CAPITULO 4

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El sol de la tarde para esa época del año siempre suele ocultarse mas temprano, sumado a que el clima no pintaba del todo bien ya que, unas inmensas nubes amenazaban con cubrir el cielo de manera permanente.

A las siete de la tarde, perecia ser las diez de la noche Y Dhari salia del baño luego de ducharse. Hoy era el dia mas esperado por ella, y no se lo perderia ni por una catástrofe.

Con las prendas sobre la cama, soltó la toalla que se deslizó por su cuerpo para comenzar a vestirse. Con las bragas firme sobre su trasero, tomo el sostén para colocárselo, cuando de repente, la puerta se abrió con un golpe seco.

-En qué estabas pensando tonta? Cómo se te ocurre darle una mínima señal a Eric?- Exclamó Will mostrado su mirada envuelta en furia.

-Porqué diablos no golpeas la muerta?!- Gritó Dhariela con los ojos abiertos por la sorpresa.

- Es mi cuarto y te dije que teníamos que hablar.- Soltó como si no le importara la falta que estaba cometiendo.

-Te vuelvo a recordar que fuiste tú quien me lo cedió.-

-Solo fue por... Respeto a tu privacidad?- Pregunto el con algo de temor, al darse cuenta que Dhari estaba a medio vestir y tratando de cubrirse con la toalla la parte delantera de su cuerpo.

-Podrías al menos darte vuelta para terminar de vestirme?- Preguntó enojada tratando de fingir un tono amable- Gracias...- Soltó con una irónica sonrisa balbuceando alguna maldición.

Will se dió vuelta en dirección al ventanal que daba al patio trasero. Miró distraídamente algún objeto fuera del cuarto que desviara su atención de la enorme lista de sermones que le estaba diciendo Dhari mientras se vestía y fue justamente lo que encontró. La distracción que lo estaba dejando casi embobado.

En el reflejo del vidrio de la ventana, podía verse claramente los movimientos de Dhariela. Quería cerrar los ojos y convencerse de que sólo era Dhariela, y que no le interesaba para nada, pero no fue así. Sus ojos acompañaban cada movimiento que hacía ella, y con cada uno, la excitación en el cuerpo de Will se estaba haciendo incontrolable. Sorprendido por las suaves curvas de su cintura, la desnudez de su espalda, Will trató de tragar saliva sin que le oprimiera la garganta. Disimuladamente posó sus manos sobre su miembro, el cuál había adquirido un gran tamaño y ya comenzaba a molestar por la opresión de su pantalón.

Su imaginación lo llevó a darse vuelta hasta llegar a ella y perderse en la suavidad de su cuello. Bajar con sensualidad el bretel de su sostén regando besos húmedos sobre su piel. Dejándose caer encima de ella sobre la cama, friccionando eróticamente su exitado miembro entre los muslos de ella. Sacudió repetidamente su cabeza para espabilar aquel ridículo pensamiento y sonrio por lo tonto que se vería frente a Dhari cubriéndose el bulto entre sus piernas.

-Listo?- Preguntó él, sabiendo que aún no estaba lista.

-No cavernícola, aún no te des vuelta o te asesino.- Soltó ella mientras trataba de vestirse a toda velocidad, y éste esbozó una sonrisa por lo ajena que estaba de saber que él había visto cada movimiento.- Listo, ya puedes darte vuelta.- Dijo Dhari, esperando ver la reacción de Will frente a su imagen.

- A dónde vas vestida así?- Preguntó Will con un lento tartamudeo, cambiando su semblante a estoico chico de siempre.

- Y a ti qué te importa?-

- Ya es tarde, no puedes salir sola...-

- Y quién dijo que saldría sola?- Lo sorprendió Dhari.

- Entonces con quién?... Dhariela, no me hagas enojar...- Exclamó Will a punto de perder la paciencia.

- Vives enojado con el mundo entero y no me das miedo.-

Dulcemente CobardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora