Capítulo VII: No importa, siempre estarás en mi corazón.

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Martes 7, me desperté con lágrimas en los ojos. Tuve un sueño raro, estaba siguiendo los rastros de una chica. Pedí a gritos que parara de correr, pero mi voz no se escuchaba. Cada vez era más la distancia entre nosotros, cuando de pronto se abrió el suelo y quedó un abismo que me separaba de ella. Al mismo tiempo, el abismo me consumía y quedé atrapado en la inmensa, fría, y sola oscuridad.

+Kai: (Demonios, ¿qué clase de sueño fue ese? Parecía tan realista. Y, además, ¿a quién estaba siguiendo..? ¿Quién era esa chica? Bueno, no importa sólo fue un sueño. Ahora debo ir a la escuela, más tarde pensaré sobre este sueño)

7:25am, llegué al colegio caminando. Cerca de la entrada estaba Joaco. Lo saludé y hablamos sobre cuando nos conocimos. Recordando los momentos graciosos que tuvimos, al hacer esto, sentí como si fuese una despedida. Llegar a cierto punto y luego echar un vistazo al recorrido que hiciste tras los años. Me pareció muy triste, porque, realmente era así. Sólo me quedaba lo que resta del año para crear nuevos momentos con él y con todos mis amigos de aquí.

+Kai: Oye, Joa. ¿Te puedo preguntar algo?
•Joaco: Claro que sí, no veo el por qué no.
+Kai: ¿Conoces... a una chica llamada Clark?
•Joaco: Jmm, ¿por qué el interés por esa chica? -me mira con cara perversa-
+Kai: No pues... -me encogí de hombro- sólo pregunto porque necesitaba hablar con ella. (Demonios, ¿qué es esta sensación de incomodidad? sólo pregunté si conocía a esa chica)
•Joaco: -me mira fijo y a continuación suelta una carcajada- Jajajaja por qué tan tímido. Bueno sí, sí conozco a la chica. ¿Querés saber cómo es?
+Kai: Bueno... sería de gran ayuda jajaj.
•Joaco: Okey. La chica es de 1'68m de altura. El largo de su pelo es hasta sus codos, de un tono castaño claro. Su tez es pálida, como la nieve. No suele sonreir mucho, pero, últimamente como que se la ve sonriendo más frecuentemente. ¿Por qué será? -me mira con cara de loquito- Ah, por último, si querés encontrarla. Sólo andá al segundo piso, al lado de la biblioteca, siempre está allí, leyendo poesía de Daniela.N.
+Kai: Oye... pero, ¿cómo sabes tanto sobre esta chica?
•Joaco: Ah, es que siempre voy a la biblioteca y ella está ahí con ese libro. Me parecía un poco rara hasta que le pregunté qué estaba leyendo y bueno, le dije mi nombre, ella me dijo el suyo y así es cómo la conocí.
-Suenan las campanas para formar, Joa y yo nos despedimos y cada uno va a su salón-

Después del primer modulo de clases, en el recreo fui al segundo piso tal y como me dijo Joa, pero, no había nadie. Esperé todo el recreo ahí, pero nadie apareció. Por alguna razón sentí que esa persona no estaba en la escuela ese día, hasta que. Regresé al salón, y no pude creer que no la haya visto antes, la chica que estuve buscando estuvo todo el tiempo en mi aula. Era una compañera de curso, se sentaba en el centro de la fila izquierda. La reconocí por las características que Joa me había dado. Tez pálida, pelo castaño claro y largo hasta los codos, estaba leyendo un libro. Me acerqué a ella, mi ritmo cardíaco comenzó a aumentar radicalmente, mis manos sudaban y mis piernas comenzaron a temblar.

+Kai: Disculpa... ¿te llamas Clark?
-...: Depende.. ¿quién lo busca? -continúa leyendo su libro-
+Kai: Entonces.. ¿eres o no Clark? Necesito hablar con ella.
-Clark: Pues... sí, sí lo soy... -dice con timidez-
+Kai: Eso quiere decir, que fuiste tú la que envió ese correo, ¿verdad?
-Clark: Sí... así es -se cubre la cara con el libro-
+Kai: Oye, pero por...-entra el profesor y pide que nos sentemos cada uno en nuestros lugares-

No pude hablar bien con Clark. Necesitaba aclarar algunas cosas, como que no iba a poder salir con ella debido a que me cambiaría de ciudad. Cuando terminó la clase, pensé que podría charlar con ella, pero no, creo que el destino no me lo permitía.

•Preceptor: Chicos, hoy saldrán temprano asi que anoten esto en sus cuadernos: "Sr.Tutor/a debido a la ausencia del profesor de dicha materia, su hijo/a saldrá del establecimiento antes de lo debido, siendo que, la hora en que salió es 11:30am". Quiero que todos traigan firmado esto para mañana, si no lo hacen tendrán una falta aunque hayan venido a la escuela. Eso es todo.

Cuando el preceptor dijo eso, los alumnos del curso salieron apurados, como si alguien hubiese tirado o instalado una bomba, corrían chocando todo a su paso. De un momento a otro, perdí de vista a Clark. Llegué a casa, saludé a mi madre, fui a mi habitación, me acosté en mi cama y me quedé pensando en Clark. Su cabello castaño claro, tez pálida, ahora que recuerdo. Cuando me vió, vi una pequeña sonrisa saliendo de su boca, aunque intentó ocultarlo lo noté. ¿Por qué estoy pensando en ella? ¿Acaso... me gusta? Pero... no puedo estar con ella, no debo, no puedo ilusionarla y luego marcharme.
-En el instante suena mi celular-

Correo de Desconocido: Asunto: ¿Quieres hablar?
•Clark: "Holaa ^•^"
+Kai: (¿Es en serio? Bueno, intentaré hablar con ella je)

Así comencé a acercarme a ella, en esas horas la empecé a conocer bien, le gustaba el color Negro, Cian y un Azul-Violeta. Sus gustos musicales, Rap y preferiblemente de Porta. Leer poesía y el flan. No le gustaba el yogurt, estar sola ni con su madre, odiaba a su familia. Habíamo hablado por horas, cuando observé mi reloj eran las 12:34am. Y ya era hora de decirle que no podría ser el novio de ella.

+Kai: "Oye... cambiando de tema, ¿recuerdas que me habías preguntado sobre si quería ser tu novio...?"
•Clark: "Sí, ¿qué hay con eso?"
+Kai: "Pues... tengo que decir que no. No puedo ser tú novio, no puedo estar contigo. Me temo que... no estoy preparado". (¿En serio, Kai? ¿"No estoy preparado"? Qué cobarde eres)
•Clark: "Jajaj tranquilo, no importa si no aceptas ser mi novio, me basta con hablar siempre contigo, jamás había encontrado una persona como tú en mi vida, eres genial. Espero que recuerdes estas palabras: "No importa con que chicos esté, tú siempres serás el único que estará en mi corazón"

Cuando leí eso, una lágrima salió de mi ojo izquierdo, lamentándome por no poder decirle que sí. Sinceramente, fue mi primer acto de cobardía, y no quería sentirme más así. Luego de eso me despedí de ella.

Si lo hubiera sabido antesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora