Desperté con la respiracion agitada.
-Mierda- me queje. -Esos malditos recuerdos me atormenta cada vez más-.
Decidí mojar un poco mi rostro para despejar.
En el espejo vi a la misma chica qué hace rato hizo drama con Tate.
-¿Qué haces aquí de nuevo?- Giré a verla pero ella ya no estaba.
-Qué diablos- frunci el ceño.
Decidí bajar hacía la cocina por un vaso de agua.
Pero vi una mujer algo mayor con uniforme de mucama.
-Disculpa, ¿Quién es usted?-
-Oh, Hola querida. Soy Moira-.
-¿Y qué hace aquí?-
-Soy la mucama-.
-Vaya mis padres no me dijeron nada, cómo es qué entró-
-Bueno yo fui mucama aquí desde hace mucho tiempo, trabajé con los primeros dueños-.
-Entiendo, pero mis padres no dijeron nada sobre esto-
-No ellos no saben nena-
-Bien- Sonreí.
-¿Cuál es tu nombre?-
-Hannah-
-Eres muy linda Hannah me recuerdas a mi cuando era joven-
-Oh de verdad-
-Si-
-Hannah hija- mi madre habló.
-Madre- sonreí.
-¿Quién es la mujer?- preguntó.
-Señora, soy Moira la mucama-
-Nosotros no contratamos mucama-
-La casa me incluye- sonrió.
Reí.
-Ella es muy amable mamá deberías dejarla-
-Está bien, bienvenida Moira-
-Gracias ¿señora?-
-Sólo dime Helena-
-Gracias-
-Hannah tengo una sorpresa-
-¿Qué es?- Sonreí emocionada.
-Te inscribimos a una preparatoria-
-¿Qué? No madre no quiero-
-¿No te alegra?-
-No quiero ir a una escuela nueva-
-Hija por eso nos mudamos para comenzar nueva vida lejos de tus malos recuerdos-
-No sabes lo qué es vivir con mi sufrimiento mamá, nunca podré olvidarlo, dices qué dejé todo en el pasado pero es difícil muy difícil y no no quiero ir a la escuela-
-Tienes que ir- habló mi padre.
-No me pueden obligar-
-Claro que podemos Hannah tienes 17 años aún eres menor y harás lo que nosotros digamos-
-Los odio, por su culpa me paso todo lo sucedió-
-Nosotros no tenemos la culpa hija, nosotros queremos ayudarte-
-Si me hubieran querido ayudar hubieran dejado qué me disparará en la cabeza para morir-
Corrí a mi habitación.
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La sombra más oscura// Tate Langdon
Fiksi Penggemar-¿Eres tu, Tate? Te dije que no te quería volver a ver-. -Nunca podría dejar de mirarte. Siempre estaré a tu lado, aún sin que lo quieras- -¡Desaparece! ¡Vete Tate!- grité. -No, no me iré. Nunca lo haré- -Me lástimas, me causas daño- -Te amo, nunca...