1. Inesperado

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Cuando lo conocí, siempre supe que íbamos a ser algo más que amigos. Dos elementos que se mezclan y reaccionan positivamente. Dos colores que se pueden mezclar para crear una obra de arte.

¿Cómo lo conocí?

Creo de la forma más estúpida y loca que puede existir...

Entré al baño llorando más que la cresta. Me encerré en un cubículo e intenté calmarme, pero no podía.

¡Por la chucha!

Odiaba llorar en público.

Ya me estaba calmando, cuando la puerta del cubículo se abrió y me asusté más que la cresta.

-¿Estai bien?- era un cabro que su cara se me hacia familiar. Lo había visto en alguna parte...

-No, no lo estoy.- respondí.-Estai en el baño de mujeres.- le sonreí, o lo intenté.

-Sí, ya caché, lo que pasa es que iba al baño de hombres y me confundí, iba a salir, pero te escuché llorar y...- no terminó de hablar porque escuchó voces femeninas acercándose al baño y entró al cubículo conmigo.

Estábamos un poco apretados ahí.

-¡Shh...!- le hice gesto que fuera más silencioso, me miró asustado. Esta situación era demasiado incómoda y cualquiera nos podía atrapar.

Cuando las voces femeninas salieron del baño, salimos.

-¿Estai mejor?- me preguntó un poco preocupado.

-Sí.- me sequé las lágrimas.

-¿Fue una mala salida?- dijo refiriéndose al cine, sí, porque estábamos en el baño del cine.

-Acabo de encontrar a mi mejor amiga con mi pololo, se estaban comiendo y ya.- contesté llorando, de nuevo.

-Tranquila, los hombres somos muy hueones.- intentaba animarme.

-Demasiado hueones.- en este momento, solo podía odiar a la maraca de la que era mi mejor amiga.

-¿Querís que te vaya a dejar a tu casa?- me sonrió.-Supongo que ya no querí estar aquí...- puso sus manos en los bolsillos.

-Dale.- me dió confianza. El hueón tenía una cara de chiste y era demasiado agradable.

-No te voy a preguntar que acaba de pasar y creo que nos conocimos de mala forma, así que...- estábamos caminando.-Me llamo Joaquín.- me sonrió.

-Camila.- le sonreí devuelta. Salimos del mall y nos fuimos al estacionamiento. Nos paramos al frente de un auto color negro. Era un peugeot 208.-¿manejai?- pregunta hueona que hice.

-Sí, es que vine con unos amigos al cine, los hueones no me esperaron y se fueron.- sonó la alarma del auto y llegué a saltar, conchetumare.

Al apagar la alarma, nos subimos al auto y me puse el cinturón.

-Vai a pensar que estoy loca o alguna hueá así, pero, yo te he visto en alguna parte.- estábamos detenidos en un semáforo.

Desde que te fuiste...[CHILENSIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora