Si lo hubiera sabido antes

Capítulo XIII: Así que eres tú

R.W: Todo un año esperando por fin encontrarte, todo un año esperando conocer quién eras y, resulta que eres sólo un joven igual que yo: no más de 14 años de edad. A diferencia que creciste con buenos amigos, con el cariño de una familia que nunca te deja a pesar de todo. Me das un poco de lástima, Kai Marshall. Somos tan jóvenes, tú por afrontar el destino que tú tío te ha heredado, yo por el abandono de mi descarado padre al cual no perdonaré por nada de este mundo.

Hoy lunes 2 de marzo, las clases comienzan. Todos tienen en sus rostros esa expresión que tanto desprecio, sonrisas por todos lados, murmullos de los grupos de chicas, chicos corriendo por toda la escuela. Los estacionamientos llenos por los padres que se despiden de sus hijos y estos a su vez obstaculizan los pasillos y entradas del colegio, creando así una atmósfera de caos y descontrol. Realmente odio estos días, pero no puedo hacer nada, aún si es parte de mi misión.
8:15hs Entró el preceptor y dio los horarios como siempre. 8:20hs Entró el profesor de química, dio su nombre y luego nos preguntó a cada uno de nosotros nuestros respectivos nombres. La clase fue normal, el profesor nos enseñó qué era la Tabla Periódica y los elementos que los componen. Lo único que me sorprendió fue que se acordara cada elemento químico y su número atómico.
9:05hs suena la campana que indica la hora de recreo, momento oportuno para localizar mi objetivo. En medio de todo, mi estómago comenzó a hacer ruidos y no pude evitar ir al kiosco. Una cola enorme me aguardaba, mínimo 25 personas tenía por delante. Para colmo, cuando me estaban atendiendo sonaron las campanas, pero no era el único que estaba allí. Otro chico también estaba esperando, pero parecía apurado y un poco preocupado por llegar tarde al salón.

K: ¿No se pueden apurar? No quiero llegar tarde a mi curso.
R.W: Disculpa, ¿cómo es tu nombre?
Kai: Kai, Kai Marshall. Ese es mi nombre. ¿Por qué lo pregunta?
R.W: Sólo quería saber el nombre del chicos que está tan preocupado por algo tan ridículo como llegar tarde al salón.
Kai: Ey, no es nada ridículo. ¿Sabes lo que es llegar luego de que el profesor haya entrado al curso?
R.W: No, no lo sé y tampoco me interesa mucho. Si estás tan apurado debiste haber ido a tú salón en vez de estar aquí intentando comprar algo, ¿no te parece?
Kai: Primero que nada: si no te importa en lo absoluto, me gustaría que no te metas en mis problemas. Segundo: me dio hambre y con la cola inmensa que había me tardé medio milenio en llegar a que me atiendan, así que sólo quiero mi pebete e irme a mi salón. Tercero y no tan importante: ¿Quién eres tú?
R.W: Para alguien a quien no le importa mucho, lo dice con un tono muy interesado. ¿No es así?
Kai: Sólo dime tu nombre, ¿si?
R.W: Bueno, te lo diré. Soy un alumno nuevo, es mi primer día, como el de todos aquí. Llegué la semana pasada a la ciudad, así que no estoy familiarizado con nada.
Kai: Ajam... ¿Y tu nombre era?
Roy: Roy Wexler, ese es mi nombre.