Shigaraki Escenarios

☁️03

Muerte
Hero!Lectora

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Para una minoría, la muerte puede ser un regalo. Un anhelo de una mente perturbada por la aflicción que cargó por años sin haber buscado algún tipo de salida. Una muerte cálida, sin palabras que podrían haber expresado lo que sentía en insignificantes momentos de su miserable vida.

La vida le había costado la dicha de mantenerse a salvo en un mundo excéntrico, a pesar de ello, la ausencia de lo normal le hacía recordar sus momentos de gloria, donde podía contar con orgullo la consecución de sus actos. Es algo egoísta pensar en ello, pero el hecho de exponer su benevolencia le hacía pensar que tal vez por ello su afán de deceso seguía presente.

En días donde la idea de fallecer se hacía cada vez más atractiva, se permitió conocer a su desigual, a la sombra de la sociedad, a quien fue abandonado por quienes debieron ayudarlo. Él la mantuvo con vida por mucho tiempo, en días donde se sentía vacía, donde ya no había nada porque pelear, donde la esperanza dejó de ser vivaz para extinguirse en el olvido; en esos momentos, ella podía recordar como él intentaba abrazarla, pero la inseguridad lo carcomía. Jamás se atrevió a decirle lo mucho que la quería, al igual que ella y el arrepentimiento de aquello la persiguió en el poco tiempo que le quedaba.

Tenían el conocimiento de las diferencias con las cuales tenían que convivir cada día, pero aquello no importaba mientras podían mantenerse juntos. El hecho de sentirse amados por escasos momentos y mantener sus corazones en sintonía, se hacía mágico. El abandono se sintía pasajero y la tristeza se había ido sin dejar rastro.

Hasta el día de su muerte.

No obstante, seguían siendo quienes eran en un inicio y a pesar de haber encontrado otro motivo para vivir, la ambición que él sentía por asesinar a quien le había quitado todo solo aumentaba con el paso del tiempo. Ella no quería perderlo, si lo hacía, sería como extraviarse en un mundo donde no quería estar sola.  A pesar de sus esfuerzos, las súplicas y los juramentos; él la abandonó.

La muerte que había planeado por años había sido arruinada por una persona, a quien supuestamente debía odiar, pero no podía sacar de su mente por el simple hecho de amarlo tanto. Uno de ellos iba a morir pero ¿por que él? Si quien lo había imaginado tanto era ella. Se preguntó por días, nunca se dio cuenta de que los años habían pasado, la soledad deterioró su mente, para luego simplemente, dejar de respirar. El deseo de su muerte se vio opacado por el mero hecho de verlo de nuevo.