Olvídame, por favor (Drarry)

Esperanza

Draco estaba sentado en la silla de al lado con Ron ya que estaban esperando a que despertara el castaño, ninguno de los dos decía algo, el rubio no tenía interés y el pelirrojo estaba preocupado por su mejor amigo, durante ese tiempo Harry mantenía su mano en su vientre haciendo más triste la escena ya que debes en cuando apretaba un poco su abdomen esperando algo del bebé.
-Lo siento- dijo Ron con tristeza ya que el rubio miraba a Harry con lastima, pero no tuvo el interés en contestarle, por dentro se sentía mal, por su culpa había perdido a uno de sus hijos, el castaño se movía inquieto y debes en cuando sollozaba, luego no hacía nada o simplemente salían lagrimas de sus ojos verdes, todo era terrible para Harry, como siempre lo ha sido en su vida.
-Ni te disculpes, porque esto no es tu problema- le miro de reojo, el pelirrojo estaba pasmado  por su respuesta pero se veía molesto.
-Estamos hablando de Harry Malfoy-.
-Exacto, lo que menos podemos hacer por él es tenerle lastima como lo han hecho tú y los que dicen ser sus amigos Weasley-.
-No tiene nada que ver contigo-.
-Déjame decirte que es lo contrario, tú no tienes nada que ver con esto porque no eres su pareja, además no sabes lo que siento en este momento al saber que he perdido a unos de mis hijos, y probablemente al otro también-.
No dijeron nada más, Ron estaba nervioso porque es verdad lo que dijo el hurón, el que puede saber lo que se siente perder a un hijo, porque no ha tenido uno, sin embargo Draco estaba con el semblante tranquilo pero por dentro se sentía tan vulnerable, si perdía a su hijo y luego a su castaño estaría perdido, quitando el hecho de que el señor oscuro ganaría haciendo que esto sea espantoso para todo el mundo mágico.
-D-Draco- fue lo único que dijo, antes de empezar a llorar, buscaba el calor de su pareja más no lo encontraba, Malfoy se acercó a él para no espantarlo, se recostó a su lado y el menor por inercia se acomodó en el pecho del mayor tranquilizándose de inmediato. Pasaron las horas y no había señal de que Harry o el bebé mejorarán, madame Pomfrey sugirió que el joven Malfoy se retirara pero el castaño se aferraba a su pecho al sentir que el otro se movía.