Capítulo IV: Manos a la obra

30 2 0
                                    


Luego de mi primer día de escuela, y del "reencuentro" con mi tío. Ahora sólo me quedaba averiguar cómo funciona el SAI, si es que realmente se activa cuando estoy aburrido, o quizás otros factores también influyan. Como sea, hoy es un martes 3 de marzo, me levanté un poco más temprano de lo normal. Miré mi reloj: 06:45 hs, desayuné un café acompañado de unas tostadas, untadas con mermelada de durazno. "Nada mejor que un buen desayuno para iniciar un buen día" me dije a mi mismo. Esta vez mi madre me llevó al colegio, por ende, no me encontré con Martín por el camino. Bajé del auto e ingresé a la escuela, fui a mi salón, con su ubicación exactamente a 28 pasos de la entrada, sinceramente, una ventaja a mi parecer tener ese salón este año, además de ser uno de los tres salones más grandes del Instituto. Al entrar al aula, observé que Martín todavía no había llegado, miré mi reloj: 07:28 hs, me parecía raro que no esté en la escuela. Por lo tanto, sólo me quedaba ir al patio principal y buscar a otros compañeros de otros cursos. Divagando por el patio me encontré con Joaco (me había olvidado de saludarlo ayer, el primer día de clases) él estaba con Julián, otro amigo más de mi circulo de amistades, él siempre sacaba buenas calificaciones, jamás vi una nota menor a 8 en todos sus exámenes. Me acerqué y comenzamos una charla.

+Kai: ¡Chicos, hola!
*Joaco: ¡Kai! ¿Qué pasó, amigo? Ayer no te vi en todo el día.
─Julián: Hola, Kai. ¿Cuánto tiempo?
+ Sí... la verdad es que lo siento, Joaco. Ayer fue un día complicado –suelto una carcajada– y si Julián, pasó mucho tiempo, creo que... no sé, ¿3 meses?
* ¿"Complicado"? ¿Por qué? ¿Peleaste con alguien?
– ¿3 meses? Para mí fue como medio año...
+ Joaco, ¿alguna vez me viste a mí en una pelea? Julián, no exageres, para mí esos 3 meses fueron como 2 semanas (okey, quizás sea yo el que está exagerando ahora)
* Pues... la verdad que no, pero si estuvieses en una pelea, creo que tenés altas probabilidades de ganar. En total, ¡mira ese cuerpo papu', to' tallado por los dioses! Qué envidia.
– Bueno, la duración de un momento puede tener cualquier valor dependiendo de tú perspectiva
+ Jajaja. Primero, Joaco, no tengo un cuerpo tallado por los dioses, sólo es un cuerpo de deportista el cual tiene esfuerzo de 10 años. Segundo, Julián creo que eso lo había leído en un blog –observo mí reloj: 07:45 hs, suenan las campanas y justo veo que llegaba Martín– Bueno, nos vemos luego en el recreo, muchachos.
* Okey.
– Oki doki...
+ "Literature Club"

Después del saludo de la entrada, tuve Lengua y Literatura, Martín esta vez no se había sentado conmigo, sino que se fue al fondo con Maurice, por lo tanto, yo me senté con otro compañero. Pasaron los minutos rápidamente, 08:50 hs, luego volví a mirar la hora: 09:05 hs, sonó la campana, tampoco pude hablar con Martín en el recreo.

+Kai: (Bueno, no debo preocuparme mucho. Mi principal objetivo es entender cómo es el funcionamiento de SAI. Según recuerdo, no estaba aburrido, sino que, deseaba mucho poder adelantar esas dos horas... supongo que esa sensación de ansia es lo que activa SAI. Pero debe haber algo más. Okey, correré el riesgo de hacer el intento. Primero, voy a adelantar dos horas, de seguro deberá ser fácil ya que lo experimenté previamente. Luego intentaré retrasar dos horas, eso creo que será más complicado ya que no estoy familiarizado.)

Así pasó toda mi mañana, no pude hablar con Martín. Sabía que no estaba bien, pero tampoco quería estorbarlo demasiado, sólo me alejé de él toda la mañana, o bueno, él se alejó de mí. Luego de mis actividades de la mañana regresé a casa solo, saludé a mi madre, me preparé unos sándwiches y me los llevé a mi habitación, debía concentrarme para entender SAI.

+Kai: (¡Bien! Primero lo primero, ¡dos horas hacia adelante!)
–Madre: Kai, te traje jugo de Naranja, tu favorito.
+ Oh, gracias mamá. Ahora, ¿me dejas descansar? Tengo educación física en unas horas –miro mi reloj: 14:07hs definitivamente, tenía dos horas para ir a mis actividades de la tarde y aprender un poco de SAI–Bueno, mi madre ya se fue –suspiro– ahora sí, a intentarlo, dos horas hacia adelante –cierro mis ojos y con todas mis fuerzas quiero que pasen dos horas...– Nada, no pasó absolutamente nada. (¿No lo habré deseado con suficientes ganas?) No puedo rendirme así de fácil, tengo que intentarlo una vez más. –vuelvo a cerrar mis ojos, deseando que pasen dos horas, al mismo tiempo se me viene a la mente mi cumpleaños. Recuerdo el momento al recibir el reloj, recuerdo el sentimiento de emocionarme al ser un regalo de mi tío, y también, sus últimas palabras: "Me hubiese gustado verte por última vez, pero así lo quiso el destino, ya debes estar grande y hecho todo un hombre... Te quiero, tu tío Alex..." Una lágrima nace desde mi ojo derecho, recorre mi mejilla hasta morir en mi mentón, cuando de repente...–
– ¡Kai! Vamos, estás llegando tarde a Educación Física. Subí al auto que te llevo, ¿sí?
+ ¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Qué hora es?
– Vámonos, son las 16:08 hs. Y estás llegando tarde a tu primer día de Gimnasia.
+ (Entonces... ¡¿eso quiere decir que sí funcionó?!) –Observo mi reloj y asombrado– ¡¿Que?¡ ¡¿Ya son las 16hs?!

Al fin entendía cómo utilizar el SAI, pero siendo sincero, en la clase de Educación Física estaba tan cansado que apenas terminé de hacer los ejercicios. Me concentré tanto en querer hacer el SAI que olvidé lo que requería, energía. Así que al llegar a casa tomé una ducha con agua caliente y me fui a dormir sin cenar.

Si lo hubiera sabido antesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora