El "Armario de Beneficencia" de los sábados pronto se convirtió en una leyenda urbana entre las alumnas de secundaria. La historia inverosímil de este hombre capaz de tener sexo con infinidad de chicas durante horas, sin que sus habilidades amatorias decayeran un ápice, circulaba en sordina no sólo en Berlín sino que por todo lo ancho de Alemania.
El número de las mujeres que aseguraban haber asistido alguna de esas noches crecía exponencialmente, conforme el cotilleo se propagaba.
Por supuesto, nadie daba crédito a los disparatados rumores, pero era un jugoso tema de conversación en pijamadas y noches de chicas. En especial aquél que lo relacionaba con el brusco aumento en la cantidad de lesbianas que pululaban por la ciudad. Es que un amante tan eficiente que conseguía que las mujeres renunciaran para siempre a los hombres, parecía un contrasentido.
Mientras tanto, la vida de sus principales involucrados regresaba gradualmente a la normalidad.
~*~
El día que Bill finalmente fue persuadido por sus ruegos y cantó un trocito de la canción que le acababa de componer, fue también el día que Tom terminó de caer rendido a sus pies.
Lo acosó por semanas -en la forma ostigosa y patética que le era tan propia-, hasta que el chico se apiadó de su zozobra y accedió a ponerle voz a su proyecto de banda, que hasta ese momento conformaban únicamente él y Geo.
Por lo mismo esa tarde Tom no se encontraba ensayando con ellos, ya que debió ir por el instrumento del nuevo baterista.
El primero les había durado apenas una semana, lapso en el que se robó la hierba que Geo ocultaba en el sofá, trató de ligarse a Bill y se trenzó a golpes con Tom.
Mosqueado porque su novio no le dejó acompañarle, aunado al hecho de que no le apetecía en lo absoluto quedarse a solas con Geo -No era un secreto que el chico le tenía ojeriza al bajista.-, Bill desapareció en dirección a la cocina con la excusa de prepararse un sandwich.
Geo no le agradaba ni un poquito desde que se enteró de que fue el primer amor de Tom.
Georg Listing era la unica persona que lo insegurizaba.
De todos los chicos y chicas con que Tom folló, Geo era también el único por el que Tom alguna vez sintió algo, algo bastante fuerte.
Bill temía que, ahora que la maldición se había roto, los efectos de esta se desvanecieran de todas las personas afectadas. Siendo así, nada impediría que Tom y Geo retomaran su relación. ¿Y si eso sucedía, dónde demonios quedaba él?
~*~
Por lo visto no era su día de suerte, al llegar a la sala se topó a boca de jarro con la madre de Tom.
Despojada del aura de superioridad moral que derrochaba en los días de la maldición, la mujer parecía haber envejecido de golpe. Su piel había perdido el tono saludable y se tornó cenicienta, sus ojos -ahora huidizos, derrotados- carecían de brillo.
Luego de que Tom le confiara sus temores de que la vapuleada cordura de su madre pendiera de un frágil girón, Bill evitaba a la mujer a como diera lugar, las ocasiones en que se producía un encuentro fortuito se obligaba a mantener la lengua bien atada. No por ella, mal que mal su fanatismo le causó mucho daño a Tom, sino porque muy en el fondo su novio amaba a su madre y sufriría mucho si su situación empeoraba.
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The Man of the Magic Dick
FanfictionToda lesbiana se ha topado durante su vida con al menos un hombre que, inflando su pecho, se presenta a sí mismo como la quintaesencia de la virilidad y le ha ofrecido su polla fecunda -suerte de mágico báculo sanador- para regresarla al buen camino...