Prólogo

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Casi un mes, casi un mes desde que su tío Fallon huyera. Había dejado prácticamente todo hipotecado.

Darrick miraba atónito los documentos que le confirmaban que estaba al borde de la ruina cuando el "toc toc" de la puerta reclamó su atención.

-Darrick, hijo, Alana y Keneth han venido a verte -le comunicó el ama de llaves.

Su prometida y su mejor amigo, pensó, tenía a Molly y a Nolan, que lo estaban apoyando incondicionalmente, pero tener a Alana y a Keneth era un apoyo que necesitaba.

-Hazlos pasar.

Iba a levantarse para recibirlos. Abrazar a su amigo y besar a su prometida, esa era su intención cuando Keneth lo detuvo.

-Darrick, siéntate, por favor -le pidió su amigo con semblante pesaroso.

Darrick arrugó el entrecejo, pero obedeció. Miró a Alana que arrimó una silla para sentarse junto a Keneth. Ella no parecía afligida, pero si seria.

Un silencio incómodo invadió su estudio. Darrick no supo porque, los tres siempre habían sido buenos amigos, Los silencios nunca los habían incomodado.

-¿Y bien? -soltó para romper la incomodidad que estaba sintiendo.

Alana miró a Keneth.

-¿Alana? -musitó Darrick.

Alana lo miró y volvió a mirar a Keneth, esta vez con una dura mirada.

Keneth carraspeó.

-Darrick, estos días has estado muy ausente. Entendemos porque, no te culpamos de nada, pero... pero... -Keneth volvió a carraspear-. Pero eso ha hecho que Alana y yo nos acerquemos más.

-¿Qué quieres decir?

-¡Oh, ya basta! -exclamó Alana impaciente-. Keneth eres demasiado... pero estas cosas hay que soltarlas sin más-. Alana miró a Darrick-. Keneth y yo nos hemos enamorado Darrick, y nos casamos hace unos días. Estamos a punto de irnos de luna de miel.

Darrick sintió que el corazón se le estrujaba con fuerza. Arrugó un poco el ceño. Miró a Keneth para que refutara lo que acababa de decirle Alana, pero sólo recibió una dura mirada.

Su corazón se estrujó aún más y un pensamiento nació en él. No podía confiar en nadie. Ese pensamiento se apoderó de él. Respiró hondo y sonrió.

-¿Y qué es lo que queréis? ¿Qué os de mi aprobación? Si os habéis enamorado, no se puede hacer nada. Pero que... -un nudo en la garganta le cortó la voz.

No, se dijo, ya nadie nunca más volvería a lastimarlo.

Y fue en ese momento cuando una coraza envolvió su corazón. Su mirada se volvió fría, vacía de sentimientos.

-Pero que os hayáis casado así sin más, a una semana de... -continuó con una calma que asustaba. Miró a sus invitados. No parecían sentir ni un ápice de culpabilidad-. ¡Marchaos!

-Amigo, yo... -musitó Keneth con pena.

-¡Qué seáis muy felices! -soltó Darrick.

La mirada fría de Darrick asustó tanto a Keneth como a Alana que se miraron de reojo, se levantaron y abandonaron la habitación.

Bien, se dijo Darrick cuando se quedó solo, no tienes a nadie, a nadie. Estás sólo y si no quieres que vuelvan a humillarte, debes ser tú el que pisotee a los demás. Y para eso necesitas recuperar todo tu patrimonio y multiplicarlo.

Sí, a partir de ahora todos conocerían a un nuevo Darrick Lyons.

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