Epilogo

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Tres años después

Logan

Llego a casa y escucho los gritos de mis padres en el jardín.

Supongo que debo ponerlos al día de estos tres últimos años.

Mi hermosa Gema y yo regresamos de Paris unos días después de comprometernos. Mis padres estallaron de alegría ante el anuncio del compromiso.

Mi hermosa prometida la dio el gusto a mi madre de que organizara la boda como mas le gustara. Le dije que era un error, pero ella no cedió. Dijo que amaba a mi madre y que yo era su único hijo y le dejaría hacer todas las locuras que quisiera para nuestra boda. Aunque en realidad mamá se comportó y fue muy sencilla.

Sondra y la novia de Alex, Miranda fueron sus damas de honor. Mi madre fue su madrina de bodas al igual que papá y Alex fueron los míos.

Alex había conocido a Miranda en una ronda de periodistas durante el juicio a los ex socios de Gema. La pelirroja dejo obnubilado a Alex y el la invito a salir cuando termino la conferencia. Ella le planto la cara y el no dejo de perseguirla e invitarla hasta que al final la chica cedió. 

Miranda cambio a Alex para mejor. Dejo de estar resentido con Gema y conmigo y poco a poco cambio su actitud. Eso es lo que hace un buen amor. Te cambia para mejor.

Están esperando su primer hijo y cenamos juntos una vez por semana. Gema dejo la mayor parte de la dirección de la empresa a él por decisión propia ya que le gusta pasar tiempo en casa con nuestro hijo Max que ahora tiene dos años, pero no ha dejado de trabajar más que nada en la fundación y en el área de marketing que siempre fue lo que más le gusto.

Sondra y el detective Finlay también se casaron hace un año. Su explosiva forma de conocerse derivo en una hermosa relación. Finlay fue ascendido en su cargo, pero renuncio y ahora manejamos juntos una agencia de seguridad informática muy exitosa y es uno de mis mejores amigos.

Llego al jardín y me río al ver a mis padres tirados en el suelo jugando con Max.

Mi mujer está en una reposera con un hermoso vestido blanco de verano que muestra su vientre de seis meses. Me sonríe al verme y estira su mano hacia mí. En cada mirada, en cada sonrisa me hace sentir el amor más verdadero que pude imaginar jamás...

Nuestra segunda hija está en camino completando mi felicidad.

Nunca creí que era merecedor del amor. Me hicieron pensar que por no tener un rostro perfecto no podía aspirar a ser amado.

Por suerte se equivocaron. La vida me trajo a mis brazos a una mujer especial que vio más allá de mi apariencia y me mostro que el corazón vale más que un rostro bello.

Ella apoya su cabeza en mi regazo y yo acaricio su vientre mientras veo a mi hijo feliz con sus abuelos...

Cuando vez con el corazón... toda vida es hermosa...

Fin 

Behind her eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora