Llegué a casa con mi madre. Ella fue a buscarme a la escuela, si cómo una niña pequeña.
-Insisto madre debés dejar que vaya y regresé sola a la escuela- rodé los ojos.
-No olvidalo tengo que cuidar a mi bebé- río.
-Basta me avergüenzas-
-No hay nadie estamos en casa-
-Moira está justo aquí- señalé a Moira.
-Moira me entiende, ¿Verdad Moira?-
-Si claro señora- sonrió amable.
Reí.
-¿Cómo fue tu primer día de escuela?- pregunto mi madre algo curiosa.
-Bueno fue normal, nada fuera de lo común-
-¿Segura?-
-Si por que mentiría- frunci el ceño.
-Tu sonrisa- mi madre jugó con mi cabello.
-Bueno hice un amigo- sonreí apenada.
-¿Amigo? ¿Hombre?-
Asenti.
-¿Y niñas amor?-
-No las chicas no se me acercaron-
-Y tú no pudiste hablarles-.
-No me cayeron nada bien, pero te prometo que trataré-
-Esta bien, cuéntame sobre tu amigo-
-Se llama Justin, es demasiado lindo y amable-
-Éso se escucha bien-
Sonreí.
-Ve a cambiarte en un rato esta la comida-
-Claro-
Subí a mi habitación.
-Veo que te fue bien en la escuela-
-Tate que sorpresa, ya quería llegar a casa para verte- hable emocionada.
-No lo creo, tal vez estabas mejor con tu amigo Justin- se cruzó de brazos.
-No, no nadie cómo tú-
-Olvidalo, ¿que tal la escuela?-
-Apesta, pero bien- sonreí.
-Te dije que sería así-
-No lo dijiste-
-Lo pensé-
Reímos.
-¿Quieres escuchar música?-
-Claro-
La música de Nirvana sonaba en toda la habitación.
-¡Hannah bajale a esa musica!- grito mi madre.
-Creó que está muy alta-
-Creó que si- reí.
Baje un poco a la música.
-Cuéntame sobre esto- Tate sostenía un par de navajas.
-Yo........- tragué en seco.
-Dime puedes confiar en mi- tomó mis manos.
-No es éso, si no que no puedo hablarlo con nadie sin sentirme de nuevo en el momento-
-Dime yo puedo ayudarte, yo también tengo un pasado tormentoso-
-Está bien-
Comencé a contar la historia de mi vida, básicamente lo malo que la pasé en la escuela.
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La sombra más oscura// Tate Langdon
Fanfic-¿Eres tu, Tate? Te dije que no te quería volver a ver-. -Nunca podría dejar de mirarte. Siempre estaré a tu lado, aún sin que lo quieras- -¡Desaparece! ¡Vete Tate!- grité. -No, no me iré. Nunca lo haré- -Me lástimas, me causas daño- -Te amo, nunca...