llamar la atención con un arma de bengala cuando los "hospedadores" pasaban cerca, me dijo que fuera con el que me aceptaríais en el grupo, paramos en una gasolinera para coger suministros y gasolina cuando ellos vinieron, Chris me dijo que me fuera corriendo y me explicó como llegar, él fue ha hablar con ellos pero..., le..., le mataron. -expliqué-.
Todos se lamentaron en silencio por la muerte de Chris y el chico que me abrió la puerta me miró con una mirada oscura.
-¡¿Y tú porque coño querías llamar la atención?! -me dijo empezando calmado y acabando histérico-.
-No sabía nada de ellos, solo quería encontrar a más personas -dije-.
Hubo un silencio incómodo.
-Lárgate -me dijo el chico que me abrió la puerta-.
-Espera, ¿enserio quieres que se largue sabiendo donde esta el cuerpo de Chris? -dijo el chico de la pared-.
-Se va a marchar -continuó el chico de la puerta-.
-¿Tan poco te importa Chris? -dijo el chico de la pared-.
-¡Claro que me importa, joder! -dijo el chico de la puerta furiosamente-.
-Pues si tanto te importara irías a por el puto cuerpo para al menos hacerle un entierro a nuestro amigo -añadió el chico de la pared-.
Se volvió a hacer el silencio cuando el chico de la puerta me miró y me dijo.
-¿Sabes dónde está el cuerpo, no?.
-Sí -respondí-.
-Te vas a quedar a dormir y mañana por la mañana vamos por su cuerpo, después de eso, te vas a largar -dijo serio-.
Asentí con la cabeza cuando una de las chicas me dijo.
-Ven, te mostraré donde vas a dormir -me dijo amablemente-.
Seguí a la chica hasta las escaleras, comenzamos a subirlas y una vez arriba me señaló mi cuarto, ella me acompañó dentro y me explicó donde dormiría, donde podría dejar la ropa y poco más.
-¿Cómo te llamas? -me dijo ella-.
-No lo sé -añadí-.
-¿Porque? -preguntó-.
-Ojalá pudiera saberlo, me desperté en un coche destrozado, intuyo que tuve algún accidente, no lo sé -expliqué-.
-Te entiendo, espero que te quedes más tiempo... -dijo amablemente-.
-¡Ashley baja! -se escucha por la escalera-.
-Me tengo que ir a hacer guardia, nos vemos -se despide la chica-.
-Adiós -sonreí mientras me despedía-.
Después de unos minutos dejando mis cosas y destapando la cama, bajé por las escaleras y me encontré a todos cenando menos Ashley, que estaba vigilando las ventanas a un lado apartada del grupo.
-Ashley te ha dejado su cena para ti -me dice el chico de la pared-.
Voy a recoger el plato de Ashley y me voy con ella para dárselo.
-Hey, gracias, pero es tuyo, no puedo aceptarlo -le dije amablemente-.
-Noooo, comételo tú, tendrás hambre -añade Ashley-.
-Comételo tú que es tuyo -digo riéndome un poco-.
-Compartámoslo -sugiere ella-.
-Eh, vale, si -digo nervioso-.
Nos pusimos a compartir la cena mientras hablábamos.
-¿Y qué es de ti?, cuéntame de tu vida -dije-.
-¿Yo? -dice sorprendida-.
-Sí, yo te contaría sobre la mía pero no me acuerdo de nada -digo riéndome-.
Ella se ríe y me dice.
-Pues yo me llamo Ashley y antes de que todo esto pasara me dedicaba a las entrevistas, entrevistaba a gente en un programa de televisión, me gusta leer, divertirme y poco más, soy soltera desde los dieciocho años, me puso los cuernos, era un capullo, bueno y ya está, parece que estoy siendo entrevistada yo -me dijo entre risas-.
-Quién sabe, a lo mejor era entrevistador yo también -dije riéndome-.
Los dos nos reímos juntos mientras sonreíamos.
-¿Sabes cómo paso todo esto? -pregunté-.
-No, yo lo único que sé es que cuando todo esto ocurrió me desmayé mientras estaba en una entrevista y al despertar estaba sola, y el sitio cambiado, todo más roto, más destrozado, como si me hubiera despertado años después -comentó-.
-Te entiendo, me pasa igual -añadí-.
-¿Cómo encontraste al grupo? -pregunté-.
-Cuando me desperté salí del recinto sin entender nada, al ver las calles vacías me desesperé, no sabía que pasaba, no sabía nada, fue entonces cuando vino Chris y me preguntó que si me pasaba algo y fue en ese momento cuando me fui con ellos -contó-.
-Echo de menos a Chris -dijo ella-.
-Lo conocía de poco, pero yo también, siento que es mi culpa, por haber aparecido -dije triste-.
-Nooo, no te sientas mal, no es tu culpa, tú no sabías nada, es normal, tranquilo -me dijo sonriendo-.
-Gracias Ashley -dije-.
-Ya es tarde, deberías ir a dormir -dije-.
-Pero tengo que vigilar -dijo ella-.
-Vigilare yo, pero ve a descansar -añadí-.
-No, da igual, me quedo yo -me dijo-.
-Sube anda, tienes sueño, me quedaré aquí tranquila -dije amablemente-.
-Vale, gracias.
-Buenas noches -me dijo cariñosamente-.
-Buenas noches -dije cariñosamente también-.
Ashley se fue por las escaleras a su cuarto, el exterior era bonito, seguro que en esta casa vivía una familia muy feliz, pasaron unos minutos cuando el chico de la pared se acercó.
-Oye, sube a descansar que mañana tienes que madrugar para ir en busca del cuerpo de Chris -dijo él-.
-Descansa tú, da igual, yo me quedaré mientras -añadí-.
-Si claro y fiarme de que no nos robes, sube arriba, yo vigilaré -dijo cabreado-.
-Eh, vale -dije incómodo-.
Subí hasta mi cuarto, una vez allí, me acosté y me puse a dormir esperando a que llegara el día siguiente.
-Despierta -me dijo el chico de la puerta-.
-Tenemos que irnos.
El chico de la puerta se fue por las escaleras, me levanté y me equipé rápido con la linterna y el arma de bengala por si acaso, bajé las escaleras y ahí estaban todos, un grupo se iba a buscar medicinas para el enfermo, me dirigí hacia la puerta.
-Suerte -me dijo Ashley-.
-Gracias, nos vemos ahora -me despedí-.
-Bueno, guíame por donde está la gasolinera -dijo el chico de la escalera-.
Fuimos andando hacía el lugar siguiendo mis indicaciones.
-¿Como te llamas? -dijo él-.
-No lo sé, ojalá pudiera saberlo, me desperté sin saber nada -respondí-.
-¿Y tú? -pregunté-.
Me miró con desconfianza.
-Austin -respondió él-.
-¿Tu te acuerdas de tú pasado? -pregunté-.
-Sí, lo recuerdo bien, me extraña que no te acuerdes -dijo Austin-.
-A mi también todos os acordáis, pero, yo no consigo recordar nada -dije desesperado-.
-¿Que le pasa a la persona enferma de vuestro grupo? -pregunté-.
-Es una enfermedad inesperada que se coge, un día puedes estar aquí y otro en cama -respondió-.
-Es una enfermedad que se propaga, va matándote poco a poco, va destruyendo tu corazón, hace que te suba la fiebre y deja sin energías, hemos oído de bastantes que tienen esa enfermedad -dijo él-.
-¿Es contagiosa? -pregunté-.
-No, por suerte no -respondió-.
-¿El chico del grupo está bien?
-Sí, tuvo la enfermedad hace poco, así que todavía está bien, el problema es que está bajo de energía y le sube la fiebre, por eso está en cama, intentamos ayudarlo lo mejor posible en estas condiciones -dijo-.
-Te entiendo, pero, ¿hay alguna especie de cura? -pregunté con curiosidad-.
-No lo sabemos, esperamos que si, por eso buscamos medicinas, enviamos a Chris por esa razón -dijo-.
-¿Por qué fue solo? -pregunté-.
-Era el más ágil del grupo, se las bastaba solo, no le pillaba ni un tornado -se rió mientras lo decía-.
Me reí sucesivamente.
Estuvimos andando varios minutos mientras hablábamos, hasta que llegamos a la gasolinera.
-Es aquí -dije-.
Fuimos a donde tendría que estar el cadáver de Chris junto con sus cosas, pero no había nada excepto su bolsa, la gasolina se la habían llevado y al parecer su cuerpo sin vida también, pero, ¿porqué?, no tiene sentido, ¿para qué quieren un cuerpo?, no lo sé.
-¿¡Donde coño está Chris!? -dijo Austin-.
-¿¡Cómo...!? -dije alterado-.
-Es imposible, él estaba aquí -dije-.
Nos quedamos varios segundos sin decir nada.
-Habrán sido los "Hospedadores" -dijo Austin-.
-¿Para qué querrían llevárselo...? -añadí-.
-Los he visto hacer cosas horribles, son capaces de todo -dijo-.
Sonó el walkie-talkie.
-Hey, ¿que tal allí, está Chris? -dijo la otra chica que había-.
-No, creo que se lo han llevado ellos -dijo Austin-.
-¡No me jodas! -dijo ella-.
-Sí, ahora veré que hacemos, ¿que tal allí, hay medicinas? -dijo Austin-.
-Por desgracia no, vamos a buscar un poco más y volveremos -dijo ella-.
-Vale, ahora nos vemos -dijo a Austin-.
-Nos vemos -añadió-.
Nos miramos.
-¿Y ahora que hacemos? -añadí-.
-No lo sé, deberíamos volver para informar a todo el grupo -dijo Austin-.
En ese momento justo se escuchó el ruido de una camioneta acercarse poco a poco a el lugar, de repente se para cerca de la puerta y bajan dos "Hospedadores" otra vez.
-¿¡Qué coño?! Ellos ya vinieron aquí cuando estaba con Chris -dije susurrando-.
-¿Y por qué querrían volver? -dijo Austin-.
De repente se bajaron los tres que creo que habían.
-Es que eres tonto, ¿por qué te dejaste la bolsa del chaval que maté? -dijo uno de ellos-.
-Y yo que sabía -contestó uno de ellos-.
-Esperad, ¿¡y el cadáver!? -dijo un "Hospedador" alterado-.
-¿Cómo? -dijo uno de ellos-.
Me asomé un poco y los vi, creo que eran los mismos, había uno con un arma y los otros dos con un bate y un machete.
-Austin, creo que son los mismos que mataron a Chris -dije susurrando-.
-¿Cómo? -dijo Austin-.
-Que son ellos los que mataron a Austin -respondí-.
-¿Qué vamos ha hacer? -pregunté-.
-No lo sé, si nos vamos a la vez se darán cuenta -dijo Austin-.
Los "Hospedadores" se acercaban poco a poco cuando sin querer le di a una lata que había en el suelo y chocó con el mueble donde ponen la comida basura, Austin y yo nos miramos con desesperación.
-Creo que hay alguien dentro -dijo el "Hospedador" con arma-.
Se acercó poco a poco mientras los demás estaban un poco más lejos de él.
-¡Vámonos corriendo ya! -dijo Austin susurrando desesperadamente-.
-No, nos pillará, vamos detrás del mueble donde ponen la comida basura.
Fui primero y me conseguí esconder detrás y Austin cuando estaba apunto de llegar el "Hospedador" con arma lo pilló porque se le asomaba un pie.
-¡Eh tú, ponte de pie! -le dijo a Austin
Austin poco a poco se iba poniendo de pie, cuando antes de que se levantara cogí su puñal y fui por detrás del "Hospedador" para clavárselo, cuando estaba cerca no dudé en hacerlo por como mató a Chris, le cogí de la cabeza le subí un poco el casco y se lo clavé en el cuello, el "Hospedador" cayó muerto al suelo.
Austin rápidamente cogió su arma y apuntó a los "Hospedadores" acompañantes que ahora se hallaban en la puerta.
-¡Dejad las putas armas! -gritó Austin-.
Los "Hospedadores" que quedaban tiraron sus armas al suelo mientras uno de ellos se iba acercando a Austin sin arma.
-¡Marchaos y dejaron en paz! -gritó Austin-.
-No, voy a informárselo a la base -dijo el "Hospedador" con bate de béisbol mientras se acercaba-.
-¡Quédate quieto! -gritó Austin-.
-¿O si no qué? ¿Me matarás? -dijo-.
-¡Para! -gritó Austin-.
-Mira -dijo el "Hospedador" mientras pulsaba un botón que servía para avisar a los demás-.
-¡Joder! -gritó Austin-.
El "Hospedador" se fue acercando más cuando Austin le dió un golpe en la cabeza con el arma y nos fuimos corriendo hacia nuestra casa, corrimos durante minutos hasta que llegamos.
-Hay que irse -dijo Austin-.
-¿Cómo? ¿Por qué? -dijo Ashley-.
-Nos pillaron los "Hospedadores" -dije-.
-¿¡Cómo!? ¿¡Estáis bien!? ¿¡Qué pasó!? -preguntó alucinada Ashley-.
-Ashley, ahora te contamos bien todo, ayúdanos por favor -dijo Austin-.
-Vale, me encargo de el piso de arriba -dijo ella-.
Ashley se encargaba de hacer y recoger todas nuestras mochilas, yo me encargaba de vigilar y Austin de hacer que la casa pareciera deshabitada para no dejar pistas de nuestro rastro, de repente se escuchó como la puerta se abría y justo llegaron los demás que faltaban, la otra chica con la cual no había tenido ningún tipo de contacto y el chico de la puerta.
-¿¡Qué coño hacéis!? -dijo el chico de la puerta-.
-Nos largamos de aquí -dijo Austin-.
-¿Por qué? -dijo la otra chica-.
-Nos pillaron los "Hospedadores" y van a llamar a los refuerzos, aquí nos encontrarán -dije-.
-¿¡Cómo!? ¿¡Qué mierda a pasado!? -dijo el chico de la puerta-.
-Escúchame, luego os lo explico todo enserio, pero ahora tenemos que irnos -dijo Austin-.
Ashley bajó con todo y nos dio nuestras mochilas a todos, ya estábamos listos para irnos rápido, salimos y tomamos rumbo hacía las afueras de la cuidad, faltaban pocas horas para que se hiciera de noche, así que seguramente tendríamos tiempo de poder ir a algún lugar seguro, al menos, eso espero.

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