Foto: Will & Dhari
El sol del atardecer se veía radiante por ser otoño, pero aunque el clima estaba húmedo y caluroso, según el pronostico, a la noche llovería . Mientras las tres mujeres disfrutaban de una extensa charla, en el mismo lugar a una cierta distancia se encontraban Will y sus dos compañeros de clase Eric y Gustavo. Mirando distraídamente las tiendas masculinas, el alboroto de Aldana, Lily y Dhari, llegó a los oídos de los chicos, lo cual llamó generosamente la atención de Eric.
-Por dios, éste es mi día de suerte, mira quién esta ahí?- Soltó el muchacho con entusiasmo, mientras que Will estaba más interesado en la ropa de la vidriera.- Quiénes serán las otras dos mujeres, una debe ser su madre, y la otra?-
-Yo la he visto en algún lado, pero no recuerdo bien...- Aseguró Gustavo con algo de incertidumbre.- Oye Eric, porque no vas a saludarla y así de a poco te vas ganando la aceptación de la madre de Sciacca.-
Al escuchar el apellido de Dhari, a Will se le erizó la piel y automáticamente levantó la vista buscándola con un siniestro ceño fruncido que unió sus cejas por encima de sus ojos claros. El corazón comenzó a repiquetear al verla sonriendo. Nunca se preguntó porqué no podía sonreír de esa manera con él, pero al instante cayó en la cuenta de que su mal-llevada relación, no les permitía tener ni un minuto de paz, y para su tranquilidad, tampoco le importaba. Pero últimamente, algo estaba cambiando en él. Quería tenerla cerca, quería ser aunque sea una vez, la razón de una sonrisa. Algo que era casi imposible. Era inevitable hablar con ella sin discutir y lo peor era, que la mayoría de las veces, era por su mal carácter.
Ver a Eric que emprendía marcha hacia la mesa donde se encontraba Dhari lo hizo caer de la burbuja en la que estaba y si no se apresuraba a decir algo, su amigo llegaría a ella y era algo que no quería.
-Espera... No lo hagas. No vayas.- Soltó Will de repente- Déjala ahí, para que quieres saludarla si ya la has visto en el colegio.-
-Eres tonto o qué? Por supuesto que iré a saludarla, es una oportunidad única amigo. Esa chica me encanta, no se cómo puedes odiarla si la conoces hace tanto tiempo?- preguntó Eric lo que generó un intenso e incómodo calor que recorrió su cuerpo.
-Te he dicho que no lo hagas.- Exclamó Will haciendo que la frase retumbára en el pasillo de la galería donde se encontraban.
-Oye, no es para que te pongas de ésa manera...- Respondió Gustavo, tratando de calmar a Will.
-Will... Will...- Escucharon los tres y automáticamente giraron a ver hacia la mesa de las mujeres.- Hijo ven, te estaba llamando al celular y no eres capaz de responder ni un solo mensaje.- Soltó Lily a los gritos mientras agitaba su brazo.- Trae a tus amigos...-
La escena hizo que el autoestima de Will disminuyera por completo con la vergonzosa manera de llamarlo que tenía su madre. Cabizbajo llegó hasta ellas mientras sus amigos reían sin parar.
-Mamá, estamos en un lugar público, no puedes estar a los gritos como si estuvieras en casa.- La regaño Will.- Qué hacen aquí?-
-Estamos alcoholizándonos con unos capuccinos, porqué no nos acompañan? Ven siéntate al lado de Dhari.- Soltó Lily, pero éste rodó los ojos con una mueca de desagrado.
-Si no te molesta Dhari, yo puedo sentarme a tu...- Trató de decir Eric, pero no pudo terminar la pregunta, ya que Will tomó su lugar al lado de Dhariela.
El roce de sus brazos generó una leve sensación que ninguno pudo entender, y sin darse cuenta sus miradas se encontraron pero solo por un segundo, a los dos segundos comenzaron a empujarse como dos niños peleando por un lugar en la mesa.
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Dulcemente Cobarde
Teen FictionDos jóvenes, quienes a pesar de haberse criado juntos, tienen una pésima relación. No se toleran, ni se molestan en ocultarlo, pero siempre hay algo que los mantiene juntos... Sus madres, dos amigas inseparables, con el mismo objetivo de querer unir...